A siete años de la muerte de Agustín Briolini, la causa llega a juicio con tres acusados de ‘homicidio culposo’

El próximo 23 de noviembre se cumplirán siete años de la trágica muerte de Agustín Briolini.

El joven músico falleció cuando realizaba la prueba de sonido para la presentación del primer disco de la banda Krebs que integraba junto a Gustavo Escobar y Diego Regalí.

Agustín cayó fulminado por una descarga eléctrica que lo alcanzó a través del micrófono y murió casi en el acto.

El hecho ocurrió en la sala principal del Teatro del Sol, en pleno centro de Villa Carlos Paz.

El fiscal Ricardo Mazzuchi tuvo a su cargo la investigación, y en el inicio de la instrucción imputó por homicidio culposo a los sonidistas José Pascual Escalante y Federico Julián Murúa.

La causa luego se estancó y estuvo a punto de prescribir. Las decididas acciones que llevó adelante la familia del joven lo impidieron y, en 2017, también fue imputado por el mismo delito el propietario de la sala Osvaldo Pablo Cava.

El delito prevé penas de uno a cinco años de prisión, aunque es excarcelable.

Tras el pedido de elevación a juicio, no hubo más novedades. Hasta ahora.

Es que la Cámara Cuarta del Crimen determinó que el juicio oral y público se lleve a cabo en Tribunales 2 de la ciudad de Córdoba los próximos 8, 9 y 10 de noviembre. Se espera que el 11 se conozca la sentencia.

‘La vida de Agustín no la recuperamos, pero esperamos desde hace mucho tiempo cerrar un ciclo, llegar a una verdad que no conocemos sobre cómo murió, las causas y determinar si hay responsables’, afirmó Néstor Briolini, papá del joven, en una entrevista con VillaNos Radio.

En este sentido, el juicio intentará dilucidar si el teatro estaba en condiciones para realizar esas actividades, aunque tenía la habilitación por parte del municipio. Para la querella, el peritaje de parte expuso que la sala tenía un disyuntor industrial que no servía para proteger la vida humana, y que además no estaba conectada la jabalina, lo que habría provocado la descarga fatal. Sin embargo, esto ‘no está fehacientemente probado’.

‘Es algo que se debe probar en el juicio. Tenemos sospechas, pero no tenemos claro qué fue lo que pasó. Queremos saber qué sucedió y si hay un responsable que se lo declare culpable de la muerte de Agustín, por negligencia, desidia, o lo que haya sido’, subrayó Néstor. Y admitió: ‘Por un lado tenemos alegría porque estamos cerca de conocer lo que pasó, y por otro, mucha tristeza porque se reabren heridas que estaban cerrando’.

Aunque consideró que el hecho no tuvo lugar ‘en un bar’ cualquiera y sí en un ‘teatro de renombre que estaba habilitado por la municipalidad’ evitó opinar sobre eventuales responsabilidades.

‘El teatro estaba habilitado. No sé si estaba bien o mal. Y si algo pasó o fallaron los controles no sabría decirlo’, acotó.

En cuanto a los imputados, Néstor Briolini afirmó que el juicio ‘es la oportunidad que tienen de demostrar que hicieron las cosas bien’.

‘Nosotros lo que queremos saber es la verdad. Qué pasó con Agustín’, finalizó.

Nota correspondiente a la edición n° 570 del periódico La Jornada, del 19 de octubre de 2021.

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