Claudio Gómez presentó en Carlos Paz “Maten al rugbier”

Por Francisco “Pancho” Ciarez

Claudio Gómez - Maten al rugbier (2)El domingo pasado durante el transcurso de la Feria del Libro Villa Carlos Paz 2015, se presentó el libro “Maten al rugbier”, del escritor Claudio Gómez.

Las salas Ernesto Sábato y José H. Porto de la Galería Turística Puente Uruguay tuvieron el paso de grandes propuestas locales, como así también nacionales, con exposiciones que invitaron al público presente a meterse en la piel de cada propuesta. Reflexionando, recapacitando, integrándose y adentrándose en el papel de cada exponente. “Maten al rugbier” no fue la excepción.

Claudio Gómez, autor del libro publicado por la editorial Sudamericana hace tres semanas, cuenta la historia de veinte jugadores de rugby desaparecidos durante la última dictadura cívico militar pertenecientes a La Plata Rugby Club. Una historia desconocida por muchos pero que sirve como un viaje por el tiempo para reavivar estas historias con la palabra de los familiares, ex compañeros y distintas voces que dieron a luz este ejemplar que cuenta detalladamente cada caso. Entre ellos hay uno muy impactante como es la historia de Jorge Moura, hermano de Federico Moura, líder de Virus, y de Marcelo Bettini, hermano del actual embajador en España.

Claudio Gómez nació en 1965 en Valentín Alsina, una ciudad del partido de Lanús (zona sur del Gran Buenos Aires). Integra la sección Deportes del diario Perfil desde el 2005. Es hincha de Independiente. Estudió en la escuela de periodismo TEA, donde actualmente dicta clases. Su primera experiencia laboral fue en la revista “La Maga”. Después colaboró en las revistas “TXT”, “Hombre” y “El Gráfico”.

“Una de las cosas que más me llamó la atención es lo poco que se conoce sobre esta historia tremenda en la que un solo club tiene 20 desaparecidos. Era una historia que desconocía y cuando me la empezaron a contar tomé dimensión de lo que significaba esta tragedia. Cuando salió publicada en Perfil me quedó la sensación de que no había contado nada. Había mucho más que dos páginas de un diario”, recuerda Gómez.

La historia comenzó como una nota especial para un 24 de marzo que solamente eran dos páginas que no terminaron de convencer al propio Gómez y cuando surgió la posibilidad de publicar su primer libro, nunca dudo que “Maten al rugbier” iba a ser su creación.

En total fueron 35 deportistas desaparecidos durante esos años. 20 fueron los jugadores de La Plata Rugby Club: Hernán Rocca, Pablo del Rivero, Hugo Lavalle, Abigail Attademo, Eduardo Navajas Jáuregui, Abel Vigo, Eduardo Merbilhaá, Marcelo Bettini, Alfredo Reboredo, Mario Mercader, Jorge Moura, Rodolfo Axat, Luis Munitis, Alejandro García Martegani, Pablo Balut, Otilio Pascua, Santiago Sánchez Viamonte, Enrique Sierra, Mariano Montequín y Julio Alvarez.

La investigación llevó dos años intensos de búsquedas. En principio la lista tenía 17 nombres y luego de vincularse de lleno en el tema terminaron siendo 20 los jugadores en total que practicaban en La Plata Rugby Club.

“La investigación influyó hasta en mis hábitos más cotidianos. Repetí hasta el hartazgo la canción que menos había escuchado de Virus. Conseguí un disco de Agapornis solo porque la banda está integrada por jugadores de La Plata Rugby. No recuerdo en estos dos años haber leído un libro que no tuviera que ver con la militancia en los setenta. Y con las películas me ocurrió algo parecido”, relata el periodista en la introducción del libro.

Gómez dialogó de manera exclusiva con La Jornada en su visita por Carlos Paz, contando sus experiencias, el trabajo que llevó realizar este libro junto al dolor de personas que recuerdan con mucha angustia a sus familiares y compañeros desaparecidos, en una de las páginas más negras de la histórica nuestro país.

“Maten al rugbier” es un trabajo con un relato meticuloso que aborda un enfoque deportivo y retrata el contexto social durante el último terrorismo de Estado en la historia de Argentina.

 

– ¿Cómo te recibió Carlos Paz?

Claudio Gómez - Maten al rugbier (1)– Estoy feliz y agradecido. Esta es la primera presentación de mi libro, salió hace tres semanas así que está muy “fresquito”. Cuando me invitaron acá no lo dudé, quise venir. Mucha gente se acercó y respondió a esta exposición. Fue algo nuevo para mí esto de presentarlo ante un público desconocido y estuvo buenísimo.

 

– ¿Cómo surgió la idea de escribir “Maten al rugbier”?

– El punto de partida fue una nota que hice para un 24 de marzo, hace 6 o 7 años. Estaba en la redacción del diario Perfil pensando que podemos hacer algo que vincule el aniversario del Golpe de Estado con el deporte. Empezamos a tirar ideas y alguien dice algo de unos rugbiers de La Plata. En ese momento era una idea muy vaga.

Empecé a investigar, viajé a La Plata, hablé con un ex compañero, hice la nota a dos hijas y a partir de esa nota me siguió quedando el tema en la cabeza. Después de viajar, hacer las notas, el tema empezó a tomar la verdadera dimensión que tenía. Una vez que publiqué la nota, me quedé como frustrado porque era dos páginas del diario y sentía que no había contado nada, era todo mínimo, sintético, resumido. Esta historia era mucho más grande. pero muchísimo más grande que esto.

Años después surgió la posibilidad de presentar un proyecto en la editorial Sudamericana y lo primero que se me cruzó por la cabeza, o sea no tenía ninguna duda, que el libro iba a ser sobre los rugbiers desaparecidos en La Plata. El tema no se me había ido y había quedado prendido en mi conciencia, hasta que tomó forma de libro.

A la historia traté de buscarle un hilo conductor, de por qué el terrorismo de Estado se ensañó con La Plata Rugby Club y la verdad es que no hay una respuesta racional. Busqué coincidencias, algo que uniera a los 20 casos y no hay una sola coincidencia. Los 20 rugbiers militaban en agrupaciones distintas: cinco integraban el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo, cuatro el PCML (Partido Comunista Marxista Leninista) y los demás Montoneros que desaparecieron en diferentes lugares, la mitad son de La Plata, algunos en Buenos Aires, hay tres en Mar del Plata. Algunos eran más comprometidos y participaron en operativos armados, otros hacían una militancia superficial, pero no hay un hilo que haga especular porque la mayoría de los rugbiers desaparecidos pertenecían al mismo club. La única coincidencia, además de La Plata Rugby, era que todos estudiaban en la Universidad Nacional de La Plata, todos venían de la educación pública, de clase media y ese el punto común de las 20 víctimas.

 

– Es significativo escuchar de rugbiers metidos en la militancia, se tiene otra imagen en la sociedad…

Claudio Gómez - Maten al rugbier (3)– La imagen y el prejuicio que todos tenemos del rugby es: jugador de zona norte, adinerado, no le importa ningún tema social, no tiene ningún tipo de compromiso, un deporte burgués.

Esto está cambiando mucho. Quizás este libro sea un aporte. En los 70´ los clubes de La Plata eran integrados por jugadores de clase media y que tenían, además de ser extraordinarios jugadores de rugby, un compromiso social y lo llevaron hasta la última consecuencia, le pusieron el cuerpo a ese compromiso social.

En Córdoba, Buenos Aires, hay clubes de rugby social que se organizan en función de la sociedad más vulnerable, las clases sociales más bajas, darle una oportunidad, una salida, trasmitirles valores a los chicos. Los valores del rugby son buenísimos; se habla de solidaridad, equipo, conjunto, trabajo colectivo, trasmitirles eso a los “pibes” está muy bien, que el tipo crezca en la solidaridad y que el resultado es una consecuencia del trabajo colectivo y no individual. De a poco, se va dejando de lado que el rugby es solo para el norte.

 

– ¿Qué repercusiones tuviste hasta el momento?

– Una periodista de Rosario me decía que a partir leer el libro y hacerme una nota, también aparecieron casos de rugbiers desaparecidos y nadie lo sabía o no se habían publicado notas. En las redes sociales publiqué que venía para Carlos Paz, me dijeron que estaría bueno también ocuparse de casos que pasaron en la provincia de Córdoba. Está bueno que el libro genere y dispare nuevas investigaciones, que se empiecen a publicar nuevas notas, que el tema se instale para despuntar nuevos casos. Sería muy bueno, es un objetivo que no lo tenía planeado. No pensé cuando estaba escribiendo el libro que esto iba a suceder, la historia, la misma gente fueron los encargados de ir expandiendo esta información y nuevos casos.

 

– Es tu primer libro, la sensación y el disfrute es inimaginable….

– Estoy disfrutando esta sensación placentera de publicar un libro. Estoy teniendo excelentes respuestas de gente que lo leyó, de amigos, colegas y gente desconocida, por suerte está teniendo muy buena aceptación, me están felicitando y agradeciendo pero el agradecido soy yo porque está claro que nadie hace un libro por cuestiones económicas, que no te quepa ninguna duda de eso. Suelo decir ‘este es el laburo que más satisfacciones me dióo y por el que menos cobré’, porque si calculás que fueron dos años de laburo y demás, desde el principio, las investigaciones a pesar que hubo momentos muy intensos, muy dolorosos, estar escarbando sobre el dolor ajeno, situaciones trágicas, genocidios, torturas, centro de exterminio.

Narrar eso me daba mucho placer pero siempre buscando la manera de poder decirlo formalmente. De ‘¿Cómo cuento esto?’. El desafío de no caer en el golpe bajo, de que sea emotivo, que la historia este bien contada, una serie de desafíos narrativos que están buenísimos enfrentarlos y después una vez que salió ver el rebote que está teniendo es magnífico.

 

Nota correspondiente a la edición n° 381 del semanario La Jornada, del 23 de agosto de 2015.

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