Por Valeria Flesia
Naciones Unidas declaró el 3 de Diciembre como el ‘Día Internacional de las personas con discapacidad’ con la intención de continuar avanzando en las medidas orientadas hacia el constante mejoramiento de su situación y el logro de igualdad de oportunidades para todos.
Luego, la Asamblea General insistió en que los Estados miembros celebraran el día con especial énfasis fomentando la integración en la sociedad de las personas con capacidades de todo tipo en un mundo sostenible e inclusivo.
En Villa Carlos Paz el ‘Día Internacional de las personas con discapacidad’ fue recordado de diferentes maneras y, entre ellas, el Centro Educativo Terapéutico San Francisco de Asís sorprendió con una original intervención en el centro de la ciudad que motivó lágrimas y sonrisas en el cálido encuentro con algunos de los integrantes del Centro.
Carolina Rodríguez, directora del Centro, cuenta sobre la experiencia: “El jueves 3 hicimos una intervención social bajo el lema “Incluir no es dejar entrar, es dar la bienvenida” en la puerta de la Galería La Strada en el centro de la ciudad. Los ocho chicos del grupo de Teatro de la institución que participaron del evento eran estatuas y en el momento en que sonaba una campana cobraban vida y regalaban abrazos a los espectadores y transeúntes. Es indescriptible la emoción que circuló entre los que se acercaron a participar, de la gente que estaba allí ocasionalmente, jóvenes, personas mayores, niños, abrazaban y besaban a las estatuas con gran cariño, hubo risas y lágrimas. Tenemos 150 fotos con cada uno de los asistentes que se sumaron a la puesta”.
El Centro Educativo Terapéutico San Francisco de Asís festejó sus 20 años hace muy poco, en ocasión de otro gran evento organizado por ellos, el Encuentro de Murgas que concita la atención nacional por la calidad y cantidad de sus participantes. Desde esta perspectiva, Rodríguez da cuenta del balance de esta y otras actividades: “Siempre tratamos de que los festejos incluyan la concientización y, en esta oportunidad, nos fuimos con la sensación de que estamos cambiando algo en las personas. Quienes se acercaron a los chicos y a la intervención lo hacían con cariño genuino, se quedaron, pidieron la foto, era gente de todas las edades, no se trató simplemente de un acto de generosidad por obligación, era emoción verdadera. Eso nos da gran esperanza de que otras cosas continúen avanzando porque aún estamos a mitad de camino”.
“Nuestro grupo luego de 20 años trabaja cada vez mejor, somos un equipo sólido que se desempeña con fluidez y afrontamos con fuerza esto de estar ‘a medio camino’. Todavía nos falta lograr más fuentes laborales, accesibilidad, conciencia de que con nuestro desempeño podemos estar cercenando derechos en el otro. Vamos en ese camino”, destacó la profesional.
Nota correspondiente a la edición n° 396 del semanario La Jornada, del 06 de diciembre de 2015.
