Por Francisco “Pancho” Ciarez
Porque lo más bello de los sueños es volar”. El ser humano siempre quiso volar. Ha tenido durante el paso de los siglos invenciones que quisieron retratar esta acción de elevarse con cualquier movimiento a través del aire, pero nunca logró hacerlo por sus propios medios. Sin embargo, el hombre siempre tuvo en mente poder conseguirlo y con ese intento aparecieron grandes creaciones durante el paso de la historia.
Uno de los sueños de Leonardo Da Vinci fue construir una máquina capaz de volar. Para ello se fijó en el vuelo de los pájaros y fue ahí cuando aparecieron sus planos con las “máquinas voladoras”. El primer vuelo en avioneta fue el 17 de diciembre de 1903. Los hermanos Wright, Wilbur y Orville, a bordo del “Flyer I”, llegaron a diseñar y fabricar un avión controlable, que fue capaz de planear en un corto vuelo impulsado con ayuda de una catapulta externa. En la actualidad aparecieron los drones y nuevos dispositivos de radio control como la ruta para seguir avanzando y perfeccionando la actividad de vuelo.
¿Quién no ha hecho un “avioncito” de papel en la escuela para pasar los recreos? Tiempo atrás los más pequeños, cuando no existían los celulares, whatsapp, las selfies, YouTube e Ipods, lo adoptaron como un pasatiempo. Compitiendo con los compañeros para ver cuál es el que volaba más alto o planeaba durante más tiempo.
Marcos Iatrino conjuga todo ese paso del tiempo sobre los aviones y el vuelo en el presente. Tiene 20 años y nació en Carlos Paz. El piloto carlospacense de aeromodelismo dio su primeros pasos cuando apenas tenía 7 años gracias al legado de su padre, Mario Iatrino.
De esa manera comenzó con aviones que tenía guardados hace mucho tiempo en el garaje de su casa. Después con la insistencia de Marcos hacia su padre, pudieron armar un avión para hacer sus primeros entrenamientos; y fue desde aquel primer día hasta hoy que practica este deporte todas las semanas y le dedica los siete días a esta pasión familiar.
Su debut y primer evento de aeromodelismo fue en la ciudad de San Rafael, Mendoza, en 2005 con su avión entrenador ala baja denominado “Colibrí” y un avión a escala “Cessna 182″.
En 2012 se consagró piloto revelación del encuentro más grande de la Argentina en Camilo Aldao, Córdoba. Consiguió ser campeón nacional dos veces y actualmente lidera el ranking anual de la categoría “Advanced”, la categoría más exigente en Argentina.
Marcos dialogó mano a mano con La Jornada contando en primera persona su experiencia en el aeromodelismo. Un viaje por sus comienzos hasta la actualidad de este deporte que tiene como uno de los grandes valores al joven carlospacense que se destaca en cada evento que participa. Todo este camino le da aliento para tomar experiencia, seguir perfeccionándose y poder sumar adeptos para conseguir su máximo sueño: ser piloto de avión.
– ¿Cuánto tiene que ver tu padre con esta pasión por el aeromodelismo?
– Tiene mucho que ver mi padre. Desde los 7 años hago este deporte, y mi papá hace 40 años que lo hace. De chico siempre le insistí para armar un avión, un día me lo armó y desde aquel día hasta hoy nunca paramos con este hobby.
– ¿Es un hobby o un deporte?
– No es reconocido como otros deportes, pero se hace con la misma pasión y siempre se comienza de la misma forma. Yo empecé por mi papá y todos los que conozco lo hicieron por un legado familiar, como pasa en otras especialidades deportivas.
Se lo considera un deporte. Para mí es un hobby, es un deporte, y en la actualidad es un trabajo. Se puede vivir del aeromodelismo y de hecho lo estoy haciendo, pero siempre lo tomé como un pasatiempo y a esta altura como un deporte profesional, pero la verdad es que realmente se lo considera como un deporte más como cualquier otro.
– ¿Cuál fue tu primera experiencia?
– Comencé con un avión entrenador, como se comienza habitualmente, que me pudo armar mi papá y fue allí donde realicé las primeras maniobras; o sea, despegar, aterrizar, volarlo, y después vas evolucionando, eligiendo a lo que te querés dedicar específicamente, que en mi caso fue la acrobacia.
– ¿En Carlos Paz donde se practica esta actividad?
– En Carlos Paz tenemos una mini agrupación donde nos juntamos 10 aeromodelistas cada fin de semana cerca del balneario Playas de Oro, pasando el puente de la calle Juncal. Ahí practicamos y entrenamos para alguna competencia o simplemente nos juntamos en familia para disfrutar un gran momento.
– ¿Cómo es el nivel en el país?
– Argentina tiene un nivel muy bueno y hay pilotos que son muy buenos. Tuve la suerte de salir dos veces ganador del campeonato anual, lo que es una alegría inmensa para mí.
En el caso de los eventos por ahí tenés a tres mil atrás tuyo mirando lo que uno hace y está buenísimo el interés y el asombro de la gente.
Desde 2011 estoy haciendo exhibiciones en distintos eventos del país y desde 2009 me dedico a la competencia. Estoy compitiendo ya a nivel nacional en la categoría más alta de Argentina.
– ¿Es un deporte costoso?
– Hoy en día se está poniendo más caro. Es accesible pero no sé si se lo llamaría caro. Para empezar a volar se puede hacerlo sin ningún problema.
– Más allá del deporte, también trabajás actualmente con temas referidos a la aviación…
– Trabajo volando este tipo de aviones. Hoy en día con los drones, aeronaves no tripuladas, estoy como piloto de este tipo de aeroplanos. Está bueno trabajar de lo que comenzó como un hobby y lo que continuó como un deporte y ahora es un trabajo. Estoy todos los días de la semana inclusive sábados y domingos con los aviones. Mi vida se basa puramente en aviones y volar.
– ¿Cómo es la modalidad de competencia y las demostraciones donde participás?
– En las exhibiciones es una rutina de acrobacias donde se muestra el vuelo. Se basa en una rutina como un verdadero show con música y humo, es para la gente espectadora.
En la competencia hay una lista de 10 maniobras que el piloto tiene que hacer, que son puntuadas por un juez una por una, del 1 al 10, maniobra por maniobra. De esa forma se suma un puntaje entre todos los pilotos y después de tres o cuatro vuelos se saca el puntaje final.
– ¿Cuál es el avión con el que competís?
– El avión es un Extra 260 (foto). Es un kit de China, una de las mejores marcas del mundo que me auspicia a mí junto con un sponsor de Uruguay y de Alemania.
Es un avión de 2,70 metros de envergadura, tiene un motor de 120cc y se vuela con un radio control común de 11 canales. Significa que los 11 canales se están moviendo permanentemente en el avión.
Es el que uso para competir y para las demostraciones.
– ¿Te gustaría que crezca la actividad en la ciudad?
– Hemos viajado por todo el país haciendo exhibiciones y hay mucha que me conoce a través de internet. Logré ir a Chile el año pasado y tengo pensado viajar a Brasil y Paraguay. Que lo vea Carlos Paz es un orgullo. Nunca se le ha dado la importancia que yo creo que se le tiene que dar, porque es un hobby muy bueno para la familia en general, se puede tomar como un deporte más profesional y para el que lo hace es muy sano. Esperemos que se vea un poco más en la ciudad y que crezca, obviamente.
– ¿Un sueño?
– Desde chico cuando me inicié en esto siempre quise ser piloto de aviones, voy por ese lado, no tanto por el aeromodelismo. Tratar de hacer lo mismo que hago con el avión de aeromodelismo plasmarlo en la vida real. Es mi sueño a cumplir, mi meta para alcanzar.
Nota correspondiente a la edición n° 383 del semanario La Jornada, del 06 de setiembre de 2015.
