El viernes pasado se presentó la obra teatral ‘Experimento Lady’ en el Salón Rizzuto. Pasadas las 21.30 comenzó a ingresar el público a la sala con la particularidad de que los hombres fueron separados de las mujeres y ubicados en las primeras filas. Entre ellos se encontraban Nadia Corzo y Macarena López Salvans, amigas de Andrea Castana, quienes fueron invitadas por la directora y las actrices. A su lado una silla llevaba una remera con la foto de Andrea, haciendo presente su ausencia.
“Está Andrea con nosotros. Con mucho respeto desde nuestro lugar de hacedoras culturales y docentes tenemos una responsabilidad y la más grande es educar”, declaró la actriz Ariadna Ruiz.
Esta producción teatral local fue declarada de interés cultural y social por el Concejo de Representantes. Está interpretada por Taty Luciano, Ariadna Ruiz Punta e Ivana Vivas, quien también la dirige. Es la cuarta vez que se presentan en nuestra ciudad.
La obra aborda la problemática de la violencia de género construyendo un clima de profundo dramatismo, combinado con espacios de reflexión e interpelación al público y toques de humor.
“Fue un trabajo arduo de investigación y experimental. Es una obra muy compleja que deja un mensaje muy concreto: tomar conciencia de lo que está sucediendo en nuestro país y el mundo entero en relación a la violencia de género”, dijo la directora y actriz, Ivana Vivas.
El guión es de dos autores españoles, Paula Susperregui y Paulo Sciutto, y ha sido adaptado para poder reflejar la violencia que se ejerce hacia las mujeres en nuestro país. En la puesta en escena se dan a conocer estadísticas oficiales de femicidios en la provincia que, lamentablemente, se van actualizando antes de cada presentación; y se mencionan los nombres de víctimas reales, como son los casos de Andrea Castana e Ingrid Vidosa en nuestra ciudad.
“Cuando empezamos con el proyecto eran 177 femicidios en Córdoba, al día de hoy son 429”, detalló Ruiz. “Tomamos como emblema a Andrea porque nos atravesó muchísimo”, agregó y expresó que cada vez que se suma una nueva víctima lo viven con “mucho dolor y mucha impotencia”.
Estos datos se modifican según los lugares en donde se presente la obra. “Sentimos que llevamos la bandera de aquellas mujeres que no pueden contar su historia, porque murieron en manos de un hombre”, relató Ruiz.
Durante toda la obra hay un intercambio y contacto permanente con el público, especialmente con los hombres. “Es muy intimista. Cuando veo al público me transmite lo mismo que estoy sintiendo yo”, explicó Luciano.
Esta producción teatral tiene claro su objetivo conmover al público e invitarlo a reflexionar sobre la violencia que sufren cotidianamente las mujeres y que está, en muchos casos, completamente naturalizada. “Es nuestro grano de arena. El teatro es una herramienta para servirse en este sentido. Ese es nuestro aporte: invitamos a la reflexión verdaderamente y les damos en la obra el espacio para eso”, sostuvo Cecilia Gervasoni, quien está a cargo del maquillaje, la luz y el sonido.
Nota correspondiente a la edición n° 485 del semanario La Jornada, del 01 de octubre de 2017.
