Música para leer | Rocco: ‘Un rocker simplemente sobrevive’

Este mes quiero presentarles al Maestro  Alejandro Cesar Possidoni, musicalmente conocido como Rocco.

Pero… ¿quién es Mr. Rocco?

‘Soy una persona común, un músico y amante de la música, pero al no poder vivir de ella, como tantísimos músicos de la República Argentina, soy un laburante con un pequeño comercio del cual vivo el día a día’.

– Su pasado lo encasilla en un estilo rebelde pero… ¿tiene bases sólidas o es autodidacta?

– Empecé con la música más precisamente con el rock allá por el año 1974 con una banda de covers de Beatles y Credence, y algunos temas del jovencísimo Carlos Santana, pero creo por sobre todas las cosas que tuve la suerte de vivir en las décadas más musicales con respecto al rock nacional e internacional más importante de este país y el mundo, por ende como fanático escucha de todos los discos que caían a mis manos tuve la suerte de nutrirme de una variedad de estilos fantásticos. Enumerarlos me sería imposible y tampoco sería justo porque dejaría afuera a muchas bandas muy buenas también. Si bien es cierto que mi principal aliado musical fue el rock, en casa se escuchaba música de estilos muy variados (tango, boleros, música clásica, etc), y fue una de ellas las que más me intrigo… y fue la música clásica. Bandas como Beatles, Deep Purple, Zeppelin, Yes, Pink Floyd… (y siguen las firmas) que iban echando mano a la música clásica y en algunos casos puntuales la música de estilo Barroco, pero no fue hasta los ’80 que aparece un Yngwie Malmsteen, con toda la furia de la guitarra súper veloz copiando a un Nicolo Paganini y ahí fue cuando dije: Guau, qué es esto, empezando con unas de mis bandas preferidas Uranio 238 en el año 87 haciendo metal clásico, enrolándonos también en el estilo sajón como Hellowen, después de una gira con Lethal a principios de los ’90 empiezo a escuchar a una emergente banda llamada Pantera de la cual al principio no me gustaba ni ahí, pero de repente me flasheó y la banda dio un giro de 180° grados y nos pasamos a ese estilo y después de girar por algunas provincias de Argentina hasta el año 96 que hicimos la gira con Almafuerte (Iorio, Marciello, Cardaci) y fue en el año 1997 que hicimos una gira a Brasil. Cuando volvimos decidí darle fin a Uranio 238 y comenzamos con una nueva banda Aborigen de la cual sacamos un CD y el sello RGS MUSIC lo vendió en Argentina y lo exportó a Italia, España y México. Mis bases de conocimiento musical, se dividen en un 70/30 (como el fernet); 70% oído y el 30 % conocimiento ya que me rodee y aprendí con guitarristas de la talla de Marcelo Roascio y algunos profesores que me pude encontrar en este camino.

– Escuché que tiene unos proyectos nuevos de avanzada… ¿Lo considera un retroceso a las raíces o un escalón más en su carrera musical?

– En el camino de la música nunca reconozco un retroceso. A lo sumo uno se queda con el estilo que más le gusta. Como verás pasé del rock and roll, al metal clásico y de ahí al trash y al hardcore. En la actualidad estoy estudiando una tecnicatura de grabación con un excelente profesor y amigo Julián Caprioli (egresado de la Metro) y encontré un mundo maravilloso de composición aparte del conocimiento técnico, el cual me lleva a una música instrumental toda compuesta por mí.

– Usted es una marca registrada entre sus colegas… ¿cree que de alguna manera es maestro en lo suyo para las nuevas generaciones?

– No podría contestarte yo esa pregunta, sino los músicos con que he compartido bandas acá en Córdoba y en Buenos Aires. Lo que sí te puedo decir (y seguramente algunos de mis colegas lo pueden reafirmar) es que soy muy estricto con respecto a la disciplina de los ensayos y la precisión de cómo tienen que sonar los temas. También cabe aclarar que he aprendido de muchos músicos con los cuales he compartido esta ruta musical.

– ¿Cómo vive un rocker hoy en este país? ¿Es comprendido su vuelo y sus propuestas?

– Si me permitís, un rocker simplemente sobrevive. El músico acá en Argentina “se pone muchos sombreros” por ejemplo arma la banda, carga sus propios equipos, sale a buscar lugares para tocar, hace su publicidad, vende entradas y por último se sube al escenario. Una vez en un reportaje al Ruso Veréa, mítico entrevistador de la ya desaparecida Rock & Pop, que nos hizo él junto al gordo Nagy y César Fuentes Rodríguez (director de la revista Madhouse) me hizo una pregunta similar y le contesté: “Acá en Argentina de los músicos gana el fletero, el iluminador, el sonidista, el dueño del boliche… y por último el músico (sin un mango en el bolsillo) volvía a su casa con la satisfacción de haber tocado y cosechado algunos aplausos”.

– Esta parte es suya, aproveche y descargue lo que sienta…

– Por último les quiero agradecer a toda la gente que conozco por habernos acompañado con las bandas que tuve acá en Carlos Paz por ejemplo: Añeja Rock Band y Apóstoles (banda que también me enorgulleció por el trabajo serio que logramos conseguir) y también aquellos que me fueron siguiendo a través de la radio con mi programa La Historia del Rock y el mismo programa llevado a la televisión en Tanti ‘Rock & Rocco’ (Una historia, una pasión).

Bueno Alfredo, te agradezco enormemente por haberme tenido en cuenta, para este espacio en La Jornada. Te mando un fuerte abrazo y seguimos en contacto.

PD. Todavía quedan muchas anécdotas y vivencias personales de este camino de la vida llamado música. Ahora sí… abrazos.

Nota correspondiente a la edición n° 558 del periódico La Jornada, del 28 de octubre de 2020.

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