Nos miran: Andrea Castana y Hernán Sánchez, 10 años de impunidad

Por Evelina Ramírez

Quienes vivimos en Villa Carlos Paz desde hace tiempo no olvidaremos lo que fue ese viernes 13 de marzo de 2015. Con pocas horas de diferencia dos cadáveres fueron encontrados en distintos puntos del Cerro de la Cruz, uno de los paseos turísticos más emblemáticos de nuestra ciudad.

Andrea Castana y Hernán Sánchez, dos historias de vida truncadas y aún no sabemos qué pasó y quiénes son los responsables de lo sucedido.

El macabro hallazgo volcó a la gente a la calle en una masiva movilización -quizás una de las más grandes de la historia de nuestra ciudad – desarrollada el domingo 15 de marzo. Un pueblo conmovido, un pueblo asustado, un pueblo movilizado por el reclamo de justicia.

Sin embargo, poco a poco dejó de acompañar las sucesivas convocatorias impulsadas por los familiares.

A 10 años de estos hechos, lo que reina hoy es el silencio. ¿Cómo nos permitimos convivir con la impunidad?

Tras lo sucedido, la cúpula policial de la departamental Punilla fue removida. Inicialmente se anunció que la por entonces fiscal general adjunta, Alejandra Hillman, sería la encargada de coordinar el equipo de investigación de ambos crímenes, pero luego eso quedó en la nada. El fiscal Ricardo Mazzuchi fue quien quedó al frente de ambas causas. Por esos días hubo fuertes cuestionamientos a su accionar. De hecho, la por entonces legisladora Liliana Montero impulsó un pedido de jury de enjuiciamiento, que tampoco prosperó.

Las causas judiciales tuvieron trayectorias diferentes, donde también hubo cambios de abogados.

En el medio, cada familia emprendió una enorme lucha por conseguir justicia. Se apeló a todo tipo de estrategia de visibilización para seguir reclamando justicia. Hoy proponemos hacer un breve repaso por estos 10 años de impunidad.

Andrea Castana: la fiscalía, tras la pista de un violador serial

Andrea Castana era una joven mamá de 35 años. El 11 de marzo -tras dejar a sus hijos en la escuela- subió al Cerro de la Cruz y nunca logró bajar logró bajar. Su cuerpo sin vida fue encontrado dos días después, con signos de violencia.

Al día de hoy se desconoce la identidad de su asesino.

Nadia Corzo y Macarena López Salvans fueron las amigas que desde un primer momento y con mucha entereza encararon el reclamo de justicia. Alicia Villafañe, su mamá y Luis Castana, su papá, han sobrellevado todo este tiempo sin poder conocer qué pasó y quién es el responsable del asesinato de Andrea.

En el medio hubo marchas e intervenciones públicas reclamando justicia; dos murales con la mirada de Andrea que fueron tapados; cambios de instructores y de abogados querellantes en la causa. En los primeros años de la causa, la representación de la familia estuvo en manos del mediático abogado Carlos Nayi. En octubre de 2022, Luis Castana, papá de Andrea, decidió cambiar de representante legal y designar a Daniela Pavón como su representante.  “Los tiempos de la justicia, los tiempos de Nayi y mis tiempos, no son compatibles”, dijo en ese momento el hombre.

Cuando Pavón asumió la representación, la causa estaba sin instructores desde hacía seis meses. Tras la designación de la doctora Silvana Penn, la investigación tomó un nuevo impulso. Allí comenzó a profundizarse la línea de investigación que apunta hacia la identificación de un violador serial.

“Hay un ADN que se repite en hechos ocurridos en 2004 y 2005. Si esas agresiones se hubieran investigado con seriedad en su momento, Andrea podría estar con vida hoy”, señaló la abogada en diálogo con VillaNos Radio.

Hasta el momento, cuatro víctimas antes de Andrea habían denunciado ataques sexuales en el Cerro de la Cruz. Todas con el mismo modus operandi: agrede con mucha violencia, en el sector de las estaciones 8 y 9 del Vía Crucis. Solo en el caso de Andrea, el agresor llegó al punto del asesinato. Todas, también, describieron características físicas similares.

“Han pasado diez años y todavía no tenemos identificado al asesino de Andrea. Es una situación desesperanzadora, pero seguimos trabajando para dar con el responsable”, subrayó Pavón.

En mayo del 2024, las muestras de ADN extraídas del cuerpo de Andrea fueron enviadas al FBI en Estados Unidos para ser analizadas. El objetivo es buscar relaciones parentales en bancos genéticos que cuentan con unos 50 millones de muestras colectadas en todo el mundo. Lo que se hace es, a partir del linaje materno, poder determinar la identidad del asesino. Hasta el momento no se han precisado mayores novedades sobre esta intervención.

En un intento por obtener información clave, el Estado ha ofrecido una recompensa de 10 millones de pesos a quienes puedan aportar datos sobre el responsable del femicidio. «Sabemos que hay personas que pueden tener miedo de hablar, pero garantizamos la seguridad de quienes quieran colaborar con la investigación», aseguró la letrada.

Hernán Sánchez y una causa que naufraga en tribunales

Hernán tenía 32 años y fue visto por última vez en la mañana del viernes 19 de diciembre de 2014. Era fotógrafo. Oriundo de Tanti, pero domiciliado en Villa Carlos Paz. Desde que su familia perdió contacto con él, comenzó el peregrinar de su búsqueda.

“Nos dimos cuenta de su ausencia porque tenía que venir a trabajar a Tanti y no vino. Cuando vi que no llegaba, lo llamé y el celular me daba apagado. Desde las 9 de la mañana su celular me daba apagado. En su casa están todas sus pertenencias. Da la sensación de que hubiera salido a hacer un trámite rápido y volver. Están sus documentos, la cámara de fotos, la computadora. Hay ropa, todo. De modo que él no se fue. O lo interceptaron en la calle o lo estaban esperando cuando salió del departamento. La verdad es que es raro”, relató Sandra, su hermana, los primeros días de la búsqueda.

Tres meses después, su cuerpo sin vida fue encontrado. Fue el viernes 13 de marzo de 2015, en horas de la mañana. Se lo localizó de casualidad, en el marco del operativo de búsqueda lanzado por la policía, bomberos, Defensa Civil y CEP para encontrar a Andrea Castana.

Fue un hallazgo fortuito y macabro. Según se pudo conocer, el personal del CEP lo encontró en un cañadón boscoso de difícil acceso. Los familiares se enteraron de la noticia a través de los medios de comunicación. Concurrieron al pie del cerro (en el acceso por calle La Rioja) y allí esperaron una hora al fiscal Ricardo Mazzuchi, a cargo de la investigación.

El funcionario judicial no tuvo el gesto humanitario de hablar primero con los familiares, sino que directamente se lo informó a la prensa, también reunida al pie del cerro.

De los tres meses que estuvo desaparecido, aún no está determinado qué día murió ni qué pasó con él.

La representación de la familia estuvo primero en manos de la abogada Laura Orce -hoy integrante del juzgado de faltas local-. Al poco tiempo fue reemplazada por Carlos Nayi.

En diciembre de 2016, el padre de Hernán, Jesús Sánchez, denunció públicamente que la muerte de su hijo tenía que ver con un ataque mafioso. “Un funcionario mandó a matar a Hernán porque había tomado una foto que no le convenía”, expresó. Más allá de la enorme repercusión mediática que tuvo esta declaración, en la práctica no hubo efectos sobre la marcha de la investigación.

A mediados del 2017 se dio a conocer que Mazzuchi pretendió cerrar la investigación concluyendo que se trató de un suicidio. La familia Sánchez apeló la decisión y siguen a la espera de una respuesta por parte del Tribunal Superior de Justicia de la provincia.

Vale recordar que el cuerpo de Hernán fue sometido a varias autopsias. La primera de ellas se efectuó el mismo 13 de marzo para reconocer la identidad del cadáver. Hubo un segundo informe ampliatorio con fecha del 31 de agosto de 2015. La fiscalía caratuló a la investigación como “muerte de etiología dudosa”.

Para el desarrollo de la autopsia, la familia Sánchez puso a dos peritos de control. Además, esa primera autopsia fue filmada. Si bien hubo planteos en disidencia sobre lo que concluyó el perito oficial doctor Jorge Maguna, la familia Sánchez solicitó el cambio de carátula considerando las lesiones que se encontraron en el cuerpo de Hernán.

“Teniendo en cuenta lo informado, tanto por el perito de parte como la pericia oficial, existen sobre el cuerpo de Hernán Sánchez, más precisamente sobre la espalda cercana a los omoplatos, equimosis intravitam, cuyo mecanismo de producción ha sido por percusión (golpe) y algo de desplazamiento cinético (arrastre), con la consiguiente rotura de capilares de la piel y extravasación de sangre en dicha zona. Teniendo en cuenta ello, que las equimosis fueron producidas ESTANDO EN VIDA HERNÁN SÁNCHEZ (mayúsculas y destacado del escrito original), no se puede descartar la participación en el hecho de terceras personas”, se lee en uno de los escritos presentados por el abogado de la familia para solicitar el cambio de carátula de la investigación.

La familia Sánchez pasó de estar protestando en pleno centro de Carlos Paz los días 13 de cada mes a no movilizarse. “Me cansé de la burla de la justicia, de la gente que tiene que investigar. Me cansé de la mala onda, los insultos y que te miren mal. Te ven como un pelotudo y no quiero pararme más a mendigar justicia”, insistió Jesús.

Hoy la familia ni siquiera tiene un contacto fluido con su abogado. “Hace años que no hablamos con el abogado. La causa está parada, lo cual es una buena noticia para los asesinos, que deben estar muy tranquilos”, añadió.

Convivir con la impunidad, nos interpela. A 10 años de estos hechos, seguimos reclamando JUSTICIA.

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