Durante la audiencia pública por el balance municipal 2024, la candidata a defensora del Pueblo María Mancuello cuestionó duramente la gestión de los recursos. “El superávit no refleja eficiencia, sino una falta de inversión oportuna en áreas clave”, advirtió.
En la audiencia pública convocada por el Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz para tratar el balance municipal correspondiente al ejercicio 2024, la activista socioambiental y candidata a defensora del Pueblo María Ángela Mancuello, por la lista Vecinos con Voz, expuso con dureza contra las políticas presupuestarias del Ejecutivo. La instancia tuvo lugar en horas de la siesta en el Palacio Municipal 16 de Julio, con la participación de apenas un puñado de vecinos.
“Estoy acá para hablar del presupuesto municipal. Pero más que de números, vengo a hablar de decisiones. Porque detrás de cada peso presupuestado o no ejecutado, hay una elección política, y esa elección afecta la vida diaria de cada vecino”, planteó al iniciar su intervención.
Según detalló, el municipio presupuestó 53.300 millones de pesos en 2024, pero solo recaudó 41.300 millones. “Una diferencia de más de 12.000 millones de pesos que no puede explicarse simplemente por el contexto nacional. Este desfasaje tiene su raíz en un presupuesto inflado, desproporcionado, con aumentos de tasas muy por encima de la inflación, que terminaron asfixiando a comerciantes, trabajadores y familias”, argumentó.
Mancuello denunció que ante la caída de la recaudación, los ajustes no se aplicaron a la política sino a áreas esenciales: “No se ajustó la política, no se redujeron los cargos ni los asesores. Se recortó en salud, en mantenimiento, en infraestructura y en programas sociales que impactan directamente en la ciudadanía”.
Entre los ejemplos concretos, mencionó que:
- En Salud Pública, se ejecutaron 6.800 millones sobre 8.200.
- En infraestructura sanitaria, se usaron solo 2 millones de los 27 presupuestados.
- En esterilización animal, de los 22 millones asignados se ejecutaron apenas 171 mil.
- En atención a la infancia, se utilizaron 8 millones de los 24 previstos.
- En el servicio 147 de atención ciudadana, se ejecutaron 800 mil pesos de casi 4 millones.
- En áreas como desarrollo social, educación, género y diversidad, la ejecución no alcanzó ni el 50%.
“Esto no es un hecho aislado. Es un patrón que se repite en todas las áreas sensibles”, advirtió, al tiempo que apuntó contra la administración de fondos específicos: “Se recaudan para obras de gas, seguridad, expropiaciones en el faldeo de montaña, etc. Pero no se ejecutan. Se dejan en plazos fijos o se difieren para el año siguiente, y se contabilizan como superávit”.
Cuestionó que este superávit municipal, presentado como logro de gestión, “no refleja eficiencia, sino una falta de inversión oportuna en áreas clave”. Y planteó: “Eso no es un ahorro. Eso es una deuda no asumida. Es una trampa contable”.
Mancuello también alertó sobre el abandono de los dos pilares económicos de la ciudad: el turismo y la construcción. “En turismo, en lugar de fortalecer la promoción, la limpieza, la infraestructura y los servicios, el municipio redujo drásticamente la inversión. Hoy la ciudad se ve desordenada, sucia, sin propuestas, y ha caído en los rankings turísticos nacionales”, sostuvo.
En cuanto al sector de la construcción, criticó la falta de planificación urbana y los cambios de reglas permanentes, que –según expresó– han provocado la migración de desarrollistas y trabajadores hacia otras localidades. “Dinero que podría haber quedado en Carlos Paz, hoy lo estamos perdiendo”, lamentó.
La raíz de estas problemáticas, afirmó, es la ausencia de un ordenamiento territorial serio: “No planificar el uso del suelo colapsa los servicios, afecta la salud pública y debilita incluso la seguridad jurídica del ambiente. No podemos hablar de progreso sin planificación”.
También reclamó mayor transparencia y control ciudadano sobre el uso del dinero público: “No podemos hablar de transparencia si la ciudadanía no tiene herramientas reales para controlar el presupuesto”, dijo, y formuló tres propuestas concretas:
- Definir objetivos prioritarios para que el presupuesto refleje las verdaderas necesidades de la ciudad.
- Habilitar plataformas simples y accesibles donde cualquier vecino pueda ver, de manera clara y entendible, cómo se gasta el dinero público.
- Entregar los ejercicios presupuestarios en formatos editables, como Excel, que permitan un análisis real, evitando los PDFs cerrados que dificultan el control.
“Una ciudad que recauda mucho y ejecuta poco, que promete obras que no realiza, que subejecuta lo social y lo sanitario, no está cuidando a su gente. Y porque una ciudad que no permite el control, no tiene intención de mejorar”, sentenció.
Finalmente, resumió su postura con una definición contundente: “El presupuesto no es una planilla. Es la expresión más clara de las prioridades de un gobierno. Y hoy, esas prioridades están desenfocadas”.
“Vengo a decirlo con respeto, pero con toda la firmeza que exige este momento: la ciudad necesita cambiar el rumbo. Necesita volver a mirar a su gente, invertir en lo que importa, y construir confianza con transparencia, con eficiencia y con verdadera participación ciudadana”, concluyó.
También tomó la palabra su compañero de fórmula, el candidato a defensor Adjunto Luis Farías, quien reforzó los cuestionamientos hacia el balance municipal y subrayó la necesidad de una gestión más austera, planificada y controlable.
Muy bueno!