Defensor del Pueblo: una elección marcada por el desinterés y el desprestigio institucional

Por Alejandro Gómez


Este domingo 29 de junio se elegirá al nuevo defensor del Pueblo de Villa Carlos Paz. Será la cuarta vez que se convoca a comicios para este cargo desde que fue creado en la Carta Orgánica Municipal, pero todo indica que la jornada electoral estará marcada —una vez más— por la baja participación y el fuerte descrédito social hacia la institución.

Competirán seis listas, cuyos candidatos (titular y Adjunto) figurarán en la Boleta Única de Sufragio en el siguiente orden: El Defensor Avanza con Transparencia (Marcelo Iriarte – Hugo Macat), Vecinos con Voz (María Ángela Mancuello – Luis Farías), Vecinos e Instituciones por la Defensoría (Víctor Curvino – Jorge Álvarez), Ética y Compromiso (Miriam Castellino – Fabiana Rocaspana), Unión Celeste y Blanco (Santiago Juliá – María Fernanda Salas) y Partido Demócrata (Jacinto D’Ángelo – Miryan Spezia).

La figura del actual defensor, Víctor Curvino, ocupa el centro de la escena, no precisamente por su labor a favor de los vecinos sino por su alineamiento con el oficialismo. De hecho, buscará la reelección con el respaldo de la estructura municipal (algo que el gobierno ni se molesta en ocultar), y su continuidad representa —para propios y extraños— un intento por mantener bajo control una institución que, en la práctica, se ha mostrado subordinada al Ejecutivo.

Entre los cuestionamientos más reiterados se encuentra el altísimo salario que percibe el defensor del Pueblo, equivalente al del intendente. Se trata de uno de los sueldos más altos del organigrama estatal local. En este contexto, el presupuesto anual de casi 500 millones de pesos para 2025 contrasta fuertemente con la casi nula visibilidad del organismo y su escaso involucramiento frente a problemas concretos de los vecinos, sobre todo los relacionados con el accionar del municipio.

Voces críticas

Así las cosas, los mensajes de campaña se enfocaron principalmente en intentar recuperar la legitimidad perdida. Marcelo Iriarte, desde El Defensor Avanza con Transparencia, se comprometió a “trabajar por una ciudad que respete la dignidad de cada persona, de cada niño y abuelo; una ciudad más justa, con un municipio que rinda cuentas por sus acciones. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”.

María Ángela Mancuello, de Vecinos con Voz, también cuestionó con dureza el uso actual de la Defensoría. Sostuvo que “no responde al vecino sino al poder político”, y que su candidatura representa la posibilidad de “tener una Defensoría que defienda, no que obedezca”.

Desde Ética y Compromiso, Miriam Castellino planteó que su lista “es la única que se toma con seriedad la elección y la institución”, asegurando “capacidad e independencia: ni oficialismo, ni opositores irresponsables”.

Una voz completamente disonante es la de Santiago Juliá, de Unión Celeste y Blanco, quien directamente propone cerrar la Defensoría. Afirmó que “no resuelve nada sustancial” y que su existencia solo se justifica “para que unos pocos tengan una caja millonaria, sueldos desproporcionados y cargos sin control”. Su proyecto prevé cerrar el organismo mediante una enmienda a la Carta Orgánica, o renunciar en caso de no poder concretar esa reforma.

Apatía y ausencia de información

Más allá de las propuestas, el dato más preocupante es el desinterés generalizado. El antecedente inmediato es alarmante: en 2021 votó apenas el 25% del padrón. Y todo indica que esta vez la participación podría ser incluso menor. La campaña ha sido austera, con escasa presencia en la vía pública y sin esfuerzos informativos desde el municipio. Tampoco hubo debates públicos.

La presidenta de la Junta Electoral, Paula Hernández, admitió que trabajaron con limitaciones y sin presupuesto propio, pero aseguró que “está todo listo” para garantizar la jornada del domingo. “Ojalá vaya a votar más gente que la elección pasada. La elección es obligatoria”, recordó.

En paralelo, algunos espacios destinaron sus reducidos recursos a campañas en redes sociales, buscando suplir —aunque de manera muy limitada— la falta de difusión oficial.

Denuncias

Los últimos días de campaña estuvieron marcados por la presentación de diversas denuncias ante la Junta Electoral, lo que encendió tensiones internas y profundizó la controversia. Una de ellas fue presentada por Vecinos con Voz, que solicitó la prohibición del uso de celulares en el cuarto oscuro, al advertir que podrían ser utilizados como herramientas de coacción al voto.

Unión Celeste y Blanco, por su parte, denunció el presunto uso electoralista de fondos públicos por parte del oficialismo, señalando que se estarían promoviendo acciones institucionales durante el período de veda establecido por la normativa electoral.

También El Defensor Avanza con Transparencia elevó una denuncia formal, esta vez por supuestas presiones a empleados municipales. Según su presentación, se habrían ejercido amenazas o condicionamientos para lograr apoyo a la lista oficialista.

Las presentaciones de Mancuello, Juliá e Iriarte (los tres ofrecieron una conferencia de prensa conjunta el jueves pasado) provocaron críticas por parte de la candidata de Ética y Compromiso, Miriam Castellino. “No queremos circo, queremos transparencia”, afirmó. Y remarcó que es la Junta Electoral “el órgano competente para investigar” esas presuntas irregularidades.

La réplica durante el encuentro con los medios vino de parte de Mancuello, quien, en directa alusión, mostró un video de la propaladora municipal replicando un mensaje en tono proselitista a favor del actual defensor del Pueblo y candidato a la reelección del oficialismo, Víctor Curvino. “No es circo, es realidad”, remató.

Todas las denuncias fueron formalizadas ante la Junta Electoral, que, al cierre de esta edición (lunes 23), no había informado resoluciones, más allá de adelantar que se dispondrá cartelería advirtiendo sobre la prohibición de utilizar celulares en el cuarto oscuro.

Una institución en crisis

A más de una década de su puesta en marcha (2013), la Defensoría del Pueblo de Villa Carlos Paz atraviesa una crisis de legitimidad. Y enorme desconocimiento.

La institución fue creada en el artículo 171 de la Carta Orgánica Municipal, con la siguiente definición: “La Defensoría del Pueblo es un organismo independiente que actúa con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de otra autoridad. Su misión es la defensa y protección de los derechos humanos y demás derechos, garantías e intereses tutelados en la Constitución Nacional, Constitución Provincial, esta Carta Orgánica, leyes y ordenanzas, ante hechos, actos u omisiones de la administración pública municipal. Supervisa la eficacia de la prestación de los servicios públicos y la aplicación de las ordenanzas y demás disposiciones. Tendrá a su cargo, en el ámbito del ejido municipal, la defensa de los derechos de la niña, el niño y el adolescente y velará por la protección y promoción de sus derechos, consagrados en la Constitución Nacional y en la Convención sobre los Derechos del Niño, leyes nacionales y provinciales”.

Sin embargo, su rol como órgano de control ciudadano fue progresivamente desdibujado, y la cercanía con el poder político, profundizada en los últimos mandatos, terminó de convertirla —en la percepción colectiva— en un apéndice más del oficialismo.

El contraste entre la magnitud del gasto que representa el organismo (con sueldos, estructura y partidas específicas) y su débil incidencia en los problemas reales de los vecinos alimenta la desconfianza.

Todo esto contribuye a explicar por qué, a pocas horas de la elección, la gran mayoría de los carlospacenses no sabe que se vota, ni quiénes son los candidatos, ni qué funciones cumple la institución.

Con esta panorámica, la elección de defensor del Pueblo de Villa Carlos Paz enfrenta el reto de revalidar la institución en medio de un fuerte desdén ciudadano y acusaciones de instrumentalización política. La jornada del 29 de junio será, sin duda, una prueba de la capacidad de convocatoria y de la voluntad de cambio que profesan los postulantes.

58.945 carlospacenses están habilitados para votar

Según los datos oficiales difundidos por la Junta Electoral Municipal, un total de 58.945 vecinos y vecinas de Villa Carlos Paz podrán emitir su voto en los comicios del domingo 29 de junio, en los que se elegirá al nuevo defensor del Pueblo, su adjunto y sus respectivos suplentes.

El operativo electoral se desarrollará en 169 mesas distribuidas en 22 establecimientos educativos, mientras que los extranjeros empadronados deberán sufragar en una mesa especial que se ubicará en el Registro Civil.

En cuanto a la composición del padrón, se informó que 31.779 son mujeres, 27.164 hombres y 2 personas se inscribieron con identidad no binaria.

Las personas habilitadas para votar pueden consultar su mesa y lugar de votación ingresando su número de DNI y género en el sitio web oficial habilitado por el área de Modernización del municipio.

El link es el siguiente: https://dondevoto.modernizacionvcp.gob.ar/

Nota correspondiente a la edición n° 612 del periódico La Jornada, del 25 de junio de 2025.

1 COMMENT

  1. para qué voy a votar? Si siempre es igual, los defensores que tendrían que ser del pueblo, sólo son defensores del intendente y de la Municipalidad. Si querés reclamar algo, serás castigado. Porque siempre están a favor de ellos y seguro que te aparecerán un montón de problemas con cualquier cosa que se les ocurrirá encontrar en tu casa, en tu vereda o en tus pagos de impuestos. Siempre tienes que pensar 2 veces al hacer un reclamo. Ningún defensor del pueblo estará a tu favor. Aún teniendo la razón. Que alguien me prometa que no será así. Y pensaré si puedo votar, de lo contrario no tengo pensado votar.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here