El pasado 5 de mayo, una muestra de ADN del asesino de Andrea Castana llegó a las oficinas del FBI en Estados Unidos para que sea parte de un proceso de genealogía genética.
El crimen ocurrió hace más de nueve años y permanece impune.
El miércoles 11 de marzo de 2015, la joven dejó a sus hijos en el colegio y encaró una caminata por el sendero que lleva a la cima del Cerro de la Cruz en Villa Carlos Paz. Nunca bajó. Dos días después de una intensa e irregular búsqueda, su cuerpo fue hallado sin vida con signos de agresión sexual a pocos metros de la estación número nueve del Vía Crucis. Había sido violada y estrangulada hasta morir.
El involucramiento del FBI abre una luz de esperanza para que, de una vez por todas, el brutal asesinato pueda resolverse.
Según se explicó, la Genealogía Genética Investigativa es una nueva especialidad científica que cruza la genética con la genealogía, utilizando análisis de ADN específicos y más amplios para iniciar una investigación de parentesco biológico en la familia.
El papá de Andrea, Luis Castana, junto a los abogados querellantes Gerardo Batistón y Daniela Pavón, se reunieron este lunes con el fiscal del caso, Ricardo Mazzuchi, y la instructora de la causa, Silvana Pen, para notificarse de manera oficial sobre el traslado de la muestra y el inicio de la nueva línea investigativa, de acuerdo a lo publicado por La Voz del Interior.
Vale recordar que Pen se hizo cargo de la investigación hace poco más de un año. Y bajo su pesquisa se logró determinar que hubo otros cuatro casos de abusos ocurridos en el mismo lugar donde se perpetró la violación y el crimen de Andrea, entre 2004 y 2005. En uno de ellos el abusador dejó muestras genéticas en el cuerpo de la víctima, que coincide con el hallado en el cuerpo de Andrea.
A partir de esta nueva evidencia, se tomaron más de 300 muestras voluntarias de ADN entre vecinos de la zona, trabajadores del sector y personas que en los meses cercanos a la fecha del crimen practicaban ascensos y descensos del Cerro de la Cruz.
‘La finalidad de los ADN voluntarios es hacer un banco genético que sólo se puede usar en esta causa. Es una de las preocupaciones de la gente que viene, pero hay que aclarar que sólo se puede usar para esta causa’, explicó Pen. Y destacó que es la primera vez que el FBI intervendrá de esta manera en un caso de Argentina y de la región.
‘El estudio demora dos meses, y es como un ADN ampliado. La finalidad es ubicar parientes más lejanos del supuesto autor con la muestra que se envió. La idea es llegar hasta primos sextos, por ejemplo, y conformar un árbol genealógico para procurar identificar al autor’, detalló.
Luis Castana, por su parte, afirmó que, ‘dentro de mi dolor, esto me da fuerzas para seguir’.
‘Fue una alegría el tema del FBI, es una esperanza firme, que nunca hubo hasta ahora. Les agradezco el esfuerzo que fue llegar al FBI. No es normal porque trabaja para Estados Unidos nada más. Hay excepciones, pero yo no lo esperaba.
Quiero que esto se termina de una vez. 9 años y unos meses, es una locura’, expresó.
Para la abogada Daniela Pavón lo importante es difundir que se siguen extrayendo muestras de ADN de manera voluntaria.
‘La investigación sigue en curso y queremos dar a conocer lo que se está haciendo. Y se están tomando muestras de manera voluntaria y quizás hay una falta de información para la gente. Lo que se trata de llegar es a vínculos con el autor del hecho’, señaló.