Casi el 80% de los jóvenes carlospacenses que egresan de secundarios públicos va a continuar estudiando

Por Jorgelina Quinteros

cesid-logoEl Centro de Estudios Sociales para la Inclusión y el Desarrollo (Cesid) difundió los resultados de una encuesta realizada a estudiantes de escuelas públicas sobre la continuidad de sus estudios una vez finalizado el nivel secundario.

En diciembre del año pasado, los alumnos que se encontraban terminando su último año en el IPEM 190 Pedro Carande Carro, el IPEM 316 Colinas y el IPEM 359 Arturo Illia de nuestra ciudad fueron consultados para detectar intereses y tendencias en cuanto a su formación profesional en el futuro.

Se evaluó la cantidad de egresados que continuaban estudiando, así como los motivos de quienes manifestaban no hacerlo, las formas de financiamiento de sus estudios, la selección de establecimientos educativos de carácter público o privado y las tendencias en la elección de carreras.

“El mayor porcentaje de jóvenes (79,41%) diseña su proyecto de vida vinculado al estudio”, indica el informe desarrollado por Cesid. El 13,97% respondió que no va a seguir estudiando y un 6,62% de los encuestados se mostró indeciso respecto a su futuro.

A pesar de que la mayoría de los jóvenes manifestó su interés en continuar su formación, el 25,92% no sabe cómo la financiará. Uno de cada tres jóvenes que expresan su intención de seguir estudiando se encuentra en esta situación. Un grupo significativo representado en el 41,67% prevé sostener los estudios con su trabajo. En menor medida, un 29,63% de los alumnos manifestó que el financiamiento será garantizado gracias a un aportefamiliar.

Es mínimo el porcentaje que considera la posibilidad de solicitar una beca (2,78%).

En cuanto a la elección de las instituciones donde comenzar a estudiar al finalizar el secundario, se destacan los establecimientos públicos.

El 68,52% de los egresados elige entidades educativas públicas frente a un 31,48% que prefiere las privadas.

Los resultados de la encuesta referidos a la selección de carreras no presentan una diferencia considerable.

Un 53,70% de los alumnos seguirán estudiando carreras tradicionales “asociadas al prestigio y valoración social (abogacía, ciencias económicas, etc.) y un 46,30% seguirán carreras cortas, por su mayor accesibilidad al ingreso y viabilidad laboral”, según especifica el informe.

“Esta elección se enmarca, entre otros aspectos, en la subjetividad actual tendiente a proyectos abreviados en la etapa formativa, para alcanzar en menor tiempo la posibilidad de producir y autoabastecerse”, añade como una de las explicaciones posibles a la orientación de un poco menos de la mitad de los encuestados a ocupaciones con una formación que implique menor tiempo y mayor salida laboral.

Más allá de una tendencia mayoritaria de los jóvenes a seleccionar una capacitación en profesiones tradicionales y jerarquizadas socialmente, no es notoria la influencia familiar a la hora de tomar esta decisión. El 86,11% de los encuestados manifestó que eligió la carrera por gusto personaly sólo un 3,7% expresó que la razón principal era su familia. Un 7,41% señaló que su motivación es la vocación de servicio y el 2,78% persigue un rédito económico.

Los alumnos que decidieron no seguir estudiando representan el 13,97% de los encuestados. Cuando fueron consultados sobre los motivos, el 52,63% manifestó que va a trabajar cuando finalice el secundario.

Es importante el porcentaje de estudiantes que adujo falta de motivación para continuar los estudios: el 31,58% de los encuestados comparte esta apreciación.

Un grupo menor (10,53%) admitió no contar con los recursos necesarios.

Estas son las cifras más preocupantes que surgen de este trabajo. Únicamente el 5,26% indicó que la causa era que debían materias del secundario.

Esta primera encuesta permitió acceder a un panorama favorable respecto a la continuidad de los estudios de alumnos de colegios públicos. Pero también, abrió la puerta a nuevas posibilidades de indagación en este sentido. Por eso, el informe cierra con una serie de interrogantes que impulsan futuras investigaciones para seguir pensando que proyecto de vida construyen y sueñan los egresados carlospacenses: “¿Podrán estos jóvenes realizar lo que desean? ¿Qué papel juegan las instituciones, las familias y el Estado en el acompañamiento a los alumnos? ¿Cuáles son las herramientas que provee el Estado para garantizar el acceso y la continuidad educativa y/o laboral?”, son las preguntas que derivan de estos resultados.

Los investigadores presentaron una conclusión que es un principio de respuesta: “Se infiere de los datos recogidos que la Escuela Pública es un ámbito motivador y formador que promueve intereses y valores para el desarrollo y la inserción social. Son las instituciones del Estado y la familia quienes deben proveer los recursos y guías para que continúen sus proyectos y se realicen en su dignidad de personas”.

El rol activo del Estado y el acompañamiento de la familia son factores claves para transformar la falta de motivación de los jóvenes en un impulso para continuar estudiando.

 

Nota correspondiente a la edición n° 445 del semanario La Jornada, del 04 de diciembre de 2016.

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