Cuevas ‘opera’ para llegar a la presidencia del Concejo y tensiona al oficialismo

Por Alejandro Gómez

El Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz inaugura su período de sesiones ordinarias el 1 de agosto de cada año. Unos días antes los ediles eligen a sus autoridades.

Aunque la fecha parece lejana, para algunos el tiempo de ‘operar’ ya empezó.

Es el caso del concejal del PRO Marcelo Cuevas quien, según confió a ediles del oficialismo y la oposición, aspira a quedarse con la presidencia del cuerpo legislativo en el próximo período.

A la hora de hablar de ambiciones Cuevas no se anda con vueltas. Es que en 2015 fue electo concejal por la lista Juntos por Carlos Paz que llevaba como candidato a intendente a Carlos Felpeto y que se enfrentó al actual mandatario Esteban Avilés. Pero por esas cosas de la política, al poco tiempo de asumir mutó de opositor a oficialista y ahora pretende adueñarse del segundo cargo en la línea de sucesión municipal.

La decisión de dinamitar Carlos Paz Unido tras romper con Walter Gispert y el Frente Cívico, y la postura cada vez más independiente de Omar Ruiz, pusieron a Avilés al borde del naufragio político.

De aquellos nueve concejales que logró CPU en 2015, hoy apenas le quedan los cinco incondicionales (Alejandra Roldán, Mirtha Alessio, Carla Livelli, Soledad Zacarías y Hugo Bustos), por lo que el voto de Cuevas se le hace indispensable para poder imponer su posición en las discusiones del cuerpo legislativo, o bloquear iniciativas de la oposición. Prueba de ello es que cada vez con mayor frecuencia la presidenta debe utilizar el doble voto para dirimir diferentes cuestiones. La sesión del jueves pasado es cabal ejemplo de eso (ver aquí).

Este escenario es el que envalentonó a Cuevas al punto de sentirse imprescindible en el endeble armado político avilesista en el Concejo.

Cuando en el oficialismo se enteraron de las aspiraciones presidencialistas de Cuevas la primera reacción fue de incredulidad, y luego de enojo. La palabra ‘traidor’ retumbó con fuerza en algunas de las oficinas legislativas.

Es que, para el avilesismo, Cuevas tiene que darse por ‘bien pagada’ su lealtad con el nombramiento de su amigo y exsecretario, Gianni Bocchetti, como director de Turismo. Y consideran ‘desmedido’ y ‘peligroso’ tensar la cuerda para sacar más ventajas.

En este contexto entran a tallar, además, las diferencias entre Cuevas y la actual presidenta Alejandra Roldán, que ya nadie se preocupa por disimular.

Lo cierto es que el sexto voto cotiza en bolsa y las charlas de Cuevas no hicieron más que elevar el precio, al que hay que sumar como valor agregado de negociación el ‘fantasma’ de Gispert recuperando la presidencia del Concejo, algo que Avilés no está dispuesto a permitir bajo ningún concepto. ‘Gispert o yo’ parece ser el slogan de campaña de Cuevas. Y no se descarta que, en alguna situación puntual, vote junto con la oposición para hacerle sentir a Avilés que sin él pierde el control del Concejo.

Los análisis más comprensivos de la postura de Cuevas enmarcan su movida en la necesidad de conseguir de parte de Avilés algunas otras cosas, entre las que deslizaron la posibilidad de que designe a quien ocupe la secretaría legislativa.

Como repasábamos al principio, la elección de las nuevas autoridades del Concejo de Representantes tendrá lugar en los últimos días de julio.

Por eso queda claro que, nunca mejor dicho, Cuevas es el ‘primer adelantado’ iniciando la ‘trenza’ política con casi de cinco meses de anticipación.

 

Nota correspondiente a la edición n° 456 del semanario La Jornada, del 12 de marzo de 2017.

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