Una investigación de estudiantes del IPEM 190 da cuenta de que el 56% de los alumnos trabaja y esto impacta en el ausentismo escolar

Los estudiantes de cuarto año del IPEM 190 Dr. Pedro Carande Carro realizaron una investigación donde dan cuenta de la realidad que tienen aquellos alumnos que además de estudiar, trabajan. El trabajo lleva por título “Erradicación vs. Protección. Jóvenes trabajadores en el Ipem 190”, y llegó a la instancia nacional de la 48° Feria de Ciencias y Tecnología.

La investigación nació con la intención de conocer las razones del alto nivel de ausentismo a clases. Así lo explicaron a VillaNos Radio Jazmín Charra, Camila Palacios, Nahir Aguilera, Mariana Ramos, Aldana Trejo y Gerson Pedernera, estudiantes que llevaron adelante el trabajo, que contó con la participación de todo el curso del 4to “A”.

Se encuestaron más de 400 estudiantes, lo que dio como resultado que el 56% de los jóvenes trabajan. A los fines de la investigación se consideró trabajo tanto a las tareas realizadas fuera de la casa y que son remuneradas; como a las tareas domésticas que permiten colaborar con la economía del hogar (limpieza, cocina, cuidado sistemático de hermanos).

El 15% de los encuestados trabaja en un empleo remunerado, el 62% realiza tareas domésticas dentro de su hogar y el 24% restante realiza ambas. “Por lo tanto podemos afirmar que la mitad de los estudiantes de nuestra comunidad son jóvenes trabajadores”, destacan en la investigación, coordinada por la profesora Rafaela Zurbriggen y la bibliotecaria María Eugenia Cazenave.

La mayoría de los trabajos a los que acceden los jóvenes de la escuela se caracterizan por “una alta informalidad e inestabilidad, no contando en muchos casos con contrato laboral, buenos salarios, protección social y siendo de mayor precariedad”.

Además, al ser una zona turística por temporada, las formas de empleo y contratación generalmente son temporarias y a destajo, generando menor estabilidad económica, permanencia y cobertura de seguridad social.

Pese a los aspectos negativos mencionados en el párrafo anterior, a la mayoría de los estudiantes le gusta su trabajo valorando los aspectos positivos del mismo. Casi la totalidad ve al trabajo doméstico como una colaboración y una actividad necesaria para la familia.

“A raíz de la investigación que hicimos, nos dimos cuenta que en la escuela hay muchos que trabajan. La mayoría de los varones contestó que trabaja en las obras y que era muy peligroso para ellos. El 3% de las mujeres trabaja de forma rentada. Si bien parece un porcentaje bajo, en realidad es mucho, porque trabajan sin seguro de vida. Y si les llega a pasar algo, nadie los protege”, dijo la estudiante Nahir Aguilera.

Los trabajos de forma rentada que los alumnos dicen realizar son en su mayoría en el rubro de la construcción, principalmente como peones de obra, seguido por diversos oficios como: mecánica del automotor, jardinería, limpia vidrios, lavadero de autos, carpintería. Otros se desempeñan en el área comercial, en negocios como: carnicería, verdulería, atención al público y promociones.

La investigación recupera, además, la legislación vigente a nivel nacional y provincial en lo referido a trabajo infantil. Y cita que “en Argentina la ley 26390 Prohibición del trabajo infantil y Protección del Trabajo Adolescente” de 2008 plantea que ‘queda prohibido el trabajo de las personas menores de 16 años en todas sus formas’. Además establece que ‘las personas mayores de 14 años y menores de 16 podrán ser ocupadas en empresas cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar las 3 horas diarias y las 15 horas semanales, siempre que no se trate de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres y que cumplan con la asistencia escolar’.

En Córdoba los datos publicados por el Ministerio de Trabajo de la Nación junto con la OIT en el 2006, en el marco de la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (Eanna) registraron casi 105.000 chicos que trabajan en toda la provincia, de los cuales el 29,7% corresponde a jóvenes de 14 a 17 años que desarrollaron alguna actividad económica. Mientras que el 44,3% de los adolescentes realizaron tareas domésticas intensas en el interior de su hogar o para el autoconsumo.

“A la conclusión que llegamos es que la ley 26.390 no se está cumpliendo, porque hay muchos chicos que son menores y están trabajando. En el caso de la escuela estamos hablando del 16% de los chicos y el 3% de las chicas. Estos porcentajes son de chicos y chicas que tienen entre 12 y 15 años”, detalló Jazmín Charra.

La investigación también se mete de lleno en el debate sobre la forma de abordar el trabajo infantil. Es que, mundialmente, existen dos corrientes: la abolicionista que señala que los niños no deben trabajar porque consideran el trabajo infantil como explotación (postura asumida por la Organización Internacional del Trabajo y UNICEF) y la proteccionista: encabezada a nivel mundial por el Instituto de Formación para Educadores de Jóvenes, Adolescentes y Niños Trabajadores de América Latina y el Caribe (Ifejant), y los Niños/as y Adolescentes Trabajadores (NATs) que “consideran que los niños y jóvenes deben tener un rol protagónico en la sociedad y conciben al trabajo desde su potencialidad ética, creadora y movilizadora que forma parte del proceso de socialización de gran parte de la adolescencia contemporánea”.

Sobre ese debate, los estudiantes concluyen que “teniendo en cuenta la realidad socio-económica que atraviesa nuestro país y en especial nuestra escuela consideramos que la posición abolicionista sobre el trabajo infantil es muy absoluta y no tiene en cuenta las realidades individuales de los jóvenes. Creemos que los jóvenes son sujetos de derecho que tienen la posibilidad de elegir si quieren trabajar o no y el Estado debería velar por ellos.

“Creemos que la escuela tiene, en este sentido, un desafío de reconocer y legitimar la dignidad de quienes trabajan y, además, distinguir las necesidades específicas de formación que estos requieren. Negar o intentar ocultar esta realidad lleva a vulnerar y discriminar aún más a estos jóvenes”.

En ese sentido, abogaron también por la flexibilizaron de fechas de exámenes para aquellos estudiantes que están trabajando. “La idea es que se puedan adelantar o atrasar los exámenes, así los chicos pueden venir a rendir. Este año se hizo para las vacaciones de invierno. Se adelantaron los exámenes y vinieron más chicos a rendir”, remarcó Camila Palacios.

En cuanto a la experiencia de estar en la feria de Ciencias, las valoraciones son muy positivas. “Pudimos ver otros proyectos que trabajaron otras escuelas. Nos dijeron que, a pesar a pasar o no a otra instancia, que sigamos investigando. Nosotros les dijimos que queríamos hacer esta misma investigación en otras escuelas, para ver cuantos chicos trabajaban y presentárselo al intendente o alguien que tenga poder para ver que se puede hacer”, consideró Jazmín.

Por su parte, Cazenave remarcó: “Para nosotros es un gran orgullo que este trabajo haya llegado a la instancia nacional de la feria de Ciencias y Tecnología. Como docentes nos interesa mostrar nuestra escuela y nuestra realidad”.

 

VillaNos Radio 100.7

 

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