Palabra de candidato | Santiago Juliá: “Vamos a patear el tablero”

1- Más allá de lo que especifica la Carta Orgánica, ¿cómo definiría el rol que debe asumir la Defensoría del Pueblo?

El rol que debería asumir es meramente testimonial. No tiene autonomía económica ni las atribuciones necesarias para ejercer un control real. Siempre dependerá de la buena voluntad del Estado al que pretende controlar, sin poder exigir ni obligar absolutamente nada. Es un órgano sin dientes, sin recursos propios, sin capacidad coercitiva ni resolutiva. Y eso lo convierte en un cargo que sólo sirve para que alguien “ocupe una silla”, pero no para lograr transformaciones reales ni defender a nadie con eficacia.

2- ¿Qué evaluación hace del organismo tras casi tres mandatos?

Es una hermosa plantita institucional. Sirve como decoración en el jardín de la democracia. Se vende como un “organismo ciudadano”, pero en la práctica funciona como un órgano político más, absolutamente funcional al poder de turno. No incomoda a nadie, no resuelve nada sustancial y ha sido utilizado simplemente para que unos pocos tengan una caja millonaria, sueldos desproporcionados y cargos sin control. La evaluación no puede ser otra: la Defensoría del Pueblo ha fracasado como herramienta útil para la sociedad.

3- Síntesis de las principales propuestas.

Presentar un proyecto de enmienda para reformar la Carta Orgánica y cerrar la Defensoría del Pueblo. Y si el Concejo se niega a tratarlo o lo rechaza, renunciaremos indeclinablemente al cargo, dejándola acéfala y, en los hechos, cerrada. Queremos que el dinero del vecino vuelva al vecino, que se termine el despilfarro y se asignen esos recursos a áreas donde realmente se necesitan: salud, bacheo, agua. Basta de privilegios para unos pocos.

4. Mensaje final a los vecinos.

Nuestra propuesta es la única que sí puede cumplirse. ¿Por qué? Porque planteamos dos caminos concretos: o se aprueba la reforma y la cerramos legalmente, o nos vamos y queda cerrada por falta de autoridad. Así de claro. Lo que decimos, lo podemos cumplir. No es un discurso vacío, es una decisión tomada. Y si los otros candidatos quieren quedarse con la caja y el sueldo, que lo digan sin vueltas. Que no vengan a disfrazarlo de “vocación democrática” cuando lo único que buscan es un cargo con privilegios y cero control. Nosotros vamos a patear el tablero, a decir basta, a proponer un modelo de eficiencia, de austeridad y de verdadero respeto por el esfuerzo de cada vecino. La cerremos. Casillero 5.

Unión Celeste y Blanco

  • Defensor del Pueblo titular: Santiago Juliá.
  • Defensora del Pueblo Adjunta: María Fernanda Salas.
  • Defensora del Pueblo suplente: María Alejandra Romagnoli.
  • Defensor del Pueblo Adjunto suplente: Omar Alonso.

Nota correspondiente a la edición n° 612 del periódico La Jornada, del 25 de junio de 2025.

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