La lluvia no amedrentó a los vecinos y vecinas de Punilla Sur que se convocaron el martes pasado por la tarde en Icho Cruz para decir basta de femicidios. El punto de concentración fue el arroyo La Aguada, el sitio donde fue encontrado días pasados el cuerpo sin vida de Carina Drigani Bulla.
“La idea es manifestarnos en este lugar que es muy simbólico, hoy negativamente. Pero queremos recuperar este espacio como un lugar de vida, como lo fue siempre. Manifestarnos, para nosotros es no callar. Es dar a conocer y hacer público lo que nos está pasando”, dijo Natalia Cañete, abogada y una de las vecinas autoconvocadas.
Alrededor de 50 personas se hicieron presentes, entre los cuales también estuvo Edgardo Contizanetti, amigo de Liz Funes, asesinada semanas atrás en el country La Estanzuela, de la localidad de La Calera. “Liz era una hermana para mí. Hemos tomado el compromiso de mantener viva su memoria y retomar el compromiso de exigir justicia para que esto, de alguna manera, se termine. Es gravísimo lo que está pasando”, expresó.
Cabe mencionar que en apenas nueve días hubo cuatro femicidios en Córdoba y en lo que va del año ya son ocho las mujeres asesinadas. “No terminamos de aprender un nombre que ya debemos mencionar el de otra mujer asesinada”, reflexionó una vecina. “No puede ser que después de denunciar al golpeador, la mujer tenga que volver a vivir en la misma casa”, planteó otro de los asistentes.
A lo largo del encuentro hubo expresiones de indignación, pero también el claro desafío de no mirar para otro lado y de plantear la problemática a las autoridades locales, entendiendo que los municipios y comunas tampoco pueden desentenderse de lo que está pasando.
Entre los presentes, hubo artistas como Pachi Herrera y Magu Apoella, que aportaron la música como herramienta clave para purgar el dolor y recuperar simbólicamente al arroyo como espacio de vida.
Nota correspondiente a la edición n° 416 del semanario La Jornada, del 15 de mayo de 2015.
