El carlospacense Walter Gispert juró esta mañana como legislador provincial en representación del departamento Punilla.
Lo hizo en el marco de la sesión preparatoria de la unicameral cordobesa durante la que asumieron en sus bancas los 70 parlamentarios electos en los comicios de junio pasado.
El vicegobernador, Manuel Calvo, tomó el juramento de rigor a Gispert quién pasó junto a Matías Chamorro y Alejandra Ferrero.
‘Espero estar a la altura de quienes confiaron en nosotros’, afirmó el expresidente del Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz.
‘La gente me votó para ser oposición y voy a cumplir con ese rol’
En una entrevista con VillaNos Radio, recordó que la elección de junio ‘fue muy pareja’ y que la legislatura ha quedado ‘prácticamente empatada’. En este sentido advirtió que durante la transición desde Hacemos Unidos por Córdoba ‘han intentado cooptar’ a algunos legisladores de Juntos por el Cambio.
‘Fue una transición muy larga y pasaron muchas cosas en el medio. En estos meses hubo dos grandes situaciones. Una es la búsqueda del gobierno provincial de captar legisladores y la otra es el avance con una legislación para evitar los controles por parte del Tribunal de Cuentas’, indicó.
Consideró luego que el gobierno de Schiaretti ‘no ha sabido resolver el problema de la seguridad, de la deuda que tiene la provincia, del reclamo salarial docente y de la salud’.
‘Cumpliremos la promesa que dijimos y una de ellas fue recuperar el 82% móvil para las y los jubilados. Esa será nuestra primera propuesta’, adelantó.
Consultado sobre cómo será el vínculo con los intendentes y jefes comunales de Punilla y particularmente con el intendente de Villa Carlos Paz, Esteban Avilés, Gispert respondió: ‘mi actitud va a ser de ayudar a los gobiernos a funcionar bien. En el departamento tengo buena relación con algunos, a otros no los conozco. Pero sí puedo decir que con Avilés la relación será mala’.
‘Yo tenía alguna esperanza de que ponga el municipio a favor del desarrollo de la ciudad y ha hecho todo lo contrario. Ha endurecido la política sectaria y el autoritarismo. Viola las normas como lo hizo al nombrar a su mujer en una secretaría. Es un escándalo realmente’, opinó.
Tras agradecer a quienes lo votaron, Gispert cerró la entrevista con un mensaje contundente: ‘Yo no soy de los que dicen ‘si gobierna bien, acompaño’. Muchos usan ese argumento para luego cambiarse de color político y terminan siendo funcionarios del gobierno’.
‘La gente me votó para ser oposición y voy a cumplir con ese rol. Si el gobierno anda bien, la gente lo elegirá de nuevo. Si no es así, construiremos una alternativa. Esta vez estuvimos cerca. Ojalá en la próxima elección, podamos ganar’, finalizó.