El Xeneize cayó 2 a 0 en su visita al Fortinero, que ganó con goles Fabián Cubero y Mariano Pavone. Así el conjunto dirigido por Rodolfo Arruabarrena sigue sin cicatrizar la herida de la eliminación de la Libertadores.
La obligación era de Boca a partir de la distancia jerárquica de sus integrantes respecto del equipo local, plagado de juveniles en un proceso de recambio futbolístico originado en el ajuste de cuentas que el presidente Raúl Gámez propuso para este momento económico de la institución.
Pero como el “xeneize” viene muy golpeado después de la traumática y escandalosa eliminación de la Copa Libertadores a manos de River Plate, ante cualquier oposición medianamente atinada se desbarata y empareja para bajo.
Así las cosas el encuentro fue transcurriendo dentro de la primera etapa con una chatura típica de fin de temporada, aunque por imperio de los calendarios en la Argentina esta concluirá cerca de Navidad como hacía muchísimos años que no ocurría.
La falta de claridad de la visita y la carencia de ideas de los anfitriones estableció el desarrollo en la mitad de la cancha, lejos de los arcos y con las vertientes laterales de Boca clausuradas por una firme labor de los marcadores de punta Matías Pérez Acuña y delante suyo Fabián Cubero (acumula cinco tarjetas amarillas y dos rojas que le juntan seis fechas de suspensión, pero actúa por el artículo 225) por la derecha y Facundo Cardozo por la izquierda.
De esa manera se consumió la primera etapa, dejando abierto un pronóstico no muy alentador para el período complementario.
Sin embargo las apariencias a veces engañan y los segundos 45 minutos depararon otra cuestión, nada del otro mundo por cierto, pero al menos se dispararon algunas emociones que parecieron tener más su origen en la Justicia Divina que en la futbolistica.
Es que después del atajo legal que tomó Boca para dejar a Vélez fuera de la presente edición de la Copa Libertadores, el equipo de Liniers pareció tomarse revancha hoy de esa circunstancia cuando promediando el segundo tiempo fue justamente Cubero, quien no debía jugar este partido si no fuera por el mencionado recurso que habilita el reglamento de AFA, el autor del gol de la victoria.
El pibe Nicolás Delgadillo se sacó la pelota de encima lanzando un centro hacia atrás y Cubero le ganó insólitamente en el salto a Fabián Monzón para vencer de cabeza la débil resistencia de Orión. Tercer tanto del capitán velezano a Boca en su carrera.
Previamente el arquero velezano le sacó el triunfo “del buche” a Boca tapando espectacularmente dos remates a boca de jarro de Daniel Osvaldo y Andrés Chávez.
La última vez que Boca perdió dos partidos seguidos fue cuando Carlos Bianchi resultó cesado en el cargo, hace un año, justamente cuando tras caer 3-0 con Atlético Rafaela y 3-1 con Estudiantes lo sucedió justamente Rodolfo Arruabarrena.
Después, sobre el epílogo Mariano Pavone redondeó el marcador tras otra buena acción de Delgadillo, pero la épica de este juvenil Vélez ya la habían firmado el pibe Aguerre y el veterano capitán Cubero. El primero en la cancha, el segundo ayudado por los escritorios. Como para saldar cuentas, tal como le gusta a Gámez.
Télam