Nicolás Maduro inició su tercer período como presidente de Venezuela con un discurso polémico en el que calificó al presidente argentino, Javier Milei, como un “nazi sionista”, en un contexto marcado por protestas opositoras y un clima de tensión social.
En una ceremonia realizada en el Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro asumió oficialmente su tercer mandato al frente del gobierno venezolano. Su discurso estuvo centrado en la defensa de su modelo político y en duros señalamientos contra líderes internacionales, entre ellos el presidente argentino, Javier Milei, a quien calificó como un “nazi sionista que representa el neoliberalismo extremo”.
El comentario desató polémica en la región, generando rechazo desde diversos sectores políticos y sociales en Argentina y otros países. “No permitiremos que figuras como Milei intenten exportar sus políticas destructivas a América Latina”, agregó Maduro, reforzando su postura crítica hacia el gobierno argentino.
El acto se llevó a cabo en medio de un clima de alta tensión social en Venezuela. Durante las últimas semanas, diversas marchas opositoras recorrieron las calles de Caracas y otras ciudades del país, exigiendo mejoras en las condiciones económicas y denunciando la falta de libertades democráticas. Las manifestaciones han sido respondidas con fuerte presencia policial y denuncias de represión por parte de organizaciones de derechos humanos.
Maduro también utilizó su discurso para denunciar las “agresiones imperialistas” que, según él, buscan desestabilizar a su gobierno, y reiteró su llamado a fortalecer la integración regional frente al avance de gobiernos de derecha en América Latina.
Este nuevo período presidencial arranca en un contexto de crisis económica, con una inflación descontrolada y un creciente descontento social que pone a prueba la estabilidad del gobierno venezolano.
