Por Evelina Ramírez
El grupo Titiriarte, coordinado por Glenda Álvarez Oviedo y Rubén Di Mauro, organizó un ciclo de funciones de títeres en la Casa de la Cultura de la Coopi que desde el comienzo fue un verdadero suceso. Arrancó el pasado 11 de julio y termina este lunes 18 de julio, siempre trabajando a sala llena.
“Es muy grato para nosotros comenzar estas vacaciones de invierno con un ciclo de funciones de títeres. La intención es que en nuestra ciudad no falten los títeres como posibilidad cultural para llevar a los niños a disfrutar, aprender y divertirse”, expresó a VillaNos Radio Rubén Di Mauro.
“Estamos muy felices, porque han venido muchos niños y muchas familias”, completó su compañera Glenda.
Los organizadores sostienen que el teatro es un servicio y desde ese lugar asumen como un “compromiso impostergable” el hecho de poder seguir generando espacios de recreación, cultura y encuentro. “Nuestro deber de artistas no es simplemente entretener; nuestro deber es servir. Y como objetivo principal esta compañía de títeres intenta llegar regularmente y sistemáticamente a espacios con las más bellas expresiones y aportando, felizmente, nuestro granito de arena”, agregan.
El ciclo incluyó propuestas de altísima calidad con profesionales venidos de Venezuela, Buenos Aires y Córdoba. Desde Venezuela llegó el grupo ‘Giraluna’, desde Buenos Aires estuvo el grupo ‘Diábolo’, desde Córdoba viene los ‘Piedra Libre’ y ‘La Chichina Títeres’ y en representación de Villa Carlos Paz estará ‘Titiriarte’ presentando cinco obras diferentes.
El grupo Diábolo estuvo el miércoles presentando la obra “Golazo al ángulo”, una historia donde la pasión, el amor y la amistad confluyen en un partido de futbol. Marcelo “el Colo” Pascale es quien coordina este grupo de títeres que tiene 10 años de vigencia.
“Para no ser ajenos al nombre, Diábolo nació el 6 del 6 del 6 -comenzó relatando el titiritero-. Nació el 6 de junio de 2006. Además, yo tengo locura por Independiente de Avellaneda. Yo venía haciendo teatro y un compañero de Santa fe, Rodolfo Costas, nos regaló dos títeres: el panadero y el diablo. Él me dijo: ‘anda a hacer títeres’. Me los enguanté y desde ahí empecé a viajar con los títeres”, relató.
Desde Venezuela estuvo el grupo Giraluna, presentado el viernes pasado la obra “Cuentos de aquí y de allá” en la que Liberto inicia la función aprovechando su sabiduría, propia de todos los abuelos, para integrar al público e inducir que vuele la imaginación y se preparen para disfrutar de los cuentos contados por los títeres: El conejo y el Mapurite, y La marcha de las vocales.
Carlos Hurtado, coordinador de la compañía, comentó que la agrupación nació en 1985 en la ciudad de Barquisimeto, Venezuela. “Desde ese momento hemos venido trabajando lo que es la literatura aborigen de nuestro país y de Latinoamérica. Los indígenas escriben las obras y desde Giraluna los adaptamos al teatro de títeres”, relató.
Hurtado rescató la importancia del trabajo emprendido por Eduardo Di Mauro (hermano de Rubén), quien falleció en agosto de 2014. Eduardo nació en Córdoba en 1928. Fue militante del Partido Comunista y durante la última dictadura cívico-militar, tuvo que exiliarse. Su destino fue Venezuela, país en el que vivió desde entonces.
Allí desarrolló un notable trabajo desde el teatro Tempo (Teatro Estable de Muñecos de Portuguesa), desarrollando programas educativos que tienen a los títeres como herramienta pedagógica. Además, promovió una intensa labor de formación de titiriteros latinoamericanos durante más de 30 años.
“Eduardo Di Mauro estuvo con nosotros haciendo una buena experiencia de teatro de títeres. Él fue quien encendió la mecha y nos enseñó que no estamos solo para presentarnos en los buenos salones y museos, sino y también para hacer ese trabajo social que todavía se mantiene. Todavía estamos dándole duro al trabajo en las escuelas, en las comunidades, en los pueblos. Los títeres llegan a donde se acaba el asfalto”, dijo.
Y remarcó: “El arte de los títeres nos es solo para niños y niñas, sino para toda la familia”.
Las funciones que quedan
El ciclo de títeres “Fiesta en vacaciones de invierno”, sigue hasta este lunes 18 de julio. Siempre en la casa de la Cultura de la Coopi (Moreno 60- Villa Carlos Paz), con entrada libre y a la gorra. Al final, se comparte alfajores y un mate cocido. También hay sorteo de títeres.
Domingo 17 de julio:
16:00 horas. “Una travesura de títeres”, del grupo Titiriarte – Villa Carlos Paz
Esta historia transcurre en el barrio del Abuelo Raúl, Maxi y Anabella no encuentran manera de hacer entender a “Lucas el inteligente” que debe cambiar su forma de ser. Su mal humor, la falta de respeto, la burla y el fanatismo por el futbol, lo llevarán a quedarse completamente solo. La intervención oportuna del abuelo Raúl será muy importante para que esta historia termine bien.
17:30 horas. “La visita inesperada”, del grupo Titiriarte – Villa Carlos Paz
Felipe es un perro. Pero no por su carácter, sino porque pertenece a la raza canina. Un día Felipe recibió a un visitante inesperado y resulto ser que este encuentro fue un momento muy especial que cambio su vida por completo. Afortunadamente para él, la visita de éste nuevo amigo llega justo a tiempo para comprender uno de los secretos de la vida: si quieres un corazón repleto de amor y alegría, dos virtudes debes de tener: ser siempre agradecido y generoso.
Lunes 18 de Julio
17:00 horas. “El mago y el payaso”, del grupo Piedra Libre y La Chichina Títeres – Córdoba
Esta obra transcurre en un viejo pueblo donde la siesta no se interrumpe por nada del mundo, hasta que la llegada de dos circos cambia esa realidad. El problema se desata cuando una vecina del lugar se molesta por los ruidos, y quiere que se vayan. Así el Mago y el Payaso, dueños de ambos circos, deberán unirse y buscar la manera de convencerla de que los circos son bien recibidos en todas las partes del mundo. Esta llegada rompe la rutina y genera un conflicto que los personajes van a resolver uniéndose en vez de competir.
Nota correspondiente a la edición n° 425 del semanario La Jornada, del 17 de julio de 2016.
