Fuente: Télam
Rusia reivindicó la conquista de una pequeña localidad de la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, en una muestra de la creciente presión que las fuerzas rusas vienen ejerciendo desde hace varias semanas, mientras Ucrania sigue pidiendo refuerzos a sus aliados occidentales, que hoy lanzaron una coalición para facilitar la entrega de artillería a una Kiev que admitió estar sufriendo escasez de municiones.
“En la zona de Donetsk, las operaciones activas realizadas por las unidades del grupo ‘Sur’ permitieron la liberación del pueblo de Veseloie”, informó hoy el Ministerio ruso de Defensa en su boletín diario de las operaciones en Ucrania.
Esta localidad, donde vivían unas 100 personas antes de la invasión rusa, que comenzó hace casi dos años, se encuentra a unos 20 kilómetros al noreste de Bajmut, ciudad tomada por Moscú en mayo de 2023 tras una sangrienta y larga batalla contra el ejército ucraniano.
Las autoridades rusas se mostraron más optimistas en las últimas semanas, en un momento en que la economía nacional se orienta en gran medida hacia la producción de armas y municiones para apoyar la ofensiva.
Hoy, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, alertó de la “escasez de municiones” a la que se enfrenta su ejército, y alertó de que es un problema “real y acuciante” a la hora de combatir a las fuerzas rusas.
“No hay alternativa a la artillería moderna, debemos proseguir nuestros esfuerzos y aumentar nuestra producción de municiones”, dijo Umerov al participar de manera virtual de una conferencia que reunió hoy en París a una veintena de países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Francia, Canadá, España, Alemania y Turquía con el objetivo de facilitar la entrega de artillería para apoyar a Ucrania en su guerra contra Rusia.
El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, anunció el desbloqueo de 50 millones de euros para el suministro de 12 cañones Caesar a Ucrania, que en el pasado ya recibió 49 de estos cañones y aguarda la llegada de otros seis “en las próximas semanas”.
Asimismo, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, insistió en la necesidad de seguir armando a Ucrania, en un encuentro al margen del Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.
“Rusia no se detendrá en Ucrania. Otros países de Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central pueden convertirse en su próxima víctima (…) Si Rusia gana esta guerra, atacará a un próximo país, así funciona el imperialismo ruso”, subrayó, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Duda también advirtió que la supuesta fatiga que esta guerra está causando a los socios de Kiev es el mensaje que el Kremlin quiere oír, pues confían que sea el primer paso de Occidente para dejar de apoyar a Ucrania y presionar así para una eventual negociación.
Casi dos años después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, el frente se encuentra prácticamente congelado desde hace meses, confirmando la hipótesis de un conflicto todavía largo.
En ese sentido, los servicios de Inteligencia británicos alertaron sobre el “riesgo de recalentamiento” de la economía rusa a causa del impacto que la invasión de Ucrania está teniendo sobre sus finanzas.
“Mientras Rusia sigue aumentando su gasto en Defensa a costa de otras áreas, el riesgo de un recalentamiento de la economía rusa sigue siendo probable”, indicaron, citados por la agencia de noticias Europa Press.
Por otro lado, el Servicio de Inteligencia ucraniano informó hoy sobre la detención de un presunto espía ruso por supuestamente planear una “catástrofe medioambiental” en la región de Odesa, en el suroeste de Ucrania.
“La principal tarea de la persona involucrada era identificar y transferir las coordenadas de sustancias tóxicas almacenadas, especialmente pesticidas. El agente también analizaba zonas en las que establecer posibles bases y rutas para las fuerzas rusas”, informó la Inteligencia ucraniana en un comunicado.
Agregó que para recopilar información, el espía comenzó trabajando como taxista y, con la excusa de transportar pasajeros, comenzó a anotar ubicaciones.
