Por Alejandro Gómez
La gestión liderada por el intendente Esteban Avilés al frente de la municipalidad de Villa Carlos Paz no deja de sorprender. Para mal.
Aunque la palabra ‘transparencia’ integra de forma recurrente el discurso del mandatario, lo cierto es que conforme pasan los años, el gobierno de CPU ofrece cada vez menos certezas.
Desde la ruptura de la coalición de gobierno original, en 2016, hubo un cambio drástico en cuestiones relacionadas justamente a la transparencia.
Y al grosero incumplimiento de la ordenanza 4699 de Información Pública Municipal que implica la publicación mensual de diferentes ítems administrativos, económicos y financieros, se agregó el sistemático rechazo por parte del oficialismo en el Concejo de Representantes de los pedidos de informes presentados por los ediles de las minorías. Cualquiera sea el tema. En la mayoría de los casos, estos proyectos son bloqueados en absoluto silencio.
Pero ahora se sumó otro aspecto. Desde el tribunal de Cuentas, el vocal por la oposición, Gustavo Molina, denunció públicamente las trabas que pone la gestión Avilés para auditar los dineros públicos.
‘Hay una absoluta falta de transparencia’, sintetizó el vocal de Juntos por Carlos Paz, durante una conferencia de prensa que tuvo lugar el pasado viernes 12 de abril en el Restobar Tifossi.
Molina estuvo acompañado por el presidente del tribunal de Cuentas de la provincia, Beltrán Corvalán, el legislador por Punilla Walter Gispert y los concejales del bloque de JxCP Daniel Ribetti, Pía Felpeto, Noe García Roñoni y Fernando Revello.
En ese marco, el tribuno expresó su ‘preocupación sobre la marcha y el funcionamiento’ del organismo de control.
Relató que, ‘frente a una compra de 12 pantallas led y 4 sillones neumáticos’, se dirigió hasta el área de Seguridad para poder constatar que estuvieran los elementos, ‘pero me fue impedido el ingreso’.
‘Hice las notas correspondientes y tuve que plantear mi disidencia’, indicó.
Recordó que en el período 2007-2011, el tribunal de Cuentas ‘más allá del personal administrativo, había contratado agentes fiscalizadores que iban a las diferentes áreas y elevaban informes para constatar las compras’, y advirtió que actualmente no se dispone de personal para esas tareas.
‘En el tribunal de Cuentas somos siete personas, cuatro administrativos y los tres vocales. Esa tarea la debo hacer yo por mis propios medios, y ni siquiera me dejan’, acusó.
Planteó en este sentido, que desde 2011, cuando Avilés asumió su primer mandato como intendente, ‘la municipalidad ha duplicado la cantidad de personal, pero ha disminuido la cantidad de los que deben controlar la gestión’.
Denunció también que desde el gobierno le han enviado ‘sendas notas intentando intimidarme al momento de hacer pública mi función y mi gestión’.
Asimismo, definió como ‘un absurdo’ el hecho de que se le impida el acceso al sistema informático del tribunal de Cuentas, siendo vocal electo por el voto popular.
‘He pedido el acceso al sistema y me dijeron que no puedo. El tribunal de Cuentas de Carlos Paz, en el siglo XXI, funciona con herramientas del siglo XIX. Me entregan un montón de expedientes en mano y así los tengo que devolver.
Hasta tuve que hacer una planilla en Excel para recordar qué firme y qué no, porque no tengo acceso al sistema.
Es algo inaudito que demuestra la absoluta falta de transparencia en el control de la gestión’, subrayó. Y ejemplificó: ‘Tenemos que controlar un presupuesto de más de 30 mil millones de pesos con una sola persona, cuando la defensoría del Pueblo tiene tres veces más personal que el tribunal de Cuentas’.
Ante una consulta de la prensa, Molina no descartó acudir a la justicia: ‘Lo estamos analizando con el equipo de asesores y tengo el respaldo del bloque de concejales, del legislador y del presidente del tribunal de Cuentas de la provincia’.
Precisamente, Beltrán Corvalán respaldó decididamente la denuncia a Molina, y comparó la situación con que lo se vive a nivel provincial.
‘Sentimos una cuestión que se viene expresando en el gobierno provincial y que tiene réplicas en algunos gobiernos locales.
Detestan, odian, le tienen fobia al control.
No quieren que controles y si no quieren, es por algo’, lanzó. Y agregó que cuando estas cuestiones se hacen públicas ‘se ponen locos’.
‘Hay una tarea sistemática que tiene que ver con desbaratar esto que les incomoda, porque todas estas cosas incomodan al poder. Pero estamos para eso, para ejercer el control y transparentar el uso de los dineros públicos.
Nuestro deber es cuidar la plata de todos los contribuyentes’, señaló. Y advirtió: ‘No nos vamos a amedrentar.
Hagan lo que hagan vamos a seguir controlando y por eso vengo a apoyar a Gustavo’.
El bloque oficialista salvó a Gómez Gesteira de ser interpelado
Como hace con cada funcionario cuestionado, el bloque de concejales de Carlos Paz Unido impidió que Daniel Gómez Gesteira, presidente del tribunal de Cuentas, tenga que ir al cuerpo legislativo a dar explicaciones sobre las denuncias por las dificultades para controlar las cuentas públicas.
Es que, tras la advertencia lanzada por Molina, los ediles de Juntos por Carlos Paz impulsaron un pedido de interpelación que se trató en la sesión del pasado 18 de abril.
Explicaron que la idea era que Gómez Gesteira ‘explique los motivos por los cuáles el tribuno de la minoría, Gustavo Molina, no puede acceder al sistema que controla los gastos que realiza el municipio, en una flagrante violación a la Carta Orgánica Municipal, al Código de Ética y a la ordenanza de Acceso de Información Pública’.
El bloque de JxCP consideró que esta situación ‘roza con los delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público y abuso de poder’ por parte del actual presidente del tribunal de Cuentas.
Asimismo, detallaron que Gómez Gesteira ‘fue interpelado a través de misivas del tribuno de la minoría solicitando esta facultad para poder ejercer la tarea para la cual fue electo, que es la de controlar los gastos del Estado municipal, siéndole denegada a través de notas internas en el organismo’.
El oficialismo, con argumentos bastante cuestionables y que, de mínima no convencieron a la oposición, decidió rechazar el pedido de interpelación y salvar al amigo del intendente de tener que dar explicaciones.
‘Una vez más, el oficialismo de Carlos Paz Unido, fiel a su postura de no brindar información a la oposición, se blindó y rechazó el pedido’, remarcaron desde JxCP. Y advirtieron que, ‘incluso una concejal oficialista aseguró que para controlar los 37 mil millones del presupuesto solo hace falta un cuaderno y una lapicera, situación que genera más dudas que certezas respecto el trabajo que se realiza controlando los gastos de la gestión’.
La novedad fue difundida por el bloque opositor en su cuenta de Instagram. ‘Si no van a robar, déjense controlar. El presidente del tribunal de Cuentas no quiere dar explicaciones sobre la falta de transparencia’, concluyeron.
Para poner algo de contexto sobre quiénes son las personas que tienen a su cargo el control de los dineros públicos, hay que recordar que el presidente del tribunal de Cuentas es Daniel Gómez Gesteira, amigo personal y soldado político incondicional del actual mandatario, Esteban Avilés. A tal punto que fue el elegido para ocupar el cargo de intendente en el período anterior, mientras Avilés acordaba con el peronismo de Schiaretti en la aventura de proyectar su carrera política a nivel provincial ocupando un cargo en el gobierno de Córdoba. La otra vocal por la mayoría es Patricia Morla, ex funcionaria, ex concejala y también de extrema confianza de Avilés.
Ambos, Gómez Gesteira y Morla, se habían desempeñado como secretarios de Avilés cuando este era concejal y comenzaba a construir su carrera política. Y desde aquel momento (unos 20 años), cobran sueldos del Estado, gracias a Avilés.
Ellos son los máximos responsables (el tribunal de Cuentas funciona con mayorías, por lo que el oficialismo siempre se impone) de controlar cómo su histórico jefe gasta el multimillonario presupuesto municipal.
Nota correspondiente a la edición n° 598 del periódico La Jornada, del 30 de abril de 2024.
