Por Evelina Ramírez

Los juegos olímpicos de Tokio 2020 serán el debut del skateboarding como deporte olímpico. “Su presencia es oficial, pero no se aseguran la permanencia para las siguientes ediciones, pues la ciudad que salga elegida en 2024 podrá proponer las especialidades que desee, siempre que no supere el cupo exigido”, explica el diario deportivo español Marca.com. El BMX, en tanto, ingresó como deporte olímpico en el año 2008.

Sirvan estos datos como referencia y contexto para entender lo que está sucediendo en torno a una práctica deportiva que va ganando adeptos. Y nuestra ciudad no está ajena a este proceso.

Cada vez son más los chicos y chicas que optan por la patineta, el monopatín, el skate o la bicicleta para desarrollar notables destrezas y habilidades sobre ruedas. Los practicantes de la disciplina pelearon por tener un espacio donde poder ejercitar sin generar malestar en los vecinos. Antes de conseguir el SkateBikePark improvisaban rampas en espacios públicos como plazas (se los solía ver, por ejemplo, en la plaza Belgrano o en el reloj de sol ubicado al lado del Correo Argentino). 

El 18 de diciembre pasado quedó inaugurada la pista cuyo diseño contó con sugerencias de la Asociación Cordobesa de BMX y la Asociación Cordobesa de Skateboarding. La obra fue financiada con recursos del municipio y del gobierno de la provincia de Córdoba a través de la coparticipación. Según informan las gacetillas municipales, la inversión total es de 7.842.000 de pesos e incluye 1150 metros cuadrados de playón de hormigón y obra de conexión cloacal del Polideportivo Municipal, la Sala de Convenciones y nuevos baños colindantes con dicha sala.

Lo cierto es que dotar de infraestructura para la práctica deportiva es una de las partes de la inversión necesaria para la promoción de la actividad. Ahora la discusión pasa por las medidas de seguridad que deberían considerarse para respaldar la actividad.

El debate se instaló luego de que un joven de 15 años se quebrara el tobillo al caer de su patineta. Lo sucedido generó encendidas reacciones, sobre todo a través de las redes sociales. Tras lo sucedido, desde el gobierno municipal se dispuso la presencia de personal de Seguridad Urbana en algunos horarios, aunque esto no ha redundado en evitar que siga habiendo chicos y chicas usando el circuito sin protección.

La intención de este informe es poder abrir un debate que consideramos necesario para que de allí surja una regulación que pueda realmente potenciar una actividad deportiva que está en abierto crecimiento.

La pista de nuestra ciudad tiene un diseño con diferentes niveles de complejidad. En ella conviven dos modalidades de práctica: una más profesional y otra amateur. El “sector bowl” está diseñado para la práctica competitiva, donde los chicos y chicas que la utilizan realizan la actividad como entrenamiento. Es la parte que tiene saltos más profundos. Luego está la “zona street” que emula partes de la infraestructura de una ciudad (barandas, escalones, rampas) y que está diseñado para la práctica amateur o de principiantes.

Si bien no está sectorizada con claridad, las dinámicas de uso que hay en uno y otro sector son totalmente diferentes. En el sector de mayor complejidad, se ve a los chicos con las medidas de seguridad mínimas (casco, rodilleras, coderas) y que se autorregulan el uso, avisando a los demás que van a cruzar. “¡Voy!” o “¡cruzo!”, son las advertencias que usan antes de tirarse a la pista.

En el sector amateur, la práctica es más desordenada y riesgosa. En principio porque ahí se ve a los chicos sin las medidas de seguridad mínimas (ni siquiera un casco). Convergen quienes usan skate, monopatín y bicicleta. Se cruzan entre si y no se avisan que se lanzan.

Allí también se ve a menores de edad que en muchos casos van sin el acompañamiento de un mayor. En este punto vale decir que afuera del predio hay cartelería que advierte de la “obligatoriedad” en el uso del casco y rodilleras. También se indica que está prohibido el ingreso de menores de 18 años, sin el acompañamiento de un adulto.

El tema es ¿quién hace cumplir esa obligatoriedad?

Tras el accidente del joven de 15 años, hubo planteos sobre la necesidad de contar con una persona que controle el ingreso y exija las medidas de seguridad básicas (casco, coderas y rodilleras).

El concejal del Frente Cívico, Gustavo Molina, presentó un proyecto en el que propone que el municipio de Villa Carlos Paz establezca horarios de uso con supervisión permanente. “Ya que la municipalidad está impulsando una actividad de riesgo extremo, pedimos que también se garantice la máxima seguridad posible”, expresó el edil a VillaNos Radio.

En la misma línea se expresó el defensor del Pueblo, Daniel Mowzset, quien envió una nota a la dirección de Deporte donde hizo hincapié en que “más allá del deslinde de responsabilidades que se aclara en el cartel de ingreso, el municipio es responsable de los accidentes que puedan ocurrir y debe garantizar la seguridad de aquellos que concurren”.

Planteó, al mismo tiempo, que “no existen controles profesionales ni de personal municipal” para verificar que se cumplan los “parámetros obligatorios de protección” y que los menores de 18 años estén acompañados por un tutor.

 

Los riders tienen la palabra

Franco Martino, Agustín Viola y Valentín Sandiano utilizan el SkateBikePark como lugar de entrenamiento. Los chicos han participado de diferentes competencias de BMX y dieron su opinión sobre si debería haber una persona cuidando el ingreso.

“La persona debería estar sobre todo para cuidar a los más chicos que no saben los riesgos que hay en el parque y que todavía no están metidos en la práctica. Hay muchos padres que los traen y los dejan acá como si fuera una plaza, y en realidad hay muchos que venimos a entrenar y andamos fuerte. Y chocarlos implicaría reventarlos”, graficó Franco.

“Está bien que haya alguien cuidando, pero también sirve que cada uno se dé cuenta de que el casco es lo principal para andar en la pista. Esto es cemento. No es juego. Hablamos de un deporte extremo. Cualquier caída, cualquier mínimo error o alguien que se te cruza, puede generar un golpe fuerte y la cabeza no se recupera”, advirtió el joven.

Señaló que si bien en el “sector bowl” es donde se logra mayor velocidad, en la “zona street” hay elementos con los que también se pueden producir fuertes golpes. “Sobre cuando hay varios dando vueltas y están los más chiquitos. Ahí van muchos chicos que todavía no saben muy bien de qué se trata el deporte. Por eso se meten, dan vueltas, están cinco minutos. En la parte más avanzada nos organizamos para andar porque es peligroso. Chocarse dos personas, duele”, reconoció entre risas.

“Nosotros intentamos que se pongan el casco y les decimos (a los principiantes) que se lo pongan. Le dijimos que si tienen algún accidente grave, nos pueden cerrar el skatepark o no nos permitirían usarlo. Se lo decimos a nuestros amigos y también a quienes no conocemos”, expresó Joaquín, aunque reconoció que la advertencia no siempre es oída.

En esa línea, los jóvenes plantearon la necesidad de que los padres también tomen conciencia de que tanto el skateboarding como el BMX o el uso del monopatín “no son un juego, sino que es un deporte de riesgo”. 

“Tienen que saber que si su hijo va a practicar el deporte, está corriendo riesgos igual que todos. Tienen que saber usar las protecciones. Cuidarse y cuidar a los demás. Ser inconsciente lo puede lastimar a él y a todos los que estamos usando la pista.

“Esto no es lo mismo que una plaza. Yo lo veo como un centro de entrenamiento para la gente que de verdad le gusta. Tienen que aprender a respetarse y respetar la pista”, resumió Franco.

 

El lugar de los padres

El rol de los padres es un elemento también a considerar en la discusión. Carlos es uno de los pocos papás que estaba presente en el predio del skatebikepark, acompañando a su hijo Lorenzo de 11 años que se está iniciando en la práctica del BMX. “Trato de que él cumpla con las normas de seguridad. Que tenga su casco y todo lo que lo pueda proteger para evitar cualquier tipo de problema. Es un deporte extremo”, expresó.

No obstante consideró que debería haber una persona controlando porque “hay muchos chicos sin casco”. “Lo que pasó el otro día con el chico que se fracturó sucedió porque quizás no utilizan la protección necesaria o no están bien preparados”, consideró.

Desde su lugar como padre, planteó que los adultos no deberían desentenderse del cuidado de sus hijos. “No los deberían dejar acá solos y que se haga responsable la municipalidad. La municipalidad cumplió con hacer la pista. Creo que ahora podrían sumar a una persona que por lo menos controle a los que están sin casco”, reiteró.

Y remarcó: “Nadie quiere que haya un accidente grave”.

 

Ampliar el debate

La discusión en torno a las medidas de seguridad a tomar, debe enriquecerse integrando la mirada de los jóvenes, las responsabilidades de la familia y la presencia del Estado. Hablamos de un deporte de riesgo que está en pleno apogeo y que está comenzando a profesionalizarse. Desde allí, su estímulo implica el desarrollo de infraestructura, pero también la generación de un marco regulatorio que sea claro.

Al ser un deporte extremo, las caídas van a seguir existiendo. Los propios usuarios del SkateBikePark lo reconocen así. Pero al tratarse de un deporte que se practica en un espacio público, la responsabilidad del municipio no puede soslayarse. Los deberes y derechos deben estar explicitados con claridad y hoy eso no sucede.

Es evidente que colocar una cartelería que indique las obligaciones no es condición suficiente para que se cumpla. En la misma línea cabría evaluar si es efectivo que sea el personal de Seguridad Urbana el que advierta y controle. Quizás se puede apuntar a que sea un profesional de la práctica el que genere conciencia sobre el uso de las medidas de seguridad en la pista. Pensando, tal vez, en que el SkateBikePark funcione como una escuela y/o espacio de entrenamiento guiado.

Son alternativas a evaluar. Porque está claro que subirse a la patineta, a un monopatín o a la bicicleta implica ser conscientes de los riesgos. La misma conciencia se tiene que tener a nivel oficial a la hora de estimular una práctica deportiva de riesgo. Conciencia individual y conciencia colectiva en el “respeto a la pista”.

 

La opinión de la Asociación Cordobesa de Skateboarding

Desde la Asociación Cordobesa de Skateboarding también dieron su opinión sobre el debate en torno ala seguridad en la pista del SkateBikePark. En este sentido, consideraron que “siempre es bueno que haya alguien, pero también se trata de sentido común”.

Nicolás Pereyra, integrante de la Asociación y profesor de skate en el Parque Sarmiento enfatizó en que los padres y madres tienen un rol clave en enseñarles a sus hijos a cuidarse.

Remarcó que el uso del casco, rodillera y codera son los elementos básicos de seguridad. “Los padres son los primeros formadores para que un niño o un joven tome los primeros recaudos”, expresó a VillaNos Radio.

“Este es un deporte alternativo y algunos lo definen ‘de extremo’ también. Uno corre un riesgo a la hora de subirse a una tabla o a una bici. El riesgo lo elige cada uno a la hora de llevarlo a la práctica. Como Asociación, si sos un iniciado en la práctica, tenés que usar el casco”, remarcó.

Sostuvo que en otras ciudades de Córdoba, lo que se utiliza es un reglamento que está ubicado en el perímetro exterior. En este sentido, Pereyra insistió en que, “todo queda circunscripto a un acto de conciencia en el uso”.

Consultado sobre si existen reglamentos donde también se defina la cantidad de usuarios que al mismo tiempo puedan usar el circuito, Pereyra respondió: “El espacio se autorregula a partir de lo que cada uno sabe que necesita para practicar. Se espera el turno para usar el espacio y hacer un truco.

“No vas a saltar al lado o cerca de alguien por miedo a que se te vaya la tabla y te golpees sin querer. Es lo que cada uno considere necesario dentro de su espacio para la práctica. La pista es bastante grande. Tiene partes altas y bajas. Parte para principiantes y parte para expertos. Es a criterio de cada uno”.

“Hay que crear buenas costumbres. Es una cuestión cultural”, dijo y destacó que en la comunidad de skaters se desarrolla “una fraternidad”. “Aprendemos a cuidarnos entre todos”, subrayó.

 

¿Qué dice el reglamento sobre las responsabilidades municipales?

Hasta hace unos días, en el predio del SkiteBarkPark había una cartelería a partir de la cual se explicitaba el reglamento de uso de la pista. Los fuertes vientos de los últimos días dañaron la infraestructura y al cierre de esta edición, el cartel no fue recolocado.

Decimos esto porque ese “reglamento” es lo único que establece condiciones de uso y responsabilidades.

“La disposición de este reglamento para la utilización del SKATEBIKEPARK VCP rige el ingreso y utilización de este espacio. Este Reglamento se considera tácitamente aceptado por toda persona que ingrese y/o de cualquier modo utilice el SKATEBIKEPARK VCP”, decía el cartel.

Hoy, ese acuerdo tácito no existe puesto que no hay cartel.

Y sigue: “USO ESCLUSIVO: El SKATEBIKEPARK VCP es de uso exclusivo para los practicantes Skateboord, BMX Freestyle, Scooter, Roller y sus modalidades. Se encuentra prohibido el ingreso al SKATEBIKEPARK VCP para la actividad de otras actividades incluyendo Motocross y el uso de otros elementos (vehículos motorizados, break dance, parkour, etc.).

“ASUNCIÓN DE RIESGO DE DESLINDE: La práctica de Skateboord. BMX Freestyle, Scooter, Roller y sus modalidades implica una actividad riesgosa y un deporte extremo, siendo previsible e inherente a dicha disciplina la ocurrencia de lesiones físicas e incluso el riesgo de muerte.Al ingresar y/o Utilizar el SKATEBIKEPARK VCP, El usuario del SKATEBIKEPARK VCP asume voluntariamente (I) todos los riesgos derivados de la práctica de la actividad y (II) que ingresa a un espacio público. De acceso abierto y diseñado especialmente para la práctica antes mencionadas en simultáneo con otros usuarios del SKATEBIKEPARK VCP. En caso que los usuarios menores de 18 años de edad, el ingreso de los mismos al SKATEBIKEPARK VCP importara la asunción de todos los riesgos derivados de la práctica de la actividad por parte de sus padres o representantes legales o necesarios .(IV) El ingreso y/o utilización del SKATEBIKEPARK VCP implicara que ni el usuario , ni ninguno de sus herederos, representantes personales o legales, o miembros de su familia iniciarán o permitirán que se inicien acciones legales o reclamos ya sea por lesiones físicas o muerte que puedan resultar del desarrollo ,o en ocasión de las actividades desarrolladas en el SKATEBIKEPARK VCP. (V)El ingreso y/o Utilización del SKATEBIKEPARK VCP implicará la Liberación y deslinde de responsabilidad civil respecto de la Municipalidad de Villa Carlos Paz, y de todos sus funcionarios, agentes o empleados”.

Sobre este punto, el concejal del Frente Cívico, Gustavo Molina plantea en el proyecto de resolución que el intendente explique “cuál es el instrumento legal que acredita lo estipulado en el reglamento de uso”. “Con ese instrumento se está legislando disposiciones sobre el espacio público y debería haber pasado por el Concejo, pero por aquí no ha pasado nada”, expresó el edil.

Al momento de desarrollar las entrevistas para este informe, el intendente Avilés recorría el predio del SkateBikePark. Nos acercamos a los fines de poder hacerle una nota y tener su palabra. Pero se negó a acceder a una entrevista.

 

Nota correspondiente a la edición n° 497 del semanario La Jornada, del 15 de enero de 2017.

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