Agustín Díaz: “El campeonato fue un premio al esfuerzo”

Por Hernán Ibar

En la última semana, Talleres derrotó 4-0 a San Lorenzo en la boutique de barrio Jardín y se coronó campeón de la Reserva, siendo algo histórico ya que es la primera vez que un club indirectamente afiliado a la AFA se queda con este certamen.

Pero uno de los grandes protagonistas que tuvo el elenco cordobés en su campaña, fue Agustín Díaz, jugador de Villa Carlos Paz, encargado de sumar otro logro a su historial deportivo.

El “Tin” fue partícipe del equipo que dio la vuelta ante su gente, y con un buen nivel demostró estar a la altura para jugar con los mejores…

Esta película arrancó en los 90, esa escuelita que dirigía Néstor Lucco, su primer maestro que tuvo en este deporte, esquivando sus primeros conos, con camisetas largas, pero siempre con las mismas ganas de jugar a la pelota…

A medida que fue creciendo, más sobre la adolescencia formó parte de la escuela que comandaba Nacho Biagetti, y fue él quien le dijo que ya le había llegado la hora de pasar a una cancha más grande, sabiendo de las habilidades que veía en el volante carlospacense…

Así fue como preparó su bolso, y la próxima parada era en barrio La Cuesta ya que Atlético Carlos Paz esperaba por él.

Una categoría 88 que se llevó las miradas de todos, donde a Agustín al poco tiempo le iba a llegar una noticia inesperada.

Con otros jugadores fueron citados para continuar su carrera en Talleres de Córdoba…

Luego de terminar un nuevo año con la 6°de AFA iba a pasar a ser parte del plantel profesional, con todo lo que eso significaba.

Con buenos rendimientos, Díaz empezaba a demostrar que estaba para más y así fue como llegó el debut ante Huracán, con un Chateau que explotaba de gente, festejando un aniversario más de la “T”.

Ya había tenido su primera vez como profesional, y la historia iba a continuar…

Tiempo más tarde, con Talleres en el argentino “A”, el joven local iba a tener más continuidad en el matador cordobés y en ese primer partido frente a Juventud Unida anotó un gol para empezar a mostrar su calidad ante la hinchada.

Ese torneo lo tuvo como una de las figuras de la “T”, convirtiendo además cuatro goles en el certamen.

Si bien no pudo ascender en las siguientes temporadas, Agustín Díaz, luchador desde pequeño, no se achicó y sabía que la oportunidad iba a llegar, eso que tanto soñó durante tanto tiempo estaba al caer…

De la mando de Cacho Sialle se armó un equipo fantástico, que lo tuvo a Díaz en el mediocampo junto a Villarreal, para llevar y festejar el ascenso de Talleres en el 2013.

En su paso por la “B” Nacional las cosas no fueron de la mejor manera y volverían al argentino “A”. En ese entonces Díaz pasó los 100 partidos con la “T”, algo histórico en el club de Córdoba.

Fueron seis meses duros, perdiendo finales, y la amargura de no ascender, pero nuevos caminos iban a aparecer en la carrera de Díaz.

Godoy Cruz, institución ejemplar del fútbol argentino, contrataba los servicios del carlospacense para que pueda debutar en Primera. Con pocos partidos, al poco tiempo vuelve Talleres, pero nuevamente Atlético Rafaela lo llama para jugar en la Crema.

Con buenos minutos, aprovechando sus oportunidades, Agustín se sacó las ganas de jugar en Primera, pero todavía soñando llegar algún día a jugar con su gran amor, Talleres.

Lejos quedaron aquellas concentraciones en la pensión, los viajes en colectivo de invierno, o sus primeros viáticos en juveniles…

Una historia de vida que se fue formando con sacrificio, humildad y calidad, esa que cuando entraba a la cancha hacia que la gente lo ovacione en cada pelota disputada…

Con varias caídas, como todo futbolista, Agustín Díaz se supo levantar, demostrar coraje y se ha convertido en uno de los referentes que tuvo y tiene Talleres de Córdoba…

Ojo, todavía esta película tiene mucho para dar, con un futuro alentador hacen soñar que Díaz cumpla los objetivos planteados…

Pasando por las escuelitas, entrenando con barro, bajo la lluvia, Agustín Díaz hizo todo el camino y hoy con humildad, la misma que cuando empezó, hacen que sea un tipo querido por todos en el ambiente…

Pero esto no lo hubiese logrado sin el apoyo de ellos… su familia… papá y mamá, Sergio y Marisa, que fueron los consejeros en cada momento bueno y malo, su hermano, Germán, al lado de su ídolo, el ídolo de los Díaz… y hoy acompañado por su novia, Micaela, que día a día le brinda lo mejor para que él sea feliz junto a la pelota…

En fin… otra historia deportiva que demuestra que se puede, con sacrificio y dedicación, hacen que Agustín Díaz hoy sea uno de los futbolistas más importantes que tiene y tendrá Villa Carlos Paz a lo largo de la historia…

 

– ¿Contento por este título conseguido junto a la Reserva?

– La verdad que sí, por ahí fue un premio al esfuerzo extra que tuve que hacer este año, porque fue duro. El campeonato fue una linda satisfacción sobre el final.

 

– ¿En lo personal fue una revancha para vos por todo lo que pasaste?

– Sí, una revancha, un premio, un logro que se da por no haber bajado los brazos, seguir con la cabeza en alto a entrenar donde sea, me tocó en la Reserva y ningún problema, entrenamos, hicimos todo lo mejor, gracias a eso se da este premio final.

 

– ¿Qué expectativas tenés para el futuro?

– Y las expectativas por el momento están en descansar, esperar, y reunirme con la gente de Talleres porque yo tengo un año más de contrato entonces me debo a ellos, y de acuerdo a esa decisión que tomen analizar qué puede llegar para el futuro de mi carrera.

 

– Hablando de tu carrera deportiva, ¿te acordás como arrancaste a jugar al fútbol?

– Yo arranqué en una escuelita que estaba en diagonal a la policía, y de profesor lo tuve a Néstor Lucco. Él fue mi primer maestro a los 3-4 años y es muy lindo recuerdo de mis comienzos en este deporte.

 

– Siguiendo con el futuro, te toca dar el salto a Atlético Carlos Paz…

– Primero pase por varias escuelitas, y ya más de grande a los 11 o 12 años desembarqué en Atlético Carlos Paz, que me mandó Nacho Biagetti, porque yo estaba con él y me dijo que ya estaba para una cancha más grande. Así fue como llegue al Carlos Paz donde se formó una linda categoría 88 que todo el mundo se acuerda, algunos siguen jugando hoy como Carlitos Charra, Ezequiel Romero y después hay muchísimos más que hoy en día hacen otras cosas pero fue una linda categoría.

 

– Y después el paso a Talleres… ¿cómo te cayó en ese momento semejante oportunidad?

– No lo esperaba, me llegó de golpe en ese momento y no lo dudé, fuimos con Nicolás Gudiño y Rodrigo Suarez para Talleres siendo una experiencia linda, nueva, de empezar a entrenar, ir en colectivo, se convertía en algo nuevo con respecto a lo que vivíamos en Carlos Paz.

 

– ¿Cómo viviste tu llegada al plantel superior de la “T”?

– También fue todo rápido, me sorprendió bastante, estaba en 6° de AFA, termina el primer año mío en Talleres, cuando llegamos a la finalización de temporada me comunican que iba a pertenecer al plantel profesional con tan sólo 17 años y me tomó de sorpresa, así que disfrutándolo de golpe, pero fue algo muy lindo, demasiado para lo que yo estaba viviendo.

 

– Y al poco tiempo te toca debutar…

– Así es, el partido del debut fue contra Huracán de Buenos Aires, acá en el Chateau todavía no era Kempes lógicamente, en octubre del 2016, fue algo muy lindo porque justo se festejaba el aniversario de Talleres, había mucha gente, y bueno por ahí me temblaban las piernas un poco más de lo normal (risas)…

 

– Aportando también goles al equipo…

– Sí, en este caso mi primer gol fue en la boutique de barrio Jardín, ya jugando Argentino “A” donde brindaron mucha más confianza a los chicos del club. Ahí comencé a tener más confianza y más minutos, entonces en ese primer partido contra Juventud Unida me tocó convertir, y esas son camisetas que tengo bien guardadas.

 

– ¿En ese momento tenías idea lo que estabas logrando?

– Por ahí en ese momento sí, capaz que en los años anteriores no, yo siempre doy el ejemplo y le digo a los más jóvenes que no se acomoden a por ahí un sueldito o algo lindo de estar en el plantel de Primera sino que apunten a tratar progresar, que no se conformen. A mí me llegó un poco más tarde pero lo viví de una linda manera.

 

– ¿Qué sensaciones te quedó de aquel ascenso a la “B” Nacional?

– Me quedaron excelentes recuerdos, fue uno de los momentos más felices de mi vida, porque venía dura la mano durante varios años y lograr eso con la gente que me rodeaba en ese equipo fue una satisfacción gigante. Lo disfruté demasiado a todo lo que vino después, la gente me brindó mucho cariño y eso te lo llevás para toda la vida.

 

– ¿Es muy duro jugar el Argentino “A”?

– La verdad que sí, cada vez que son más bajas las categorías comenzando de Primera hacia abajo, llegas a la Liga Cordobesa o hasta te diría comercial amateur, yo creo que cada vez se hace más difícil, las canchas no ayudan y mucho factores del entorno complican mucho más haciendo todo más difícil. Esa es una idea que sostengo yo.

 

– Pasando el tiempo, cambiaste de aire llegando a Primera División con Godoy Cruz y Atlético de Rafaela…

– Fue muy lindo, era algo que yo deseaba, jugar quizás en Primera División, me hubiese encantado con Talleres pero en ese momento estábamos más abajo, me llamó Godoy Cruz, no lo dudé, fui para allá, empecé a jugar en Primera, pisar esas canchas contra esos jugadores, rivales, y compartir esos entrenamientos hacen que crezcas mucho más rápido.

 

– ¿Cómo ves el presente de Atlético Carlos Paz?

– Tengo bastante contacto, sobre todo con los chicos del cuerpo técnico, que fueron compañeros míos en su momento, con el Negro Ferreyra y el Agu Trossero, así que siempre los felicité, por ahí me hubiese gustado que lleguen a una fase más cerca de la final con el club, las cosas estaban hechas muy bien para irse en esa fase, Atenas es un rival digno, se complicó un poco pero sin dudas que se viene trabajando muy bien. Hoy varios chicos se fueron a otros clubes por un futuro mejor, y eso marca que el club está yendo por buen camino.

 

– ¿Es muy complicado llegar a ser jugador profesional?

– Tiene sus ventajas y contras, complicado a mí no se me hace porque ya lo tengo en la piel, me cuido porque es mi esencia, entreno por eso mismo, y ni hablar cuando entro a una cancha de fútbol, por ahí sí tiene algunas cosas que hay que relegar, dejar de lado, pero tiene sus otras cosas lindas que dan gustos.

 

– ¿Qué fue lo mejor que te pasó hasta el momento en tu carrera?

– Por ahora es ese día, ese ascenso, las cosas lindas te quedan más en la retina y en el recuerdo porque es una sensación que no se vive dos veces y encima se va rápido, pero tengo un recuerdo muy lindo y gratificante de ese momento.

 

– ¿Cuál es el sueño deportivo de Agustín Díaz?

– Me quedan varios sueños por cumplir, comenzando por jugar con la camiseta de Talleres en Primera División. Además me gustaría jugar en otro país, es algo que lo quiero hacer como experiencia no importa la liga, el equipo, pero como una experiencia personal y de vida.

 

– Importante a lo largo de tu trayectoria el apoyo de familia y amigos…

– Sí, ni hablar, creo que eso es la base y el piso que es necesario, ayuda un montón, tener una banda de amigos que apoyen en todas las decisiones que tomes, ni hablar de tu familia y la gente que tenés al lado tuyo para ciertas decisiones, pueden salir mal o bien, pero cuando salen mal es bueno tener ese apoyo.

 

  • Ping Pong “Tín” Díaz:

– ¿En qué te gastaste tu primer sueldo?

Estábamos en Mar del Plata de pretemporada, yo todavía no tenía sueldo, y le pagan a los muchachos que estaban en el plantel, nosotros estábamos en una mesita, éramos cuatro juveniles, y también nos dan un sobre, lo abrimos, teníamos ciento cincuenta pesos cada uno, me acuerdo que fuimos los cuatro al mismo local y nos compramos una bermuda cada uno, la mía era reversible así que la saqué bien (risas).

– Un socio en la cancha…

Me gustó mucho jugar con Javier Villarreal.

– Un entrenador…

“Cacho” Sialle.

-Un grupo de música…

Vamos a bancar a los chicos del grupo Kawen.

– La “boutique” o el Kempes…

Y… la boutique porque pasé muchas cosas ahí adentro.

-Un ídolo de chico…

En ese momento mi ídolo era Pablo Aimar aunque yo jugaba en otra posición.

-Un hobbie…

La actividad física, el gimnasio u otro deporte como el paddle me gustan también.

– Si no hubieses sido futbolista hubieses sido…

Surfista (risas)

– Talleres…

Es un treinta por ciento de mi vida, tengo 13 años ahí, es mi segunda casa.

– Agustín Díaz…

Es un chico normal, que le toca jugar al fútbol y a veces no cae con tanto cariño que le da la gente.

 

Nota correspondiente a la edición n° 472 del semanario La Jornada, del 02 de julio de 2017.

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