El deportista Nicolás Mardones, del Club Palermo Bajo, denunció insultos homofóbicos durante un partido ante Córdoba Athletic y pidió que la Federación actúe con firmeza.
El jugador Nicolás Mardones, integrante del plantel masculino del Club Palermo Bajo, presentó una denuncia formal por comentarios homofóbicos recibidos durante un partido oficial del torneo local frente al Córdoba Athletic Club.
El hecho ocurrió el 10 de octubre en el predio Bimbo Rizzuto. En su presentación ante la Federación Cordobesa de Hockey, el deportista solicitó que se investigue lo sucedido y se tomen medidas disciplinarias.
Según su testimonio, el encuentro transcurría con normalidad hasta que comenzaron las burlas y agravios vinculados con su orientación sexual por parte de jugadores del equipo rival.
Mardones afirmó que intentó recurrir a la árbitra del encuentro, Yael Salinas, para pedir su intervención, pero —según su versión— la jueza no tomó medidas y le advirtió que podría ser sancionado si insistía con el reclamo.
“Durante los últimos dos cuartos comenzaron a tener comentarios fuera de lugar. No solo eran insultos o amenazas, sino que se cruzaban límites metiéndose con la sexualidad de mi persona”, expresó el jugador en la carta presentada ante la Federación.
El deportista reconoció que reaccionó de manera inapropiada ante la reiteración de las ofensas y la falta de respuesta arbitral, lo que derivó en su expulsión del partido. Sin embargo, remarcó que no fue un hecho aislado.
“Esta situación de comentarios homofóbicos la vivo a menudo en distintos partidos y es algo que me afecta mucho. La homofobia en el deporte es un problema que impacta a atletas de todo el mundo”, señaló.
En sus redes sociales, Mardones publicó un mensaje acompañado de la bandera del orgullo con la frase: “🏳️🌈 Basta de odio, basta de silencio”, que obtuvo el apoyo de jugadores y referentes del hockey cordobés.
Hasta el momento, la Federación Cordobesa de Hockey no emitió un comunicado oficial, aunque el escrito fue ingresado por mesa de entradas y se espera una respuesta en los próximos días.
El caso reabre el debate sobre la violencia simbólica y verbal en el deporte, y la necesidad de garantizar espacios libres de discriminación, con perspectiva de género y diversidad dentro de las canchas.

























 
                
 
		










