El lunes pasado una cuadrilla de trabajadores municipales comenzó a retirar los asadores y mesas que están disponibles en la costanera de Playas de Oro para uso de turistas y vecinos. Un grupo de comerciantes del barrio y vendedores ambulantes que trabajan en el balneario se acercaron al lugar y solicitaron que se detuviera la obra, hasta que algún funcionario municipal les pudiera dar explicaciones sobre las razones de esta modificación.
“No permitimos que sigan rompiendo los asadores. Pedimos que viniera alguna autoridad de la municipalidad con mayor responsabilidad y llegó Darío Zeino. Nos dijeron que estaban haciendo reformas e iban a tirar 16 asadores más. El año pasado dijeron que iban a tirar 6 asadores y terminaron sacando 76 en esa misma zona. Entonces no dejamos que la obra continúe”, explicó José Flores, vendedor de pastelitos.
El funcionario a cargo de la secretaría de Calidad Institucional, Cultos, Participación Vecinal, Educación y Juventud citó a vecinos y comerciantes a una reunión el miércoles a las 18, pero no se presentó.
El grupo de 30 personas se dirigió entonces hasta el municipio y exigió hablar con el secretario. “Hasta que no venga alguien no nos vamos a mover de la municipalidad dijimos, hasta que llegó Zeino. Quedamos en que iban a sacar dos asadores nomás y los van a reubicar en otro lugar, porque necesitan espacio para colocar una rampa que permita el ingreso de personas con discapacidad”, afirmó Flores.
En ese momento, se acordó una nueva reunión para el viernes a las 10 de la mañana. Sin embargo, el funcionario no los atendió en esta oportunidad. “No nos han dicho cuánto tiempo llevan las modificaciones que están haciendo y nos tienen que explicar varias cosas más, pero nos citaron a la municipalidad y no nos atienden”, añadió.
Flores afirmó que son más de 250 los vendedores ambulantes que trabajan en Carlos Paz. A estas familias se suman los comerciantes de la costanera de Playas de Oro que también se movilizaron por esta obra.
“Nadie se quiso hacer cargo de la modificación anterior, se lavaron las manos. Queremos que nos expliquen mejor quién está al frente de todo esto y que, si se comprometen a hacer la obra que acordamos con Zeino, lo queremos por escrito no de palabra”, expresó.
Los vendedores consideran que si se retiran los asadores la “gente no viene más”. “Si no los veía un vecino el día lunes, estoy seguro de que hubieran tirado todos los asadores, porque habían venido preparados con martillo neumático y todas las herramientas y había muchos trabajadores”, añadió.
Este grupo, que está solicitando explicaciones sobre la decisión del municipio de remover los asadores en Playas de Oro, juntó más de 500 firmas de turistas el año pasado que demandan su colocación. Además, los vendedores ambulantes están tramitando, a través de la secretaría de Recursos Hídricos, que el balneario sea declarado Patrimonio Histórico de la provincia de Córdoba “para que el municipio se siga haciendo cargo pero no sigan destruyéndolo”, sostuvo Flores.
“Estamos a punto de lograrlo, hemos presentado toda la documentación. La municipalidad quiere quitar los asadores, como pasó en El Fantasio, porque quieren hacer todo costanera y que de a poco vayamos desapareciendo los vendedores ambulantes”, remarcó.
Nota correspondiente a la edición n° 441 del semanario La Jornada, del 06 de noviembre de 2016.
Desde España les deseamos la mejor de las suertes amigos y que todo se solucione pronto.