El candidato de Unión Celeste y Blanco presentó ante el Concejo de Representantes la solicitud de remoción del actual defensor, tras el video que lo muestra conduciendo con una copa en la mano. “Estamos hartos de la impunidad, del cinismo y de los sueldos obscenos que se pagan con nuestra plata”, expresó.
En medio del escándalo por la difusión de un video que mostraría al defensor del Pueblo de Villa Carlos Paz, Víctor Curvino, conduciendo un vehículo por la costanera con una copa en la mano, Santiago Juliá, candidato del espacio Unión Celeste y Blanco, informó que presentó formalmente una denuncia para iniciar su remoción.
La presentación fue realizada este miércoles por mesa de entradas del Concejo de Representantes, con base en el artículo 184 de la Carta Orgánica Municipal, que habilita a cualquier elector a denunciar a funcionarios por mal desempeño, irregularidades o delitos dolosos.
Según Juliá, la denuncia está motivada en “un hecho de público conocimiento: la difusión de un video real que muestra al funcionario conduciendo un vehículo mientras consume alcohol, en aparente estado de ebriedad”. Consideró que esto constituye “una falta moral gravísima, incompatible con su cargo, violatoria de normas y absolutamente contraria a la ética pública”.
El candidato sostuvo además que “la Defensoría del Pueblo dejó hace tiempo de ser una institución de control ciudadano. Hoy es una cueva de privilegios, manejada como caja política, sostenida para garantizar sueldos millonarios y poder a una casta que ya no representa a nadie”.
“Permitir la existencia de una casta política enquistada en el poder fue responsabilidad nuestra. Tener funcionarios tan bajos, tan indecentes, es consecuencia directa de nuestra apatía, de no votar o —peor aún— de no votar bien”, reflexionó.
En su comunicado, Juliá vinculó la situación con otras expresiones de impunidad: “¿Y qué diferencia hay entre esto y lo que vivimos con Alberto Fernández y sus fiestas clandestinas en pandemia? ¿Qué diferencia hay entre esto y las ‘invitadas’ tomando cerveza en el sillón de Rivadavia?”
Ante este panorama, reafirmó su propuesta de cerrar la Defensoría del Pueblo: “No sirve seguir denunciando si no estamos dispuestos a patear el tablero. Si no cerramos estas estructuras inútiles y millonarias, los mismos de siempre van a seguir repartiéndose el poder, los cargos y la plata que debería estar al servicio del pueblo”.
Finalmente, convocó a la ciudadanía a expresarse con contundencia en las urnas el próximo 29 de junio: “Le exigimos a la política una sanción ejemplificadora. Y al pueblo, le pedimos un mensaje claro en las urnas: ¡BASTA! Estamos hartos de la impunidad, del cinismo y de los sueldos obscenos que se pagan con nuestra plata”.