Aunque las condiciones objetivas parecen estar dadas, el municipio de Villa Carlos Paz evita declarar la alerta roja en el servicio de agua.
Si bien el río San Antonio (de donde Villa Carlos Paz capta el agua para toda la ciudad en la planta de Cuesta Blanca) es apenas un hilo de agua, y el lago San Roque registra un nivel bajísimo (la medición del lunes precisó que se encuentra casi siete metros por debajo del nivel de la cota del vertedero), las autoridades esperan que llueva y, mientras tanto, se limita a ‘recomendar’ a los vecinos hacer un ‘uso razonable’. El combo se completa con las altas temperaturas que disparan el consumo.
La diferencia entre la vigente alerta naranja y la roja es categórica: en la primera, el riego de parques y jardines, por ejemplo, es posible atendiendo los días y horarios establecidos en la ordenanza 1119. En la segunda, esta norma queda suspendida y directamente quedan prohibidos usos del agua que generen derroche, priorizando el consumo humano. Además, se establecen multas para los infractores.
Sin embargo, la histórica postura del gobierno local para no declarar la alerta roja ( lo hizo solo cuando la situación ya era insostenible) tiene más que ver con al marketing turístico que con la necesidad de preservar el agua.
Es que está muy arraigada la creencia que, desde el punto de vista publicitario, será dañino para la ciudad que titulares del estilo ‘Villa Carlos Paz en alerta roja por el agua’ tomen trascendencia nacional. Y a las puertas de una temporada de verano que se espera con ansias, esos miedos se multiplican.
Así las cosas, habrá que seguir rezando para que llueva.
En este sentido, el pronóstico anticipa probabilidad de lluvias para este jueves y viernes. Ojalá se cumpla.
