El suministro de agua potable en Villa Carlos Paz y sus alrededores se encuentra en crisis debido a las constantes roturas del acueducto principal. En lo que va del año, al menos cinco incidentes importantes (el último este fin de semana) han dejado a gran parte de la ciudad sin agua, afectando tanto a los barrios del centro como a los más periféricos, donde la situación es aún más alarmante por la falta de infraestructura básica para garantizar un acceso regular al agua.
La explicación oficial siempre apunta al “mantenimiento” del acueducto, deslindando responsabilidades y apuntando a la anterior prestataria, pero la repetición de este problema genera dudas entre los vecinos sobre si realmente se están haciendo las reparaciones necesarias o si se están aplicando soluciones temporales que solo postergan la crisis.
Mientras tanto, la situación es cada vez más crítica conforme se acerca una temporada de verano
Prioridades cuestionadas
En un contexto de sequía y con el Lago San Roque alcanzando niveles históricamente bajos y contaminados, la gestión avilesista ha sido fuertemente criticada. A pesar de las necesidades urgentes de infraestructura hídrica, la administración parece concentrarse en proyectos simbólicos, como la creación de una bandera para Carlos Paz. Esta iniciativa ha sido ampliamente criticada por desviar la atención y los recursos de problemas más urgentes, como garantizar el acceso al agua potable.
¿Qué pasa con los barrios?
Los barrios periféricos son los más perjudicados en esta crisis. Mientras las roturas del acueducto afectan a los vecinos del centro de la ciudad, las zonas más alejadas permanecen sin acceso adecuado al agua incluso en condiciones normales. La gestión actual parece priorizar las soluciones mediáticas, pero deja a los barrios más vulnerables sin respuestas reales.
La gestión “atada con alambre”
Con un lago en descenso, incendios que arrasan la región, y la lluvia ausente, la falta de planificación y las constantes excusas de “mantenimiento” reflejan una gestión que parece “atada con alambre”.
La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo seguiremos esperando que el sistema colapse por completo antes de que se tomen medidas reales?
Los vecinos de Carlos Paz demandan una gestión que garantice no solo la provisión de agua hoy, sino también a largo plazo, y que deje de priorizar gestos simbólicos mientras la infraestructura crítica colapsa.
Es hora de que el foco de atención esté en las necesidades reales de los habitantes, y no en medidas superficiales que no abordan los problemas estructurales que enfrenta la ciudad.