El policía acusado de matar a Franco Amaya estaba alcoholizado al momento del hecho

Rodrigo Bustos, el policía acusado de haber asesinado de un disparo a quemarropa a Franco Amaya durante un control vehicular, estaba alcoholizado al momento del hecho. Así lo confirmó en declaraciones a distintos medios la fiscal Jorgelina Gómez, quien tiene a su cargo la investigación de lo ocurrido en la madrugada del pasado 22 de febrero en Villa Carlos Paz, en inmediaciones del puente Los Gigantes.

También tenía etanol en sangre el oficial a cargo del operativo, José Villagra.

El análisis retrospectivo determinó que Bustos tenía 0,84 de alcohol en sangre y Villagra 0,87 al momento del hecho.

La fiscal ordenó, además, la prisión preventiva para Bustos, quien permanece detenido en la cárcel de Bouwer y está acusado de ‘homicidio doblemente calificado’, agravado por uso de arma de fuego y la calidad funcional.

En tanto Villagra está imputado de “omisión de los deberes de funcionario público” y permanece en libertad. La familia del joven reclama que también sea encarcelado.

 

“Un desequilibrado vestido de azul”

“Si analizamos los niveles de alcohol en la definición de lo que puede causar según la Policía Judicial nos encontramos con ‘un comportamiento incoherente al ejecutar tareas, la disminución de discernimiento y la pérdida de inhibiciones’. Concretamente, se trata de un desequilibrado vestido de azul, con un arma reglamentaria. Además de un jefe que tenía que controlarlo y que sabe que con ese nivel de alcohol, no debe ni olfatear un arma”, definió, con contundencia, Carlos Nayi, abogado de la familia de Franco Amaya.

Añadió que, “una persona en esta condición no puede portar un arma nueve milímetros porque no tiene el equilibrio emocional para ejecutar la alta misión de prevenir y solamente reprimir en situaciones extremas”.

Para el letrado, no se trató de un caso de gatillo fácil, sino de “un asesinato a quemarropa”.

En sus conceptos, el oficial Villagra demostró “desprecio por la vida” y pidió a la justicia “que no tenga concesiones a la hora de la respuesta punitiva”.

“A Bustos el pronóstico punitivo no lo ubica sólo en un escenario de prisión perpetua, sino que habilita definir el nivel de responsabilidad del sargento ayudante, quien tenía que controlar y sabía que había consumido alcohol. Ha llegado la hora de reformular la situación de Villagra, que tiene una imputación menor”, remarcó.

 

Laura Cortez: “No entiendo cómo puede ser que esta gente esté alcoholizada”

La noticia de que los dos policías involucrados en el asesinato de su hijo estaban alcoholizados sacudió a Laura Cortez.

“Es revolver todo lo que pasó y con bronca.  No entiendo cómo puede ser que esta gente esté alcoholizada. No me doy explicaciones yo misma, menos me las van a dar ellos”, dijo a La Voz del Interior.

Se quejó, además, de que en un primer momento la versión de los policías buscó culpar de lo sucedido a los jóvenes (Franco y su primo Agustín) que se conducían en la moto. Se llegó a hablar de que estaban armados y que quisieron fugarse.

“Quisieron dar vueltas las cosas, ensuciar a mi hijo, y esta vez les salió mal la jugada”, señaló. Y reclamó que Villagra, el oficial a cargo del operativo, también vaya preso junto con Bustos: “Queremos que se cambie la carátula al policía que estaba a cargo del operativo. Quiero que vaya preso también porque estaba a cargo del otro policía y tenía más alcohol en sangre que el otro”.

La familia acusa también a los policías de no haber llamado a una ambulancia y de impedir que Franco sea socorrido rápidamente.

“No lo ayudaron a mi hijo. No llamaron a la ambulancia, nada. Con el alcohol que tenían en sangre, no atinaron a llamar a la ambulancia”, denunció Cortez.

 

Nota correspondiente a la edición n° 464 del semanario La Jornada, del 07 de mayo de 2017.

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