El avilesismo debió apelar al doble voto de la presidencia para poder aprobar el balance 2016

En la sesión del viernes pasado, el Concejo de Representantes aprobó la Cuenta General del Ejercicio 2016.

La decisión de avalar el balance fue tomada con los votos del avilesismo a pesar de las críticas de ediles y vecinos que se habían expresado en la audiencia pública.

Es que la votación terminó empatada 6 a 6 (Bustos, Zacarías, Alessio, Roldán, Livelli y Cuevas, a favor; Gispert, Molina, Ruiz, Sequeira, Lenci, Orce, en contra) y se definió con el doble voto de la presidencia.

 

Audiencia

Con muy escasa participación se concretó la audiencia pública que tuvo lugar el miércoles pasado en la escuela Ricardo Bernabé Fernández, de Villa Independencia.

En lo que refiere particularmente la Cuenta General del Ejercicio, hubo dos personas que se expresaron. Uno de ellos fue el contador Emmanuel Conrero quien citó en reiteradas oportunidades el informe del Auditor de Gestión, Alejandro Díaz.

En su alocución, Conrero hizo hincapié en la subejecución de partidas y recordó que la ejecución total del presupuesto del año pasado fue del 73%. Recalcó que “la administración pública no tiene por función tener superávit”.

Se detuvo, particularmente en la subejecución de partidas de la secretaría de Calidad Institucional, que apenas llega al 22% y recordó que dentro de esa cartera, la porción más grande corresponde al Presupuesto Participativo.

“Es lo que vienen reclamando los vecinos: la ausencia de respuestas a sus requerimientos. Los números lo marcan. De 32 millones de pesos, sólo se ejecutaron 7”, detalló.

En la misma línea argumentativa habló de la baja ejecución de la secretaría de Desarrollo Urbano Ambiental (59%), de la Secretaría de Economía (60%) y de las cuentas de afectación especifica. “Estamos guardando plata en los bancos y eso es inexplicable”, subrayó.

Similares expresiones tuvo el vecino Gustavo Roqué, quien expresó que la jactancia por del superávit de 112 millones de pesos que plantea el gobierno de Avilés lo interpreta como que “da la impresión que el Estado se ha constituido en una entidad comercial, industrial o de servicio”.

“En el orden mundial, los presupuestos deben ejecutarse en obras y servicios y no especular con que los bancos se beneficien con los dineros nuestros que están expuestos a bolsillos cada vez más exhaustos”, manifestó.

Y reforzó: “Hay personas en esta ciudad a las que les cuesta pagar las tasas municipales. No se puede manejar ese dinero con sentido de especulación dineraria”.

 

Nota correspondiente a la edición n° 472 del semanario La Jornada, del 02 de julio de 2017.

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