La fábrica de alfajores Estancia El Rosario, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de La Cumbre, pasa por sus últimos momentos camino a su cierre definitivo y en la puerta de sus instalaciones se realiza la protesta de los trabajadores que pretenden mantener su fuente de trabajo.
Los dependientes han declarado el estado de asamblea permanente y con pancartas asoman las posturas contrarias a la desaparición de un símbolo de la industria alimenticia destinada al turismo que visitaba la provincia de Córdoba.
Unos 40 trabajadores luchan por mantener la empresa abierta y han realizado gestiones con ese fin, aunque las opciones no han variado de apuntar hacia la baja de persianas del complejo.
Para los cordobeses quedará en la memoria la tradicional caja de alfajores de dulce de leche o frutas, envueltos en el papel que identificaba a la firma y que le dieron una enorme identidad al producto.
Desde hace años que las dificultades económicas se mostraban como el imperativo esencial para la continuidad de la fábrica, según recuerdan los memoriosos.
