Trata: cuando las víctimas hacen oír su desgarrador grito

simposio-nuevas-esclavitudes-nuevas-cadenas-villa-mariaCon el clamor en las retinas de la multitudinaria marcha del 19 de octubre en Buenos Aires convocada por el colectivo #NiUnaMenos, tres días después Villa María tuvo su correlato en el ámbito académico, con un simposio internacional sobre la violencia contra la mujer y la trata, denominado “Nuevas esclavitudes, nuevas cadenas”.

Especialistas, capacitadores y fundamentalmente víctimas (o sus familiares, en los casos en que no sobrevivieron) se convocaron en la ciudad del sur provincial para debatir sobre esta angustiante problemática.

En el acto de apertura, el vicerrector de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Aldo Paredes, sostuvo que la casa de altos estudios quiere involucrarse “cada vez más” en esta cuestión.

En su intervención se refirió a la enorme desigualdad en el planeta e insistió que ante eso, “todos podemos hacer algo más todos los días”.

Recordó que más del doble de la matrícula de la UNVM son mujeres y lo mismo ocurre con el cuerpo docente.

Posteriormente, Emilio Inzaurraga, titular de la Fundación Justicia y Paz Argentina, hizo propias las palabras del Papa Francisco, sobre revertir la “cultura del descarte” en la que transitamos, porque “cada uno cuenta en esta comunidad”. Y agregó: “La sociedad está herida. Se necesita una cultura del encuentro y del diálogo para comenzar el cambio”.

A su turno, el intendente local, Martin Gill, sostuvo ante los asistentes que, “si bien estamos en un mundo cada vez más integrado, hay millones de personas que siguen siendo consideradas una cosa. A veces cambian la formas, pero hay nuevas cadenas y en nuestras comunidades lo vemos”.

“¿Cómo se vencen esas nuevas redes del mal?”, se preguntó Gill: “Podemos tener las mejores leyes, pero hay que introducir la temática en los colegios, en los sindicatos, en las universidades y en ese sentido el trabajo en red de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) es clave. Y lo hacen por amor al prójimo, para romper eso que Francisco llama la ‘cultura de la indiferencia’”.

Por su lado la organizadora y responsable de la defensoría del Pueblo de Villa María, Alicia Peressutti, enfatizó crudamente que, “la trata y la esclavitud existen porque la permitimos” y agregó: “no hacen faltan grande héroes ni heroínas, ya que todos tenemos que producir el cambio”. Peressutti recordó, además, que la sociedad fue fundada sobre la esclavitud.

 

Somos deudores

En otro de los paneles del encuentro, integrado por representantes del asociaciones civiles de otras naciones latinoamericanas, pudo conocerse la realidad que atraviesan países como México y Bolivia, tan grave o más que la que se vive en Argentina.

Rosi Orozco, de la agrupación azteca “Unidos vs. Trata”, tuvo una elocuente exposición ante el colmado salón de actos del campus de la UNVM: “Las personas que recibimos amor en nuestros hogares somos deudores. No tenemos que ser egoístas, porque si no transitaremos una vida miserable” dijo, y destacó: “siempre que damos, recibimos más”. Explicó que en México las ONG, “no pedimos dinero a los gobiernos locales, provinciales o nacional, así después podemos exigir libremente y sin presiones”.

Orozco hizo propias (y repitió varias veces) las palabras del estadounidense Martin Luther King: “todos tenemos un sueño”.

También proveniente de su país, acompañó a Orozco una joven que fue rescatada de una red de proxenetas. Su nombre es Karla Jacinto y fue empujada por su propia familia a la calle y posteriormente explotada sexualmente desde los 12 años de edad.

Actualmente hizo de sus padecimientos una bandera de lucha y fundó la ONG “Sin trata”, que la llevó incluso a reunirse con líderes mundiales como Barak Obama o el Papa Francisco.

Por su parte, Ana Paola García Villagómez (ONG Casa de la Mujer), en representación de la delegación que viajó especialmente desde Bolivia, explicó la problemática en su país. Definió a Bolivia como un país “machista” y de “patriarcado”, de destino y tránsito, en relación a la trata de mujeres.

De acuerdo a las estadísticas, de cada cien personas rescatadas de la trata, el 67% son mujeres, de entre 14 y 25 años. En el país del altiplano, en 2015, hubo 24 mil denuncias de violencia de género. Se estima que el 80 % de las víctimas son captadas a través de internet/redes sociales, según indicó.

Se mostró preocupada porque muchos menores de edad en su país se trasladan de una localidad a otra, “haciendo dedo” y de esa forma son secuestrados y nunca más encontrados.

Como dato que refleja la gravedad del panorama en el vecino país indicó que en un relevamiento realizado en Santa Cruz de la Sierra, algunos municipios cuentan con un total de 3 a 4 escuelas y de 10 a 12 prostíbulos.

También fueron seguidos con mucha atención los crudos testimonios de Danyela Chávez de Vínculos en Red de Ausonia (oriunda de San Francisco), Silvia, la madre de Pamela Ibañez (joven asesinada en Jujuy) y finalmente el testimonio de Emilio, padre de la villamariense Claudia Rodríguez, quien fue asesinada a mazazos por su expareja.

Un importante dato positivo fue que una cuarta parte del auditorio estuvo conformado por jóvenes cadetes de ambos sexos, estudiantes de la escuela de policía provincial, con asiento en Villa María.

Justamente muchos de los reclamos volcados en el encuentro insistían en la necesidad de contar con una fuerza policial mejor capacitada a la hora de recibir, entrevistar y contener a las víctimas de violencia de género (en todas sus formas).

 

Nota correspondiente a la edición n° 441 del semanario La Jornada, del 06 de noviembre de 2016.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here