El ministro de Salud Pública, Roberto Morales, afirmó que “es un hito que refleja la integración de todo el sistema asistencial”.
Cuba alcanzó en 2017 una tasa de mortalidad infantil de 4,1 por cada 1.000 nacidos vivos, la más baja de la historia del país caribeño, informó el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la isla.
Además, disminuyeron a 35 los menores de un año fallecidos y existe la posibilidad de culminar diciembre con un índice aún inferior, indicó el ministro de Salud Pública, Roberto Morales, en un acto de homenaje a los trabajadores del sector, según reportó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
“Este es un hito que refleja la integración de todo el sistema asistencial del país. Se trata de vidas salvadas, de calidad de vida, de felicidad y satisfacción para nuestro pueblo”, afirmó el titular de la salud cubana, según la agencia de noticias EFE.
También detalló que se reduce el bajo peso al nacer -de 5,2 a 5,0 por cada 100 nacimientos-, y las tasas de mortalidad materna -de 42,6 a 38,0 por cada 100.000 nacidos vivos- y escolar, de 2,1 a 1,7 por cada 10.000 habitantes de ese grupo de edad.
Morales precisó que por malformaciones congénitas se reporta un índice de 0,9 fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos como resultado del desarrollo y perfeccionamiento de la red de genética.
En el balance de los resultados destacó también los del programa para el control del cáncer, que en los últimos tres años ha detenido el crecimiento de la mortalidad por esa enfermedad.
Refirió que se mantiene la eliminación de padecimientos como la poliomielitis, la difteria, el tétanos en recién nacidos, la tosferina, el sarampión, la rubeola y la parotiditis y que se cumplen los indicadores de “impacto”, después de que se eliminó la transmisión
materno-infantil del VIH.
En 2016, Cuba registró un indicador de mortalidad infantil de 4,3, lo que significó que durante nueve años consecutivos la isla reportó una tasa menor a 5 por cada 1.000 nacidos vivos.