Por Luis Tórtolo
“Misa Americana” (Ascochinga – Córdoba – Noviembre 2016)
En esta bellísima capilla de cal y canto, en el departamento Colón, el joven John Fitzgerald Kennedy participó de la sagrada misa del culto Católico Apostólico Romano. De hecho, sería luego el presidente más joven de la historia del país del norte y el único de esa religión. El primer presidente de color (negro… dirían Les Luthiers) vendría luego… Y la primera mujer presidenta debería seguir participando… por un toro mañero (y teñido) que sorprendió a demócratas, republicanos y a los encuestadores.
En su estadía en la estancia de los Cárcano, JFK se calzó bombachas gauchescas, aprendió algo de tango, jineteó… y algo mas debe haber hecho porque hechizó a Stella “Baby”, la benjamina de la familia (la #PutaOligarquía según el filósofo contemporáneo Luis D’Elía), más joven que él, y que mantuvieron contacto epistolar durante años, que luego fue desclasificado tras el magnicidio en Dallas. El contenido de las cartas, lejos de develar causas políticas… destilaba otras pasiones.
También luego del asesinato (jamás aclarado del todo) la viuda Jackeline visitó estos mismos lares donde John la había pasado tan bien. Los paparazzis de ese momento la supieron retratar, creo que en paños breves, tomando sol sobre unas rocas ascochingueras.
Vale la pena visitar este templo, el del Sagrado Corazón de Jesús, y caminar este sugestivo paraje serrano. O no?!? Si?!? Sí.
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Nota correspondiente a la edición n° 444 del semanario La Jornada, del 27 de noviembre de 2016.
