Por Hernán Ibar

En exclusivo dialogamos con uno de los representantes que tiene el cuerpo técnico de la Reserva en Talleres, que viene pasando un gran momento al igual que el elenco de Primera División.

Juan Mario Obulgen, quien conoce los pasillos de “la boutique” y el “Kempes” a la perfección, se encuentra en uno de sus mejores momentos como entrenador.

Si bien ya tiene historia en el mundo albiazul, desde hace tiempo que se encuentra formando jugadores para darle el último empujón antes de su llegada a la Primera División.

Tras dirigir a la “T” en la Liga Cordobesa y hacer lo propio en inferiores, el “Mono” no se achica y tiene grandes aspiraciones para el futuro.

Más allá de disfrutar de este momento, quiere volver a dirigir un plantel profesional de Primera, sabiendo que la experiencia sumada en los últimos años fue fundamental para el crecimiento de su carrera como técnico.

Sin embargo, el exdefensor vive feliz de su trabajo, que da sus frutos día a día, bajando la línea del buen pie, y con el apoyo de la dirigencia hacen que hoy Talleres viva un gran 2018 en todas sus divisiones.

Entre emociones recuerda su paso por Atlético Carlos Paz, logrando el primer ascenso a la máxima categoría de la Liga Cordobesa, o además lo hecho con Coleoni en su interinato con Talleres… los viajes, partidos, aquellos comienzos que fueron marcando el camino para que Obulgen disfrute un 2018 con mayor experiencia.

Con el objetivo bien claro para este año buscarán seguir creciendo, con la idea de promover a más chicos, para que estén listos a la hora de dar el salto al plantel profesional.

Rumbo a los 20 años como entrenador, Juan Mario Obulgen, o más conocido como el “Mono”, se ha ganado el respeto de todos en el ambiente.

Buen tipo y laburador como pocos, son adjetivos que van marcando a un hombre que ha cumplido sus sueños con Talleres, y aun lo mejor está por llegar…

Sin embargo, recuerda en todo momento a su familia, que siempre acompañó al ídolo de los Obulgen, desde jugador en sus inicios, o ahora mismo dando órdenes desde el banco de suplentes…

 

– ¿Qué sensaciones te quedan de este buen arranque con la Reserva de Talleres?

– La verdad que ser parte de este momento institucional que vive el club es un orgullo. A través de la gran gestión que está haciendo Andrés Fassi, el club administrativamente se encuentra muy sólido y nada es casualidad en la vida. Cuando uno hace las cosas bien el éxito deportivo es más fácil conseguirlo. Después de tres años y meses de esta nueva conducción creo que Talleres no para de crecer, así también el crecimiento y desarrollo personal se va afianzando, casi veinte años formando jugadores, tratando de inculcar esos valores y enseñanza que he vivido en mi carrera.

 

– ¿Cuál es el objetivo para esta parte del año?

– La idea es seguir creciendo desde lo profesional. En cuanto a los resultados deportivos, estamos en un año de transición, por ahí formar a algunos jugadores que tienen edad de sexta o quinta división, porque no tenemos necesidad de salir campeón, ya que se consiguió meses atrás, queremos formar a los jugadores para que puedan llegar a Primera División.

 

– ¿Te imaginabas vivir estos buenos momentos en Talleres?

– Yo viví los momentos no tan buenos en el club, y ahora vivo este presente que la verdad que no me imaginaba ver. Una persona tan importante para la institución como Andrés Fassi, sabiendo que es hincha de Talleres, es un plus para su conducción. La verdad que uno no toma dimensión de lo que se está haciendo. Hoy el país está hablando del modelo Talleres. Uno está muy contento de vivir estos momentos, es un orgullo, es algo muy lindo lo que está pasando en la institución.

 

– ¿De tu pensamiento como jugador que ha cambiado a este Obulgen entrenador?

– Las épocas han cambiado, uno está más maduro, más profesional, los conocimientos adquiridos… Hoy creo que estamos con una metodología bastante innovadora, en inferiores con este formato nuevo te reposiciona, con la madurez necesaria de manejar un grupo profesional, le doy un valor bastante significativo a eso.

 

– ¿Qué explicación le encontrás al crecimiento que ha tenido la “T”?

– Hoy Talleres es un club modelo, que está saneado, con un capital importante y en todas las divisiones hay jugadores con mucho valor. Así que por ahí eso también te lleva a tener una exigencia alta, es la gran gestión que se viene haciendo por parte de los dirigentes, y eso lleva a que los resultados deportivos puedan verse seguido.

 

– ¿Recordás tus inicios como DT?

– Sí, recuerdo mis comienzos en las inferiores de Talleres, fue un paso corto en ese lapso, me vine a Atlético Carlos Paz, conseguimos el ascenso de la “B” a la Primera “A” de la Liga Cordobesa, fueron momentos duros, difíciles, uno se hizo a partir de los golpes, ya con estos años transcurridos y verme en una categoría muy importante hoy dirigiendo es un orgullo, por supuesto que dentro de esto mencionamos a la familia que respalda, apoya, acompaña, entonces hoy estoy en el lugar que quiero estar.

 

– ¿Cuál es el estilo de juego que tiene tu equipo?

– Es una idea de juego clara, con salidas desde atrás, progresando en el campo con pases, siempre con la pelota al piso, las transiciones prolijas, me gusta llegar al área rival con jugadores, una idea ambiciosa, por ahí tiene que ver con la bajada de línea que tiene la Primera División, por eso mismo la Reserva intenta jugar con un estilo de juego marcado.

 

– ¿Qué sueño te falta cumplir en el mundo del fútbol?

– Me gustaría dirigir una Primera División,  no sé si será en este club, ya me tocó en algún momento hacerlo en forma interina, en ese momento con Sergio Coleoni, nos fue bien, eso llevó a que la dirigencia confíe en mí, a nivel humano también, y tengo aspiraciones de dirigir alguna Primera División… seguiremos formándonos, esperando el destino, viviendo este presente con muchas ganas y con mucha felicidad.

 

Nota correspondiente a la edición n° 509 del semanario La Jornada, del 09 de abril de 2018.

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