Música para leer – Deseo que estuvieras aquí Syd

12 de setiembre de 1975: Pink Floyd lanzó su séptimo álbum de estudio Wish You Were Here, que pasó a alcanzar el número uno en la lista de álbumes Billboard 200 y vender seis millones de copias solo en los Estados Unidos.

Su temática explora la ausencia, la industria musical y los problemas mentales de Syd Barrett.

Fue un éxito inmediato; la compañía discográfica EMI ni siquiera pudo editar las suficientes copias para satisfacer la demanda. Al comienzo recibió críticas positivas y negativas, aunque está posicionado en el puesto número 209 de la lista de los 500 mejores álbumes de la historia elaborada por la revista Rolling Stone. Los miembros de la banda Richard Wright y David Gilmour coinciden en que “Wish You Were Here” es su álbum favorito de Pink Floyd.

El tema central, ‘Wish You Were Here’ es uno de los más populares del cuarteto, quizás compartiendo honores con el tema principal de The Wall. Supone en cierta medida una rareza y es todo un hallazgo, comienza como que proviene de una radio AM en algún lugar a lo lejos. Representa la distancia entre el oyente y la música.

“Shine On” es un tributo a Barrett, quien, irónicamente, se presentó en los estudios el 5 de junio mientras se grababa. A la banda le costó reconocerle debido a su sobrepeso y a su cambio de aspecto.

Las otras dos canciones del álbum (“Welcome to the Machine” y “Have a Cigar”) expresan el renovado disgusto de la banda por las presiones de la industria de la música; presiones que creen que ayudaron a Syd a quebrar y dejar la banda.

‘Have a Cigar’ abre la cara B y nos encontramos con una sorpresa, pues Roy Harper es quien lleva la voz cantante. Es una pieza de rock clásica pinkfloydiana cuya letra es un ataque frontal, bastante cínico contra el establishment de la industria, los A&R discográficos y una declaración de principios de la banda que afirmaba no ser un corderillo ante Emi.

El álbum se cierra con la segunda parte de Shine on Your Crazy Diamond, a la que no hace falta añadir más sobre ella. Salvo que una primera parte es densísima y la segunda enlaza con el estribillo de la pieza primera, mientras que en la tercera, el teclado es absoluto protagonista.

Personalmente fue mi segundo álbum de Pink Floyd y me parece muy superior a la entrega anterior, lo noto más armado, más evolucionado e incluso como una manera de demostrar que la banda ya estaba definida como tal.

 

Till the next goodbye

 

Nota correspondiente a la edición n° 531 del semanario La Jornada, del 10 de setiembre de 2018.

1 COMMENT

  1. MUY INTERESANTE LA NOTA Y LAS ANECDOTAS, ADEMAS DE LOS DETALLES, ME GUSTA, HUBIERA QUERIDO QUE FUERA MAS EXTENSA, UN EXCELENTE ALBUM ENTRE LOS 3 O 4 MEJORES DE PINK FLOYD, PERSONALMENTE PREFIERO THE SIDE DARK OF THE MOON Y THE WALL.

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