Con una suelta de globos blancos frente a la sede central, el cuerpo social de la Cooperativa Integral recordó el miércoles pasado a Ingrid Vidosa, la joven de 25 años que fue asesinada hace un año en el Cerro de la Cruz.
Ingrid trabajaba en la institución como cajera. Su compañero, Favio Britos, dijo que “se la extraña mucho. Tengo muy lindos recuerdos de ella. Empezamos a trabajar casi juntos. Nos servíamos el desayuno. Era una persona muy buena. Buena de alma”.
Por su parte, la presidenta de la institución, Alicia Clérico, expresó que, “es un día de mucha tristeza, pero queremos recordarla y pedir justicia en la puerta de nuestra casa”.
“Estamos en lucha por nuestra institución. Estamos en lucha por nuestro trabajo. Pero también queremos expresarnos hoy por la justicia, que es también nuestra lucha”, señaló, y remarcó: “En la lucha que llevamos, seguramente Ingrid hubiera estado en todo momento”.
También hizo uso de la palabra fue la expresidenta y actual secretaria del Consejo de Administración, Edith Manera, quien parafraseó parte de la canción “Solo le pido a Dios” que sonaba previo a los discursos.
“Ojala que a ninguno de nosotros nos encuentre la muerte sin haber hecho lo suficiente. Lo suficiente por pedir justicia. Lo suficiente por hacer respetar los derechos de la mujer. Lo suficiente por todo lo que sea necesario. Creo que sería el mejor homenaje para Ingrid”, cerró.
La causa
El 25 de agosto de 2015, el cuerpo de Ingrid Vidosa fue hallado sin vida en el Cerro de la Cruz. Tenía un disparo en la nuca. Había sido asesinada el día anterior.
Su exnovio, Marcos Haye, es el único acusado. Está imputado de homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por violencia de género, y se enfrenta a una eventual condena de cadena perpetua. Permanece detenido en la cárcel de Bouwer.
La fiscal de 3º turno, Jorgelina Gómez, pidió en mayo pasado la elevación a juicio de la causa, aunque aun no hay fecha.
Según explicó Gómez, lo incriminan diferentes videos de cámaras de seguridad que lo ubican primero junto a Ingrid, antes de su asesinato, y luego solo. También hay testimonios que lo sindican cerca del Cerro de la Cruz con la joven, y el barrido electrónico que se le realizó en sus manos probó la presencia de plomo, antimonio y bario, compatibles con la manipulación de armas.
Para la fiscal, “se ha comprobado” que Haye, “habría intervenido en la ejecución”.
Nota correspondiente a la edición n° 431 del semanario La Jornada, del 28 de agosto de 2016.
