Solidaridad, música, compromiso y humor en el ‘Encuentro por la Coopi, el cooperativismo, el agua y la tierra”

Por Jorgelina Quinteros

Se realizó este sábado el ‘Encuentro por la Coopi, el cooperativismo, el agua y la tierra’ frente a la sede de la Cooperativa Integral en calle Moreno. La propuesta recuperó la calle como el espacio público de encuentro por excelencia. Trabajadores, delegados, talleristas, cooperativistas y vecinos de Carlos Paz y alrededores se acercaron a compartir una tarde de diálogo, mates, tortas fritas, música y humor.

“Porque tenemos muchas razones por las cuales encontrarnos, porque después del trabajo colectivo también siempre viene un momento del festejo compartido y vaya que se ha trabajado y se sigue trabajando mucho”, aseguró la conductora del evento Roxana Corradi.

En su relato se recuperó la historia de la Coopi como una herramienta social que nace de la voluntad de un grupo de vecinos de organizarse y solucionar el problema del agua hace más de 50 años. Una institución que ha enfrentado desde sus principios el avance del neoliberalismo, con el cooperativismo y la solidaridad como bandera de lucha. Concibió al agua como un derecho humano inalienable, que jamás debe convertirse en un negocio de unos pocos.

El primer grupo artístico que se presentó estaba conformado por delegados de la Coopi, talleristas y amigos. Al ritmo del folclore algunas parejas empezaron a bailar y le dieron calidez a la tarde.

Luego, el taller de Bastones Integrados que integra el Área de Cultura de la cooperativa, a cargo de Analia Goyechea y Puchi Rofrano repartió a los participantes frases escritas en braille. También, se sumó ¡IUPI! el taller de expresión artística integral coordinado por Jimena Fernández, Silvia Varsi y Miriam Bellati que compartieron con los presentes barquitos de papel con frases sobre el agua elaboradas por sus alumnos.

A continuación, Silvina Bessone, Norberto Bossi y Eva Calamita, tres ciudadanos de Villa Carlos Paz que participan activamente en diversos espacios e instituciones, integraron una mesa de diálogo donde debatieron sobre cultura, educación y conservación del medio ambiente.

“La Coopi nació antes que yo por un mes y días. No sólo creció hacia adentro, si no permitió crecer hacia afuera a la ciudad en la que vivimos. Trabajó a la par de cada momento y organización de nuestra historia”, afirmó Bessone, quien es licenciada en Ciencias de la Educación y fue directora de la escuela Manuel Belgrano. Rescató también la labor que la Cooperativa realiza con las instituciones educativas, como las visitas guiadas y la limpieza de tanques.

Eva Calamita es una vecina que hace 40 años que asiste a “todo lo que convoca la Coopi”. Así se presentó. “La Cooperativa se comprometió con un bien preciado que es el agua y ese bien nos llega cada día. La Coopi asumió esa responsabilidad, porque subyace detrás de este compromiso un valor por la persona y la cultura que es tremendo”, afirmó. Por su parte Bossi, uno de los fundadores de la ONG Protección Humana del Medio Ambiente (Phuma), recuperó las luchas que fortalecieron el vínculo entre la organización y la Cooperativa Integral y comenzó con actividades de información sobre la contaminación del lago San Roque en los años ‘80. “El maridaje que tenemos con la Coopi es desde el principio y nunca nos pidió nada. Varios gobiernos nos ningunearon a nosotros como a la Cooperativa y nuestra hermandad nos hizo fuertes”, argumentó.

“Proyección Salamanca” subió después del debate al escenario y acercó al público sus melodías andinas en canciones propias y versiones de otros artistas. El grupo nació en Jujuy, pero se radicó en Córdoba hace años.

Doña Jovita fue la figura que dio cierre a las presentaciones artísticas. Con su tonada serrana y sus coplas que recuperan la historia de nuestro monte nativo y la identidad de los pueblos del interior de la provincia puso el broche de oro a una tarde de compañerismo y celebración.

 

Doña Jovita: “A la Coopi la banco a muerte”

Con esa frase está entrañable vecina de Traslasierra personificada por José Luis Serrano definió su vínculo con la Cooperativa Integral. Estas palabras son compartidas por el Dr. Carlos Presman, reconocido gerontólogo, con quien Jovita recorre los escenarios de Córdoba con la obra “Doña Jovita entre la peperina y el clonazepam”.

Doña Jovita participó del ‘Encuentro por la Coopi, el cooperativismo, el agua y la tierra’. “Creo que es una institución saludable que trata de mantener el espíritu cooperativista y en gran medida lo logra, en estos tiempos en que hay una cultura desintegradora del encuentro y se nos hace muy complicado hacer cosas de a dos o más”, expresó Serrano.

“Cuando aparecen estas situaciones así planteadas desde una sencilla minga, de la alegría, cada uno pone su parte y a mí me tocó llevar a Doña Jovita”, agregó, remarcando la necesidad de recuperar el espíritu vincularse y compartir entre vecinos como una forma de enfrentar al individualismo imperante en nuestra sociedad, “que nos ha encerrado en un country o en nuestra casa”.

Esta anciana pícara y atrevida bajó de las sierras para volver a Carlos Paz, después de que hace 30 años comenzó su carrera artística en nuestra ciudad. “Siempre vuelvo agradecido a Carlos Paz y a la gente que encumbró a Doña Jovita. Volver a llevar a Doña Jovita con un mensaje de esperanza, es un verdadero desafío. La fuerza te la da la misma expectativa de la gente, la alegría”, relató Serrano.

La propuesta de la Coopi apuntaba a recuperar la calle como espacio de convivencia y encuentro. Para Jovita sumarse a esta iniciativa fue “volver a inventar y resignificar esa mística de juntarnos, tan sencilla pero a la vez tan resbalosa y tan esquiva cuando uno está metido en los problemas del mundo de hoy, de consumo y de individualidad”.

“Es una celebración y ese es el espíritu que planteó la gente de la Coopi”, enfatizó.

Jovita fue una de las primeras voces que se alzó en defensa del bosque nativo y puso su imagen a disposición de una lucha que encaró de forma silenciosa ya hace muchos años. “Siempre fue una situación que a mí me ha preocupado”, señaló. Por eso, hace 25 años inició la plantación de una hectárea de algarrobos, que hoy es un pequeño bosque nativo al que se sumaron semillas de tala, mistol y chañar.

“No soy solo, sumé mi militancia solitaria a la militancia que tiene la gente de la CoDeBoNa (Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo), del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y la gente que hace rato que está preocupada por el ordenamiento territorial”, manifestó Serrano. Y añadió: “Los que salen perdiendo son los que menos tienen, el ambiente y los pobres. La gente es expulsada de donde han vivido sus tatarabuelos y son los que han sabido convivir, mantener un bosque, hacerlo sustentable y le tienen un profundo respeto”.

El posicionamiento público de Jovita va de la mano con su compromiso para participar en espacios como el que organizó la Cooperativa Integral este fin de semana. “Uno está defendiendo algo que es de nadie y es de todos. Siempre he tratado de que el personaje diga cosas que sean de asuntos comunes, de preocupaciones de la comunidad”, finalizó.

 

Nota correspondiente a la edición n° 476 del semanario La Jornada, del 30 de julio de 2017.

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