Por Patricia I. Nardi – Lic. en Nutrición – UNC – M.P: 4052
Turnos: 03541- 569391 (tel y whatsapp) – Obras sociales y particular.
La quínoa es considerada una semilla (vegetal) pero se come como un cereal.
Para algunas poblaciones del mundo, incluir proteínas de buena calidad en sus dietas constituye un problema, sobre todo en aquellas que raramente consumen proteína de origen animal y deben obtener proteínas de cereales, legumbres y otros granos.
La quínoa es un grano andino y a menudo se la denomina “el grano de oro de los Andes”. Su principal mérito es que el grano, las hojas así como las inflorescencias son fuente de proteínas de muy buena calidad. La quínoa tiene un valor excepcional que es comparable al de la leche materna y los huevos. Es conocida por su calidad proteínica así como por su contenido en carbohidratos, vitaminas y minerales.
El uso de este alimento en la preparación de comidas da a los comensales un valor calórico superior a otros cereales, que lo caracteriza como un alimento adecuado para zonas de clima frío.
Es un alimento completo y balanceado, superior en algunos aspectos a los alimentos de origen animal.
La quínoa es ligera, sabrosa y fácil de digerir. Tiene un sabor delicado similar a las nueces. Su textura añade sabor a casi cualquier receta.
Si bien tiene una serie de elementos tóxicos en su composición, puede comerse adecuadamente siempre que se lave antes de su preparación culinaria. Además, se cocina como cualquier cereal.
Puede utilizarse en guisos, rellenos, ensaladas y postres.
Ensalada clásica con quínoa
- Quínoa cocida (recordar lavarla muy bien antes para sacar las saponinas tóxicas).
- Zanahoria rallada gruesa.
- Tomates cherry.
- Aceitunas negras descarozadas.
- Palta en cubos.
- Aceite de oliva o bien de girasol.
Todos los ingredientes van en cantidad necesaria como comensales haya en la mesa.
Anímense a probarla! Hasta la próxima!
Nota correspondiente a la edición n° 550 del periódico La Jornada, del 26 de febrero de 2020.
