Cuando regresó de sus vacaciones, Daniela Mendoza se encontró con que el municipio había decidido ‘bajar’ su contrato a partir del 31 de marzo.

En la práctica, es un despido liso y llano. Mendoza se desempeñaba como médica en la guardia del hospital Gumersindo Sayago desde hace 16 años. No tenía quejas por su desempeño. Ni se explicitaron razones por la cual el departamento ejecutivo decidió echarla.

Pero sucede de Daniela Mendoza es la hija de la exconcejala y actual directora de Carlos Paz Gas en representación de la Coopi, Blanca Pérez. Y su despido se lee en el marco del enfrentamiento que existe entre el intendente Esteban Avilés y la Cooperativa Integral por la concesión de los servicios públicos de agua, cloacas y gas natural.

“Es una represalia política. Quisieron castigarla a mi mamá y me castigaron a mí.

Yo no hago política, no me meto ni tengo tiempo para eso.

Es la primera vez que me pasa una cosa así, nunca tuve problemas con nada. Por eso creo que esto es puramente político”, dijo Mendoza a La Jornada.

Y subrayó: “Después de 16 años nadie me llamó ni me dio explicaciones. No hay otra razón que ser la hija de…”.

Ante esta novedad, se conoció que un grupo de profesionales estaba haciendo firmar una nota para presentar a las autoridades del Sayago con el objetivo de pedirles que reconsideren la decisión y reincorporen a Mendoza. Sin embargo, existe un marcado temor por veladas amenazas de seguir bajando contratos si se pliegan al cuestionamiento.

 

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