El director de la Cuenca del San Roque, Emilio Iosa, adelantó a través de un mensaje que compartió en sus redes que pondrá su renuncia a disposición del gobernador Martín Llaryora.
La decisión se lee como un intento por destrabar la disputa entre municipio y provincia que imposibilita llevar adelante tareas consensuadas de mitigación del embalse y que, en los últimos días, quedó absolutamente clara su urgencia ante los afloramientos de cianobacterias que inundan el centro de la ciudad con un olor fétido.
“El capricho de un pituquito no puede poner en riesgo el agua de Córdoba ni la economía de Punilla”, afirmó el médico sanitarista en obvia alusión al intendente de Villa Carlos Paz, Esteban Avilés, quien desde que asumió Iosa quitó toda colaboración y en muchos otros casos puso trabas a las acciones que se venían realizando.
El video que acompaña su mensaje recoge lamentables imágenes del lago en la bahía ubicada a metros de la municipalidad.
“Hoy, pongo a disposición del señor gobernador de la provincia de Córdoba, Martín Llaryora, mi renuncia como director de Cuencas del San Roque.
Como cordobés y carlospacense, considero que no hay nada más importante y prioritario hoy en nuestra provincia, que el abordaje urgente de los afloramientos cianobacterianos del dique San Roque en Villa Carlos Paz y en todo el embalse”, expresó.
“Carlos Paz huele a muerda”, resumió. Y planteó: “de forma urgente había que absorber todo esto (las algas), ponernos de acuerdo y hacer un protocolo”.
“Mientras tanto, se inauguró un cóndor, un cordón cuneta en la avenida Sarmiento, también tenemos un lugar para las motorhome y hasta una nueva bandera. No te parece impresionante” ironizó.
“Esta situación es muy grave, la vengo denunciando hace muchos años y parece que tenemos un pituquito que está ofendido. Entonces voy a poner a disposición mi renuncia a ver si así podemos limpiar todo esto. No saben el tufo que hay en la Perla de Punilla”, cerró.