Por Luis Tórtolo
“La ventana indiscreta” (El Pantanillo – Villa Carlos Paz – Verano 2017)
523 años, 3 meses, 7 días y 4 horas y media atrás… un flaco, morocho, pelilargo, semi desnudo, barbado, curioso… se asomó por este hueco en la piedra en plena cacería, persiguiendo a esa esquiva taruca ya malherida por sus flechas. Vió la montaña allá en el bajo, sus sombras parecidas a las costillas de su presa flaca y sin distraerse más… pasó a través del orificio y continuó su cacería.
Hace 25 años exactos, en un caluroso febrero, tres tipitos, curiosos también, con algo más de ropa, más kilos y un aparato para congelar el tiempo, se asomaron por la misma ventana.
En lugar de una taruca cazaban imágenes, en especial, de una villa que se estaba convirtiendo en ciudad grande, allá en el mismo bajo y al pie del cerro con sombras que parecen costillas, pero ahora, costillas de vaca, no de taruca.
Atilio Micheloud, Eldor Bertorello y Luis Tórtolo filmando estas pavadas” preparaban ‘EncuentroS’, el primer programa de documentales de Villa Carlos Paz, en el canal 2 de la vieja Antena Comunitaria, que arrancaría en marzo de 1992.
Había que recolectar curiosidades y vaya si esta “ventana de piedra” lo era.
Creo que, humildemente, esos siete años, marcamos un hito en el cable local que aún se recuerda.
Por estos días, tras una jornada de relax en Estancia Vieja, en las doradas aguas de Los Chorrillos, necesité volver a asomarme por esa ventana… como el fotógrafo de “La ventana indiscreta” de Alfred Hitchcock, que necesitaba mirar por allí… de puro curioso.
Y a la ciudad la vi grande… linda pero muy grande. Demasiado, quizás.
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Nota correspondiente a la edición n° 455 del semanario La Jornada, del 05 de marzo de 2017.
