El Tribunal Oral Federal N° 3 de Córdoba sentenció a Walter Gil como autor del secuestro y homicidio de Santiago Aguilera, ocurrido en agosto de 2022 en Traslasierra. Julio César Ramírez recibió cuatro años de prisión por encubrimiento. La familia de la víctima cuestionó la investigación y exigió justicia completa.
A casi dos años del crimen que conmocionó a Traslasierra, este martes el Tribunal Oral Federal N° 3 de Córdoba dictó sentencia en el juicio por el asesinato de Santiago Aguilera, el joven de 18 años secuestrado y asesinado en agosto de 2022.
Walter Gil fue condenado a prisión perpetua como autor del delito de secuestro extorsivo triplemente agravado, por haber causado la muerte de la víctima, haber actuado con al menos dos personas y haber producido lesiones graves. Por su parte, Julio César Ramírez recibió una pena de cuatro años de prisión por encubrimiento agravado, una condena que generó descontento en la familia de Aguilera, que había solicitado una pena mayor.
El crimen
Santiago Aguilera fue secuestrado el 16 de agosto de 2022 en el paraje Chuchiras, cerca de Las Tapias. Al día siguiente, sus familiares comenzaron a recibir mensajes extorsivos desde el celular del joven, en los que se exigía un rescate de entre 7 y 10 millones de pesos y se advertía que no debían acudir a la policía.
Cinco días después, el cuerpo sin vida de Santiago fue hallado en un basural en la zona de Boca del Río, en Villa Dolores. Presentaba signos de tortura y un fuerte golpe en la cabeza, que habría sido la causa de la muerte.
La investigación determinó que Walter Gil, excompañero de trabajo del padre de la víctima, ideó y ejecutó el secuestro junto a otras personas. Julio César Ramírez fue acusado de encubrir el hecho, aunque no se pudo comprobar su participación directa en el crimen.
La voz de la familia
Durante la última audiencia, los padres de Santiago expresaron su profundo dolor. Carlos Aguilera, visiblemente conmovido, afirmó: “Aparecieron estos traicioneros, cuando uno menos lo esperaba, para cambiarnos la vida y convertirla en un infierno. El daño y el dolor que nos causaron es inmenso e irreparable. Será perpetuo infinito. Movidos por codicia, nos arrancaron a nuestro hijo de nuestra propia casa, lo torturaron sin piedad, lo asesinaron y lo tiraron en un basural”.
Su madre, muy angustiada, decidió adherir al mismo testimonio sin agregar declaraciones adicionales. Ninguno de los imputados declaró antes del fallo del tribunal.
La familia también apuntó contra el fiscal Enrique Senestrari, a quien acusaron de ser “responsable” de las deficiencias en la investigación. Consideran que hubo fallas graves en la instrucción y que aún queda mucho por esclarecer.
La causa sigue abierta
Aunque este fallo representa un cierre parcial para la causa, la investigación no está concluida. Aún quedan cuatro personas imputadas que serán investigadas en un proceso paralelo. La expectativa de la familia es que se avance con nuevas imputaciones y se llegue a la verdad completa.
