Participación sin esperanza

Por Valeria Flesia

Los Centros Vecinales junto a otras instituciones de la sociedad civil se vieron interpeladas hace un año por el desarrollo del llamado Plan de la Villa 2020. La participación de las instituciones vecinales, especialmente, era fundamental dado su conocimiento situado de aquello que es importante a nivel comunitario para promover el crecimiento ciudadano en distintos niveles: económico, social, urbanístico, turístico, educativo, cultural, etc.

Estos niveles, a su vez, se desarrollan entre sí. Por ejemplo, un proyecto que implique crecimiento a nivel turístico significa mejor y mayor acceso al trabajo para los jóvenes, cuestión ubicada en el plano social que, a su vez, se relaciona con lo económico y educativo. Estas redes de relación fueron entendidas por vecinos que se tomaron el trabajo de observar su barrio, interpretar sus necesidades y, no contentos con ello, se sentaron a elaborar un proyecto y, en algunos casos, cuando el proyecto excedía sus posibilidades proyectivas, contrataron a una empresa afín con el tema para afinar la presentación.

Hoy, a un año ya de aquel intenso trabajo, el Plan 2020 ya debe estar funcionando para lo que fue creado: una importante cartera de proyectos elaborado en base a las necesidades de los propios actores sociales mirando hacia adentro y hacia afuera, adentro en cuanto a lo que la comunidad interpreta mejor que nadie su idiosincrasia particular, compatible con la mirada barrial y afuera, en cuanto a la relación con el resto de la comunidad, con los gobernantes y con el propio futuro proyectado.

Los centros vecinales no participaron de manera masiva, teniendo en cuenta que son 33 instituciones en la Villa de las cuales algunas no tienen comisión activa, pero si hubo muchas propuestas concretas que, por el momento, descansan en un sueño.

 

La mirada del coordinador general

El Plan de la Villa 2020 fue promovido especialmente por el entonces presidente del Concejo de Representantes, Walter Gispert, y contó con el expreso apoyo del ejecutivo municipal. Tanto es así que, algunos miembros de los centros vecinales indican que, luego de presentar su proyecto y en algún ámbito informal, le pidieron su ejecución al propio intendente Esteban Avilés y obtuvieron su promesa “de palabra” de una realización futura.

Dados los movimientos políticos de público conocimiento que en los últimos días se han sucedido en la ciudad, la posibilidad de realización del Plan de la Villa puede pasar a ser sólo probabilidad con más pulgares abajo que arriba.

Gispert, sin embargo, se manifestó optimista: “No creo que nadie que se piense a sí mismo como un político con futuro en la ciudad pueda desestimar tanto el diagnóstico como el proyecto concreto elaborado por un conjunto de vecinos que están diciendo concretamente qué es lo que necesitan y cómo opinan que debe realizarse.”

Como impulsor principal del conjunto de reuniones que derivó en la confección del Plan de la Villa, Gispert explicó: “La cartera de proyectos que componen el resultado del Plan de la Villa 2020, fruto de las discusiones, de los debates en torno a la factibilidad y a las posibilidades concretas es un tesoro que el Estado debe tomar para su realización. Están a su disposición. Nosotros, desde el concejo, hemos impulsado algunos de los proyectos: el tema de la energía solar, los techos verdes, la recuperación de agua de lluvia, entre otros. Pero repito, los proyectos deben ser tomados por el Estado para su realización y, también, los vecinos y vecinas pueden impulsar su realización insistiendo ante el Estado. Yo creo que este instrumento que es el Plan de la Villa 2020 va a tener un lugar importante en la evaluación que se haga de qué ciudad quieren los carlospacenses en el futuro”.

 

La palabra de algunos participantes

Liliana Picatto fue una asidua participante de los distintos talleres desarrollados por el Plan de la Villa 2020 y consultada acerca de los proyectos indicó que, junto a los vecinos de barrio Costa Azul Sur, se presentó un proyecto pensando en una necesidad que tiene toda la ciudad: “Presentamos un proyecto relacionado con la necesidad de planificar la ciudad a futuro pensando en un incremento exponencial del turismo. Se trataba de regular el impacto sobre la ciudad de la actividad turística para lograr una mejor convivencia entre nuestra actividad económica y la vida cotidiana de los vecinos. Fue una intervención muy importante que tuvo en cuenta todas las problemáticas por las que estamos  atravesando hoy aquí en nuestro barrio y en muchos otros lugares de la ciudad de los que tuvimos  testimonio. Planteaba la necesidad de que el ordenamiento urbano se planifique y luego se haga respetar, tarea que le corresponde fundamentalmente al estado municipal”.

Al ser consultada acerca de su expectativa en torno a la realización del proyecto presentado, Picatto es categórica: “Nuestro proyecto no va a ser ejecutado, eso lo tenemos claro. Se trató nada más que de una tribuna donde parecía que se estaba dando lugar a los vecinos. Esa pérdida de tiempo hizo que los vecinos se volvieran todavía más apáticos y reacios a la participación. Con respecto a nuestro proyecto, sabemos que al municipio le es funcional enfrentarnos con los empresarios cuando ese enfrentamiento es totalmente antinatural, vecinos y empresarios queremos lo mismo para la ciudad: que crezca en trabajo para todos de manera ordenada para que se sigan haciendo cosas, para que nadie se sienta excluido ni privado de sus derechos. Esa función, la de organizar y hacer cumplir el orden que se ha consensuado la tiene que cumplir el municipio pero no quiere hacerlo, todas son promesas de hacer o pantallas de ordenanzas que después no se hacen cumplir porque hay otros intereses”.

“Nos está pasando hoy con la votación por el Presupuesto Participativo, invitamos a los vecinos a votar y nos recuerdan que venimos votando proyectos desde el 2013 y no se ha ejecutado ninguna obra. De esa manera, los vecinos se sienten burlados, sienten que todo es un circo porque nos hacen pensar, colaborar, participar, sin ninguna concreción y así año tras año. Hoy la participación en la votación es escasísima, el proyecto que gane no va a representar a los vecinos del distrito”, alertó.

Otro de los asiduos participantes del Plan de la Villa fue el centro vecinal Villa del Lago y también un grupo de vecinos que parecían no pertenecer a la institución. Por parte de los vecinos quedó plasmado un proyecto presentado en el Eje Urbano Ambiental denominado: “Reducción de velocidad de la circulación vehicular y ordenamiento en la zona de Bº de Villa del Lago”. En un extenso desarrollo, se desglosan las distintas problemáticas viales derivadas de la vecindad del barrio con la ruta 38 y la necesidad de que el Estado carlospacense se haga cargo de la seguridad de sus ciudadanos aun tratándose de una ruta nacional. Están allí presentadas las problemáticas y sus posibles soluciones con intervenciones tanto sobre la carpeta asfáltica como en la utilización de mobiliario urbano, reductores de velocidad, semáforos, veredas, etc.

Se iniciaron obras relacionadas con las veredas en la zona que, según comentaron desde el Centro Vecinal de entonces, fue votado para el presupuesto participativo del 2014 y realizado en el 2015. Sin embargo, la problemática vial con respecto a la velocidad y peligrosidad de ingreso al barrio desde la ruta 38 no avanzó en soluciones. Con respecto al tema, los vecinos dicen que el tema vial vuelve a ponerse en la palestra  por un cartel que ha aparecido en los últimos días en la ruta y que anuncia un reacondicionamiento de la infraestructura por parte del ministerio de Transporte de la Nación a través de la Dirección de Vialidad que abarcaría desde Carlos Paz hasta Cruz del Eje.

A pesar de la satisfacción que pueda dar la ejecución de esta obra, los vecinos de Villa del Lago no alcanzan el tope de la alegría porque encuentran una contradicción entre esta obra nacional y la propuesta que les “sugieren” desde la coordinación del  Presupuesto Participativo, para invertir en una rotonda sobre la misma ruta 38, una colectora que lleva el nombre de Bv. Sarmiento y la calle Scarlatti. Los vecinos dudan si la importante inversión que llevará la rotonda no se contrapone con la ejecución de la obra nacional y se preguntan cuáles son los alcances de esa obra porque, si se trata de una ampliación, la rotonda se transformará en un impedimento y se verá descartada. Nadie los informa al respecto y todo es una nebulosa de silencio que los deja bastante incómodos frente a este imperativo de votar un proyecto, la “sugerencia” de votar un proyecto que ellos no han elaborado y la imposibilidad de debatir en torno a los pros y los contras de la “sugerencia”.

 

Participación mecánica

Tanto el Plan de la Villa 2020 como el mismo Presupuesto Participativo son propuestas muy propicias desde la teoría. Ambas movilizaron y promovieron la participación activa de los vecinos, verdaderos actores de la proyección de su barrio y su ciudad.

En el caso del Plan de la Villa, los proyectos están ahí, más o menos ambiciosos, pero a la mano del gobernante que quiera empoderarlos y hacerlos suyo. El Presupuesto Participativo está siendo. Pero si no hay canales concretos que permitan el feedback permanente entre el proyecto y la concreción, aquellos que sueñan comienzan a percibir que son soñadores mecánicos, que los incitan a seguir proyectando para mantenerlos ocupados sin alcanzar ninguna ejecución ni ahora ni después.

El resultado es la desesperanza, la apatía, el desinterés por el futuro, exactamente lo contrario a la propuesta de estas herramientas de participación.

 

Nota correspondiente a la edición n° 436 del semanario La Jornada, del 02 de octubre de 2016.

2 COMMENTS

  1. Dios.. este diario cada dia deja mas que desear. Que nota carente de sentido y logica desnotando el trabajo de personas que se esfuerzan por lograr la participacion que muchas veces es rechazada por los centeos vecinales. Por no tener tiempo o por corrupcion propia e intereses personales. Esta nota es totalmente equivoca.

  2. El presupuesto participativo es un manoseo al vecino de Carlos Paz. No hay transparencia en el proceso más que empleados municipales balbuceando excusas de porqué no se pueden hacer proyectos pedidos por los vecinos. Las propuestas son elegidas puertas adentro de la municipalidad, de acuerdo a lo que el funcionario de turno decida con que va a chapear mejor el gobierno nefasto de Avilés.
    Pidan el listado de proyectos que está esperando la realización desde 2013. Pidan los que se hicieron. Comparenlos. Paren de usar a la gente para sacar provecho y mostrar una gestión “amigable” con los ciudadanos.
    Los dos coordinadores del Presupuesto son títeres de CPU. Ponen un proceso democrático que involucra fondos millonarios de la alcancía de los vecinos de Carlos Paz a merced de ñoquis sin ninguna formación para manejar proyectos asi.
    Expliquen porqué Piñero es idóneo según decreto para coordinar proyectos y cumplir que se hagan? Mejor aun, expliquen porque Gabriel Martina es idóneo para manejar un presupuesto de millones? Expliquen porqué hacen obras que tienen más cartel que necesidades.

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