Santiago Gutiérrez sigue superando desafíos. Esta vez cruzó a nado el río Bermejo, uniendo Bolivia con Argentina.
La actividad se concretó el pasado jueves en el marco de su proyecto ‘El río nos une’.
Minutos después de las 10, el carlospacense partió desde la costa boliviana y atravesó en 45 segundos el correntoso río Bermejo hasta la costa argentina. En el trayecto, de aproximadamente 250 metros, unió a nado las localidades de Bermejo (Bolivia) y Aguas Blancas (Argentina).
“Salió todo espectacular. El cruce fue impresionante y tuvimos que luchar contra una corriente terrible. Nos desbordó tanta repercusión. Hasta fue transmitido en vivo para todo Bolivia”, dijo a La Jornada.
El evento deportivo fue organizado por la Armada de Bolivia, con el Capitán Willy Flores Paco, el Teniente Alex Aban y el Alférez Gabriel Armata, como principales responsables, al igual que el cónsul Remberto Rivera Gamucio.
Desde el lado argentino, en tanto, estuvieron colaborando el intendente de Aguas Blancas, Sergio Oliva, Walter Gutiérrez y Magalí.
“Las Malvinas son Argentinas” y “Mar para Bolivia” fueron las consignas que enarboló, y que constan en la declaración de Huésped Distinguido de la localidad de Aguas Blancas que firmó Oliva.
Para tomar dimensión de la complejidad del desafío hay que recordar que Gutiérrez perdió la movilidad de sus piernas por un accidente vial en 2012 y padece paraplejia.
Pero eso nunca lo detuvo.
En 2014 se lanzó a cruzar el lago San Roque. Luego tuvo destacadas participaciones en distintas competencias de triatlón. En febrero de 2017 atravesó a nado el Canal de Beagle. En diciembre del mismo año, en tanto, cruzó el río Uruguay entre las ciudades de Colón (Entre Ríos) y Paysandú (Uruguay). Y en enero pasado, ‘su víctima’ fue el Paraná, entre la Base Naval de Itapirú y Paso de la Patria.
Ahora, tras unir a nado Bolivia y Argentina y para completar todos los países limítrofes, sólo le resta Brasil, y para eso ya está haciendo gestiones para cruzar una vez más el río Uruguay.
Pero antes irá por otro espectacular desafío: nadar frente al glaciar Perito Moreno.
“Ya tenemos todos los permisos. El mes que viene vamos a estar cruzando frente al glaciar. La idea es recorrer unos 1800 metros, de extremo a extremo. Calculamos que la temperatura del agua estará en 3º, pero si me aclimato bien voy a nadar en cuero”, anticipó. Solo imaginarlo genera escalofríos. Y él ríe.
Agradeció, al mismo tiempo, a todos lo que lo ayudan para que pueda realizar este tipo de proezas, entre ellos el Cuerpo de Guardavidas de Carlos Paz, Ortopedia Crecer, la Agencia Córdoba Deportes, “y a todos los que oran y piden por mi milagro”.
“No está bueno postularse como el mesías de los discapacitados”
En una extensa entrevista con VillaNos Radio Santiago Gutiérrez recordó que, cuando realizó el primer cruce al lago San Roque y fue consultado por los periodistas, “dije que no me interesaba ser ejemplo de nada”.
“Pero fui enterándome de casos de gente con depresión que se tiró a morir, y que cuando vieron el cruce, reflexionaron. Y habrán pensado… si este pibe se animó a esto y está enamorado de la vida… Son muchos casos.
No está bueno proponerse o postularse como el mesías de los discapacitados, pero sí darle ánimo al que está en sillas de ruedas.
Me la juego por esa gente. Por ellos, por los que no tienen voz, por aquellos a quienes les dan la espalda, por aquellos a quienes la familia los deja, por los amigos que se van…”, reflexionó.
También habló de su accidente. “No estoy enojado con la vida ni con el pibe que me chocó. Fue un accidente y punto”, afirmó sin dudar.
Y planteó que, “un accidente te cambia el carácter y estando como estoy es muy fácil caer en desequilibrio mental, espiritual y de salud. No es fácil. Cuando uno no ocupa la mente con propuestas de vida, la vida te propone que bajes los brazos. Y hay opiniones que no suman”.
Por eso, aseguró, la clave es “no perder el empuje, a pesar de las opiniones”.
Sin techo
Así como ya tiene planificado que en abril nadará con el glaciar Perito Moreno de fondo, Santiago no para de pensar y organizar nuevos desafíos.
“Estoy haciendo nuevos contactos y los horizontes son cada vez más amplios.
Hay que tener mucha confianza en uno mismo y estar en paz con Dios.
Está la idea de unir las islas Malvinas o nadar en el Mar de Galilea, el lago Ness o el estrecho de Gibraltar, y otras más.
Si es para nadar, hay lugares para coleccionar”, cerró.
Y habrá que creerle nomás.
