Organizaciones de derechos humanos, sindicatos y partidos de la oposición encabezaron la movilización anual, marcada este año por cuestionamientos a la gestión de Javier Milei.
Miles de personas se movilizaron este 24 de marzo en Plaza de Mayo en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, con una convocatoria encabezada por organizaciones de derechos humanos, gremios y sectores de la oposición. La manifestación estuvo marcada por fuertes críticas al gobierno de Javier Milei y a su vicepresidenta, Victoria Villarruel.
Entre las organizaciones presentes se destacaron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo e HIJOS, junto a agrupaciones políticas como La Cámpora, con la participación de Máximo Kirchner, el Frente Renovador, el Partido Obrero y distintos sindicatos, con la presencia de los dirigentes Hugo y Pablo Moyano. En un hecho inusual, después de casi dos décadas de actos separados, todos estos sectores compartieron escenario en el acto central.
Discursos y reclamos
La jornada comenzó con las palabras de Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, quien reafirmó el compromiso con la restitución de la identidad de los nietos y nietas apropiados durante la última dictadura militar. “La apropiación es desaparición forzada y, hasta que no se conozca la verdadera identidad, el delito continúa”, sostuvo. También recordó que la organización ha logrado restituir 139 identidades y que, recientemente, dos personas descubrieron su verdadero origen.
Carlotto estuvo acompañada en el escenario por Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Tras su intervención, se leyó un documento consensuado por las organizaciones convocantes, en el que se denunció el avance de políticas de ajuste y la reducción del rol del Estado. “Seguimos levantando las banderas de los 30.000 desaparecidos contra la injusticia y la desigualdad. Le decimos a Milei y a Villarruel: el pueblo unido jamás será vencido”, expresaron.
El documento también incluyó un rechazo a medidas impulsadas por el gobierno nacional, como el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, la Ley Bases y las reformas en materia de seguridad y justicia, calificándolas como “un intento de desmantelar el Estado y privatizar servicios esenciales”. Además, se pronunciaron en defensa de la salud pública y contra el cierre de hospitales como la maternidad Estela de Carlotto, el Hospital Laura Bonaparte y el Hospital Posadas.
El texto finalizó con una acusación directa al gobierno de Milei: “Pretenden negar el genocidio y desmantelar las conquistas en materia de Memoria, Verdad y Justicia. Basta de negacionismo y apologismo del genocidio orquestados por el gobierno nacional”.
Cierre de la movilización
Tras la lectura del documento, la desconcentración se llevó a cabo sin incidentes y sin aplicación del protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El operativo de seguridad contó con un despliegue moderado, permitiendo el desarrollo pacífico de la jornada.