Seguimos adelante, a pesar de todo

Por Alejandro Gómez

Cuando salió a la calle la edición del 24 de setiembre de La Jornada, no sabíamos que era la última en formato semanario.

Días después, obligados por una serie de circunstancias, debimos anunciar que el proyecto periodístico sería discontinuado. Faltan voces, dijimos.

Habían pasado 533 ediciones desde enero de 2008. Antes de eso, entre 2002 y 2007, La Jornada se editó como diario, e incluso como vespertino.

Más de 16 años de periodismo. Con errores y aciertos, pero con honestidad intelectual.

Diversos factores confluyeron para que el proyecto en su formato semanario sea completamente inviable.

El fulminante aumento en los costos de impresión y el contexto de recesión económica, sumado a la discriminación que ejerce el intendente Esteban Avilés con el único objetivo de intentar silenciar uno de los pocos medios críticos de su gestión (no solo somos excluidos del reparto de la pauta oficial, si no que el municipio no hace frente a una abultada deuda por servicios prestados entre 2014 y 2017 empujándonos a un conflicto judicial), nos obligó a repensar el proyecto periodístico.

Descartada la posibilidad de sostener (al menos en este momento) un semanario, optamos por relanzar La Jornada como mensuario, con nuevo diseño, más páginas y una mayor cantidad de ejemplares. Informes, análisis, entrevistas, opinión y actualidad serán la columna vertebral. Este es el primer ejemplar de esta nueva etapa.

La rabiosa actualidad la vamos a canalizar íntegramente a través de nuestro portal digital (www.lajornadaweb.com.ar), con una cobertura al instante de lo que ocurre en la ciudad, sobre todo en lo que tiene que ver con la información de corte social y política.

Las dificultades que atraviesa La Jornada despertaron solidaridad y generaron numerosas muestras de preocupación. La cooperativa de diarios regionales Dypra denunció la persecución de Avilés y repudió su hostigamiento. La legislatura provincial aprobó, por unanimidad, una Declaración de preocupación y advirtió sobre el riesgo de que desaparezcan medios periodísticos independientes. El Cispren (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba) también rechazó la actitud del municipio y consideró que esa discriminación, “sólo contribuye al silenciamiento de voces y a la censura”.

Y numerosos medios de la provincia se hicieron eco y reflejaron esta situación a través de notas, entrevistas y columnas de opinión.

Debemos decir que, en lo local, esa solidaridad y apoyo llegó a cuentagotas por parte de los colegas. Apenas un puñado se mostró verdaderamente preocupado (para la mayoría el tema ni siquiera valió una mención en sus medios). No sorprende esto, teniendo en cuenta el brutal disciplinamiento que les impone Avilés. Desde el ámbito oficial, en el Concejo de Representantes un grupo de ediles de la oposición intentó aprobar un proyecto para que el municipio salde su deuda. El oficialismo lo impidió (ver aparte). Más allá de eso, silencio. Ni las autoridades del cuerpo legislativo, ni funcionarios del departamento ejecutivo osaron esbozar alguna mínima preocupación o interés por la caída de un medio. Tampoco intervino la defensoría del Pueblo. Mucho menos, claro, el intendente Esteban Avilés.

Pero la idea de este espacio no es pasar facturas. Acá nos conocemos todos.

Y que La Jornada tenga este tipo de conflictos con el Estado municipal no es responsabilidad exclusiva de Avilés. El uso de la pauta oficial por parte de los gobiernos de todos los niveles para direccionar contenidos y opiniones en la prensa es un modelo que se viene replicando y que, en el ámbito local, ya sufrimos (aunque quizá no con el nivel de salvajismo que plantea la actual gestión) en los gobiernos de Gustavo Dellamaggiore y Carlos Felpeto.

Avilés, en su mezquindad e inseguridad, es uno más del mediocre engranaje que sustenta lo peor de la política.

La salida sería sancionar una ordenanza que regule la distribución de la pauta oficial de manera justa, pero claramente no están dadas las condiciones políticas para dar esa discusión, teniendo como marco general un gobierno municipal con rasgos claramente autoritarios.

Pero no todo es negativo. Así como ese sector nos da la espalda, muchos otros nos dan la mano.

Desde el mismo momento en que anunciamos que La Jornada dejaba de editarse en formato papel (y antes de confirmar el relanzamiento como mensuario), una innumerable cantidad de personas nos hizo llegar su solidaridad y lo agradecemos infinitamente.

Esa contención nos dio fuerzas para no abandonar la lucha y buscar alternativas, revalorizando el proyecto periodístico por sobre todas las cosas.

A lo largo de estos más de 16 años desde que La Jornada nació supimos ganarnos (al menos eso creemos) el respeto de nuestros lectores.

Hoy debemos recurrir a ustedes para mantener viva la esperanza de tener en Villa Carlos Paz un periodismo que no se arrodille ante el poder de turno. La misión, como siempre, es informar. Y ayudar a pensar, ofreciendo distintos puntos de vista sobre las cosas que suceden en nuestra región.

Por eso, necesitamos transformar ese valioso respaldo en un instrumento que nos permita viabilizar un esquema de sustentación económica (ver aparte).

Necesitamos la ayuda de todos. Más que nunca porque tampoco en esto nos vencerán.

 

Necesitamos tu ayuda

Desde el mismo momento en que anunciamos que La Jornada dejaba de editarse como semanario, una innumerable cantidad de personas nos hizo llegar su solidaridad, lo que agradecemos infinitamente.

Pero además, hoy necesitamos transformar ese valioso respaldo en un instrumento que nos permita viabilizar un esquema de sustentación económica al nuevo proyecto en formato mensual.

Por eso, y al margen de acciones promocionales específicas que apuntan principalmente a la venta de avisos publicitarios, lanzamos una convocatoria para todos quienes quieran y puedan ayudar.

Si bien La Jornada, en su versión gráfica, seguirá siendo gratuita, proponemos un esquema de suscripción que garantiza tener el ejemplar apenas es editado en el domicilio que se designe a cambio de un aporte mensual voluntario de $ 100, $ 200 o $ 500 pesos.

Al mismo tiempo ofrecemos como complemento, para quien quiera y de manera optativa, la posibilidad de adherir a un sistema de alertas por WhatsApp con las noticias más relevantes de Villa Carlos Paz y la región.

Por mayor información o para adherir al sistema de suscripciones, comunicarse al 03541-15595162 (Alejandro Gómez), o por mail a [email protected]. Muchas gracias.

 

Dypra denunció la persecución de Avilés contra La Jornada y repudió su hostigamiento

Jorge Conalbi Anzorena, presidente de Dypra (Diarios y Periódicos Regionales Argentinos), encabezó el martes 2 de octubre una conferencia de prensa en Villa Carlos Paz donde denunció la persecución, el hostigamiento y el ahogo financiero que sufre La Jornada por parte de la administración municipal liderada por el intendente Esteban Avilés.

Cabe recordar que Dypra es una cooperativa que agrupa a unos 130 medios regionales de todo el país.

El encuentro con los periodistas locales se dio en el bar del hotel Los Sauces, a partir de la crisis que motivó que, tras 533 ediciones, el semanario discontinuara su publicación a fines de setiembre.

En la oportunidad, Conalbi Anzorena estuvo acompañado por Alejandro Gómez, director de La Jornada.

“Existe una situación compleja de determinadas políticas económicas que se llevan adelante en el país que afectan la actividad editorial. Pero además hay en algunos casos políticas concretas locales que agravan la situación de los periódicos regionales. Estos medios son las voces de sus ciudades, y protegerlos es una tarea que el Estado debe abordar. No es una cuestión de mercado”, alertó el titular de Dypra. Y planteó que el caso de La Jornada, en Villa Carlos Paz, “es paradigmático”.

“Además de las dificultades que atravesamos todos los medios gráficos del país, acá hay una persecución concreta por parte del municipio, del intendente Avilés, que salta a la vista, ya que no solamente discrimina a este medio marginándolo de la pauta publicitaria de la que gozan los otros medios de la ciudad, sino que además le genera un doble perjuicio a los vecinos. Por un lado los está privando de una mirada, de una voz, cuando se supone que el Estado debe garantizar los derechos humanos de vecinos, y acá se está vulnerando uno de esos derechos, que es tener la posibilidad de acceder a las distintas miradas que tiene para ofrecer el periodismo de Carlos Paz. Y por otra parte, al no pagar una cuantiosa deuda está empujando a La Jornada a demandar al municipio y a trasladarle un costo que será millonario, seguramente, a los vecinos. Hay elementos concretos de daños y perjuicios que se producen a este medio, fruto de la discriminación antojadiza del intendente, aunque seguro debe estar pensando que no será él el administrador que tendrá que pagar esa deuda y se las traslada a los vecinos de Carlos Paz”, subrayó.

Por su parte, Gómez señaló que, “venimos alertando sobre esta situación a lo largo de los últimos años, esto que consideramos un atentado a la libertad de expresión, una discriminación clara por parte de la administración de Avilés que la sufrimos en lo económico y también en lo periodístico”.

 

La legislatura de Córdoba declaró su preocupación

La legislatura de la provincia de Córdoba declaró “su preocupación por la situación del semanario La Jornada de Villa Carlos Paz”.

La iniciativa fue impulsada por el legislador Adolfo Somoza (Frente Cívico), y fue aprobada por unanimidad en el marco de la sesión que se concretó el pasado miércoles 3 de octubre.

A la hora de fundamentar el proyecto de Declaración, Somoza advirtió que existe “una política sumamente arbitraria de distribución de pauta publicitaria por parte de los diferentes estamentos de gobierno, quienes buscan fomentar el servilismo político y mediático a su gobierno por medio de la pauta, generando a su vez una contracción de medios con mirada crítica”.

“La prensa independiente es clave para que la democracia crezca y se construya. Para que todas las voces puedan expresarse y para que la información llegue sin ningún tipo de censura. Su mantenimiento debería ser una política de Estado, sin importar el color político del gobernante. Hoy, La Jornada no podrá expresarse.

La posible desaparición de medios periodísticos independientes es un factor de riesgo para la democracia y hoy, en Carlos Paz, faltan voces”, señaló el parlamentario.

 

El vergonzoso avilesismo legislativo bloqueó proyecto para que el municipio salde su deuda

A esta altura decir que el actual oficialismo legislativo se codea con los peores de la historia de Villa Carlos Paz es casi redundante.

Aunque han dado evidentes muestras de falta de formación política (y ciudadana), sin vuelo ideológico ni capacidad para fundamentar (seriamente) posturas o refutar argumentos, hay que reconocer que los cinco ediles del avilesismo (Alejandra Roldán, Mirtha Alessio, Carla Livelli, Soledad Zacarías y Hugo Bustos), más el siempre dispuesto Marcelo Cuevas (PRO) cumplen eficazmente la tarea que les fue encomendada: traducir en el recinto la voluntad del intendente.

Y esto se da en dos aspectos. Por un lado, viabilizando que sea aprobado sin sobresalto todo cuanto viene de parte del ejecutivo y, por otro, bloqueando y silenciando a la oposición.

Ejemplos hay a montones.

En medio del contexto de crisis que atraviesa el semanario La Jornada, en la sesión del jueves 4 de octubre ingresó un proyecto impulsado por el edil Gustavo Molina (Frente Cívico) que tenía como objetivo solicitar al intendente Avilés “que realice de manera inmediata la cancelación de todas las deudas contraídas con el periódico, a los efectos de hacer frente a los compromisos contraídos por el Estado municipal”.

“La pauta publicitaria debe ser manejada con equidad y justicia, valores que están ausentes cuando se trata del medio La Jornada en particular como así también de otros medios críticos al gobierno.

La República se consolida en la diversidad comunicativa y debe ser la expresión de las distintas voces, las que enriquecen la calidad institucional de una nación.

La libertad de prensa, declamada en los discursos debe tener su encarnadura en la acción concreta del cotidiano, haciendo frente a las justas demandas económicas de un medio local que mantiene una línea editorial crítica con los oficialismos”, sostuvo Molina en la nota de elevación, al tiempo que advirtió que, “la acción de disciplinar a los medios con la pauta oficial, es una forma deplorable de autoritarismo, absolutamente repudiable en tiempos democráticos”.

Al momento de pedir el tratamiento sobre tablas de la iniciativa, Molina fue más allá y criticó fuertemente el “autoritarismo” de Avilés que lo lleva a “silenciar voces”.

Consideró que esta práctica “afecta la calidad democrática”, y calificó en este sentido a la actual gestión de “dictablanda”.

“Algunos medios hablan de dictablanda en América latina. Esta es la versión local”, planteó. Y agregó que la actual política de comunicación municipal se ha transformado “en un dispositivo muy eficaz al momento de silenciar voces”.

Votaron a favor del tratamiento, además de Molina, Walter Gispert y Oscar Sequeira (Frente Cívico), Natalia Lenci (UCR) y Omar Ruiz (GEN). Todo ellos tenían, frente a sus bancas, carteles con la leyenda ‘Ni Un Medio Menos’, haciendo referencia a la discriminación que sufre La Jornada, y también Radio Cyber. También apoyó la moción la edila Laura Orce (UPC).

En cambio, los seis avilesistas decidieron no habilitar formalmente la discusión.

En este punto vale recordar que gran parte de la deuda que mantiene el municipio con La Jornada es por servicios prestados al Concejo de Representantes entre 2014 y 2016. De esta situación la presidenta Alejandra Roldán está al tanto detalladamente desde abril de 2017. Desde ese momento y a contramano de sus declamadas ‘buenas intenciones’, no logró ni destrabar los pagos ni ofreció alguna mínima explicación.

Como para habilitar el tratamiento hacían falta siete votos, el proyecto pasó a la comisión de Economía y Finanzas. Como es obvio, nunca fue tratado en ese espacio.

Un aspecto que muestra la hipocresía con la que se manejan algunos, es que varios de los ediles que el año pasado declararon a La Jornada como ‘medio destacado de la información pública’ de Villa Carlos Paz en sus 15 años de trayectoria, hoy le cierran las puertas en un momento de crisis.

 

Comunicado del Cispren

El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba, Cispren, se solidariza con los trabajadores y trabajadoras de “La Jornada” (medio de Carlos Paz) ante la lamentable situación de dejar de circular en papel, como lo hacía semanalmente, para pasar al formato web por razones económicas.

Lxs compañerxs denuncian que parte de esta situación se debe a la inmensa deuda que mantiene la municipalidad de Villa Carlos Paz con dicho medio y a su discriminación como beneficiarixs de la pauta oficial. Repudiamos esta actitud que sólo contribuye al silenciamiento de voces y a la censura.

Renovamos nuestra solidaridad con lxs trabajadorxs y celebramos su iniciativa de reflotar la edición papel con tirada mensual.

¡No al cierre de medios!

¡Defendamos la pluralidad de voces!

Córdoba, 29 de octubre de 2018.

Comisión Directiva Cispren.

 

Nota correspondiente a la edición n° 534 del periódico La Jornada, del 31 de octubre de 2018.

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