El senador del Centro Democrático fue baleado durante un acto de campaña en Bogotá. Está en estado crítico tras cirugías cerebrales y de muslo. Autoridades arrestaron a un menor y ofrecen millonaria recompensa.
El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, del partido Centro Democrático, fue víctima de un atentado armado el sábado por la tarde durante un mitin en el barrio Fontibón de Bogotá, lo que remeció al país y reavivó el fantasma de la violencia política en Colombia.
Según reportes oficiales, Uribe Turbay recibió entre dos y tres disparos, los cuales impactaron en la cabeza y el muslo izquierdo. Fue trasladado de urgencia a la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde fue sometido a cirugías neuroquirúrgicas y vasculares periféricas. El parte médico indica que su estado es crítico y el pronóstico, reservado.
Un menor de 15 años, identificado como el presunto agresor, fue detenido en el lugar con un arma tipo Glock. Otras dos personas resultaron heridas en el ataque. Las autoridades establecieron que el atacante habría actuado bajo el supuesto designio de otros, por lo que continúa la investigación.
El atentado generó un fuerte rechazo político en Colombia. El presidente Gustavo Petro lo calificó como “un ataque a la democracia y a la libre expresión”, canceló su viaje a Francia y llamó a la unidad nacional. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, dispuso una recompensa de 3.000 millones de pesos (cerca de 730 mil dólares) para quien brinde información sobre los responsables.
La comunidad internacional también condenó el ataque. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, lo calificó como “una amenaza directa a la democracia” y responsabilizó al clima político polarizado en Colombia.
El suceso revive el trauma histórico del país: Colombia mantiene aún cicatrices de magnicidios como el de Luis Carlos Galán en 1989. El actual ataque coloca nuevamente en el debate público la seguridad de los aspirantes políticos en vísperas de las elecciones presidenciales de mayo de 2026.