Santiago Gutiérrez: “Hace seis años me daban minutos de vida, pero las oraciones fueron respondidas y pudimos lograr mucho más”

El 29 de noviembre de 2012 la vida de Santiago Gutiérrez cambió para siempre. Un accidente de tránsito lo puso al borde de la muerte. Logró superar ese momento aunque perdió la movilidad en ambas piernas.

Nunca se rindió y a pesar de esta dificultad, volcó sus energías a la natación. En 2014 cruzó el lago San Roque y, a partir de allí, nada detuvo al carlospacense. Ya acostumbrado a exigentes desafíos, en su currículum figuran cruces al canal de Beagle, y los ríos Uruguay, Paraná y Bermejo. Y ahora se sumó a esta lista el lago navegable más alto del mundo: Titicaca, en Bolivia.

Este jueves 29 de noviembre, al cumplirse el sexto aniversario del accidente, “festejó la vida” cruzando el estrecho de Tiquina. Fue el primero de un doble desafío que se completará el domingo con el cruce de la bahía de Yunguyo para unir a nado Perú con Bolivia.

“Todo salió bien, no sufrí la altura pero tampoco me pasé de rosca. Hay que tener cuidado, no hay aire”, dijo a La Jornada desde Bolivia.

Es que el lago Titicaca se encuentra a una altitud media de 3812 metros sobre el nivel del mar.

Santiago nadó 800 metros en 22 minutos junto a Rodrigo Aguilar, teniente de la Armada de Guerra Boliviana, para cumplir la primera etapa del desafío. También lo acompañaron, en sendos kayacs, los incondicionales integrantes del grupo ‘argentos por el agua’ Carlos Patricio Nieto y Julio Alberto Duret.

“Para mí fue una experiencia muy impactante. Hace seis años los médicos me habían dado minutos de vida, pero las oraciones fueron respondidas y pudimos lograr mucho más, siempre con mucha fe”, reflexionó.

Ahora, el deportista carlospacense se prepara para cruzar la bahía de Yunguyo uniendo Perú y Bolivia el próximo domingo. En este caso, el trayecto será de alrededor de cuatro mil metros.

 

Del lago más alto al más bajo

No terminó de concretar el desafío del lago Titicaca y ya está enfocado en el próximo.

Es que, para junio de 2019, tiene previsto enfrentar al Mar de Galilea. Serán unos 10 kilómetros en el lago más bajo del mundo.

El evento se enmarcará en la celebración de los 70 años de relaciones bilaterales entre los estados argentino e israelí.

“Solo nos faltan los pasajes, la logística y los permisos correspondientes ya están”, aseguró.

Para que todo esto sea posible, Gutiérrez cuenta con el apoyo de Ortopedia Crecer, Agencia Córdoba Deportes y la secretaría de Turismo y Deportes de Villa Carlos Paz.

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