Los días pasan y se acerca, inexorablemente, una nueva elección del defensor del Pueblo de Villa Carlos Paz. Los comicios para elegir al nuevo ombudsman y a su adjunto se realizarían en junio de 2017.
Este escenario deja al desnudo una profunda contradicción que nace desde la misma sanción de la Carta Orgánica: tanto el defensor del Pueblo y su Adjunto pueden ser reelegidos indefinidamente pero, al mismo tiempo, desde que asumen se les prohíbe taxativamente la realización de cualquier actividad político partidaria. Y para ser candidatos se les exige que los proponga un partido político.
O sea, deben presentarse con el sello de un partido, pero si están en funciones no pueden realizar ninguna actividad proselitista. Insólito.
El concejal Omar Ruiz tomó nota de esta incongruencia y presentó hace un par de semanas un proyecto que propone cambios en la ordenanza que reglamenta la defensoría del Pueblo para que, entre otros puntos, no se entiendan como actividad político partidaria “la simple emisión del voto en elecciones generales o internas partidarias”, y “la realización de campañas electorales para su reelección”.
El punto pasó a comisión y su debate es seguido de cerca por el actual defensor del Pueblo, Alejandro Luchessi.
“La Carta Orgánica dice que el defensor del Pueblo puede ser reelecto en forma indefinida, pero a la vez la ordenanza reglamentaria dispone que no puede realizar ningún tipo de actividad político-partidaria. Así que no me podría candidatear habida cuenta que no puedo realizar actividad partidaria. Por eso estoy muy atento a lo que sucede con este proyecto”, dijo en una entrevista con VillaNos Radio 100.7. Y agregó: “Hay una suerte de gris tenue, jodido, que no deja bien clara las cosas, ni siquiera en la posibilidad de una campaña electoral”.
“Te mandan a boxear con las manos atadas”, graficó.
Aun en este contexto, adelantó que está analizando la posibilidad de pelear por la reelección: “No te voy a decir ya que sí, pero es una posibilidad muy concreta. Me gustaría. Nos van a tener que valorar las personas jerárquicas del partido radical para ver si me lo ofrecen o si buscan un mejor candidato”.
Luchessi precisó que su mandato vence el 2 de enero de 2018 (asumió el 2 de enero de 2014) por lo que, “en marzo o abril habrá que tomar una decisión necesariamente ya que se va a largar la carrera electoral”, teniendo en cuenta que el intendente Avilés “deberá llamar a elecciones a mitad de su mandato” (junio de 2017).
“Con Rudi (Trossero, defensor Adjunto) sacamos 8620 votos en la elección de 2013 sobre un padrón de más de 20 mil, y más de un 20 % de diferencia con el segundo. Entonces, no se puede decir que el defensor y el adjunto sean personas desconocidas o que no puedan medir en una próxima elección”, retó.
Hizo referencia, además, a que, “muchos postulantes ya se están ofreciendo y eso me parece sin escrúpulos. Si se ofrecen candidatos deben ver que la autoridad competente pueda salir a contestar y a posicionarse también.
Por eso, y hasta tanto no esté la ordenanza que habilita al defensor a hacer campañas me parece antiético tirar nombres”.
Luchessi consideró que la posibilidad de que el proyecto de Ruiz prospere, “es política pura”.
“Será un tira y afloje de mayorías y minorías. Pero si esto sale para otro lado me dedicaré a mi profesión. Y a otra cosa mariposa. No tengo ningún tipo de apremio.
Soy muy digno defensor del Pueblo y junto con Rudi hemos hecho grandes cosas por las personas, y hemos solucionando problemas que nadie se hace cargo dentro de los organismos del Estado.
Estamos muy tranquilos haciendo lo que corresponde, e incluso nos valoran a nivel nacional como defensoría del Pueblo”, destacó.
En esta línea, afirmó que el balance de lo hecho desde el momento en que asumió, “partiendo del punto cero, es muy bueno”.
“Hemos notado que la defensoría acepta y recepta reclamos de vecinos que no son atendidos por otros organismos oficiales en lo que hace a la convivencia ciudadana, los derechos y la democracia.
Temas como accesibilidad, alumbrado público, saneamiento, mejoramientos ambientales y acceso a la salud normalmente funcionan bien, pero cuando no lo hacen hay un daño que implica la pérdida de un derecho, aunque sea en forma transitoria.
En esos casos en estos tres años el defensor del Pueblo ha estado muy atento y ha operado mucho para que eso se revierta.
En la defensoría es difícil hablar de obras, pero sí de hechos que han conducido a las personas a un mejoramiento de su situación, y además hace un aporte importante a lo que es la vida democrática”, reseñó.
Por último insistió con que, “es falto de ética hablar de elecciones del defensor del Pueblo, estando el titular en posibilidad de ser reelecto y a la vez impedido de hacer campaña”.
“No puedo pelear con las manos atadas”, concluyó.
Nota correspondiente a la edición n° 443 del semanario La Jornada, del 20 de noviembre de 2016.
